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Facultad Psicología - UNLP (La Plata)
Conflicto en el Concurso de la Cátedra de Psicoanálisis

UNA ARBITRARIEDAD EN LA UNLP Y VAN….

Lic. Carolina Menón

A través de la presente queremos hacer saber a la comunidad psicoanalítica y universitaria, a los medios culturales y a la opinión pública, los lamentables sucesos que tuvieron lugar en la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de La Plata, en ocasión del concurso realizado para cubrir los cargos de Profesor Adjunto (hasta entonces ocupado por la Psic. Cecilia Pla) y Profesor Titular de la Cátedra de Teoría Psicoanalítica (hasta entonces ocupado por el Dr. Rolando Karothy).

Este concurso tuvo lugar en el mes de agosto y en la Facultad de Humanidades. La hora estipulada para efectuar la lectura de antecedentes y prueba de oposición era: 12.00 hs. para el cargo de Profesor Titular y 14.00 hs. para el cargo de Profesor Adjunto.

Los tiempos se fueron alargando debido al retraso que llevaba el concurso a Profesor Titular de la Cátedra de Psicoterapia I, ya que uno de los miembros del jurado de aquél participaba, en el mismo carácter, en el de Teoría Psicoanalítica.

Los profesores concursantes estuvieron parados durante horas en el pasillo del 7° piso de la Facultad de Humanidades: no tenían siquiera una silla en que sentarse. La decana normalizadora, que hizo su aparición en dos oportunidades sólo de paso, no se dignó a manifestar ni el mínimo gesto de indicar que se alcanzara una silla a profesores que hace muchos años comparten con ella un lugar en la casa de estudios. Tampoco se dignó a averiguar los motivos por los cuales los concursos llevaban tamaño retraso.

A las 16.00 hs. –es decir, con cuatro horas de retraso– comienza la prueba de oposición del Dr. Rolando Karothy.

El jurado que debía expedirse para ambos casos (cargo de Profesor Titular y cargo de Profesor Adjunto) estaba conformado por:

Cabría preguntarse por qué el Dr. Karothy, a sabiendas de los "pequeños detalles" que acabamos de mencionar, no impugnó a aquellos miembros del jurado de los cuales era evidente que podían tomar partido por uno de los candidatos. Simplemente porque supuso que quienes se autorizan como analistas no funcionarían al mejor estilo de una vieja política que ya ha sido puesta en el tapete y cuestionada por la ciudadanía toda.

Los concursantes para el cargo de Profesor Titular eran:

Los concursantes para el cargo de Profesor Adjunto eran:

Juan Carlos Cosentino, Nora Carbone y Guido Solle firman el dictamen en mayoría que propone al aspirante Carlos Escars como ganador en el concurso a Profesor Titular, y deja segundo en orden de méritos al profesor Rolando Karothy.

El resumen del jurado en mayoría, en cuanto a los antecedentes profesionales, expresa que "[…] la actuación del postulante Karothy en Universidades Nacionales y del Exterior, en distintas instancias científicas y académicas […] es de mayor peso que las del aspirante Escars. Este último presenta actuación en la docencia e investigación, tanto como en la formación de recursos humanos en esas áreas […] pero no hay antecedentes de actuación en universidades o instituciones públicas o privadas" (sic).

También dice que "[…] los antecedentes del aspirante Karothy son más numerosos que los del aspirante Escars, tanto en actividades docentes, como en publicaciones y en su categorización como investigador […]" (sic).

¿Cómo es posible entonces que frente a una diferencia abrumadora en materia de antecedentes, antecedentes que el jurado en mayoría incluso reconoce, ganara el concurso a Profesor Titular el aspirante Escars? Cualquiera puede entender que un concurso de esta magnitud se defina por la clase de oposición y entrevista personal... siempre y cuando los concursantes estén en paridad de antecedentes, ¿pero cómo justificar que gane un aspirante que en antecedentes es muy inferior al otro?

Todo "se resolvió" con la entrevista personal y la clase de oposición.

En cuanto a la clase de oposición, se destaca que el aspirante Escars entregó a cada Jurado una hoja con el "plan de clase". ¿Acaso constituye este un elemento "destacar"? En la práctica no sólo es irrelevante (lo mismo se resuelve con la escritura en el pizarrón) sino que es prácticamente inviable para una clase habitual a la que acuden cientos de estudiantes. "Se destaca" también que el mismo aspirante "se sirvió de recursos pedagógicos (transparencias) para apoyar su desarrollo, utilizando un lenguaje claro y vivaz en la transmisión" (sic).

Respecto a la clase del aspirante Karothy se dice que "La exposición fue clara, denotando dominio del tema, aunque desde el punto de vista teórico del desarrollo de la argumentación estuvo excesivamente basado en un falocentrismo que no incluyó la dimensión pulsional en juego" (sic).

Si el jurado así lo consideraba, bien hubiera correspondido que formulara alguna pregunta o comentario al respecto; pero el jurado calló. Además, el tema de elección para la clase de oposición no especificaba en absoluto cuáles deberían ser los ejes o coordenadas a desarrollarse en la clase; así, bien hubiera valido tanto encarar el Edipo desde las primeras concepciones de Freud como trabajarlo desde el giro de 1920. Es una sutil y lamentable ironía sugerir que el Dr. Karothy desconoce o no es capaz de transmitir adecuadamente "la dimensión pulsional en juego" cuando se trata justamente de uno de los autores que, en nuestro medio, con más profundidad ha trabajado y desarrollado ese tema.

"Desde el punto de vista pedagógico no utilizó recursos auxiliares, limitándose a brindar una clase oral, por momentos con un tono uniforme" (sic).

Por último, en cuanto al Plan de Trabajo, se hace constar que "[…] el aspirante Karothy presenta el programa vigente en la materia, sin modificaciones ni comentarios" (sic). Si estamos hablando del programa en curso –y eso además significa que ya ha sido aprobado por el Consejo Académico de la Facultad– ¿qué necesidad habría de hacerle "modificaciones o comentarios"?

En cuanto al Plan de Investigación se manifiesta que en los años a cargo de la Cátedra, el aspirante Karothy ha ejecutado varias investigaciones, "explayándose sobre la que se encuentra actualmente en curso, que se presenta en el currículum […] Si bien describió algunos aspectos formales de la misma […] y ciertos problemas que toda investigación entraña, no explicó de qué modo se articula la temática elegida con la materia objeto de concurso" (sic). Los firmantes del dictamen en mayoría "reconocen" que se trata de un proyecto acreditado (H455) por la UNLP y que dicho proyecto se extiende hasta 2007, ... lo cual es falso, porque el proyecto está acreditado hasta 2009.

Según el dictamen: "[El aspirante Escars] plantea su intención de continuar en dos ejes de investigación en los próximos años". Subrayamos: No es lo mismo presentar un proyecto de investigación en curso que una intención de investigación.

En cuanto al Plan de Extensión, el resumen del dictamen, en tono casi descalificativo, dice que: "el aspirante Karothy presenta un proyecto de creación de un centro para el estudio y la asistencia de la problemática familiar, ya aprobado en 1999 por la UNLP y el Ministerio de Cultura de la Nación" (sic). Esto es falso. El aspirante Karothy no presenta un "proyecto de creación" pues el Centro de Estudio y Asistencia de la Problemática Familiar se halla funcionando desde su aprobación en 1999. Agreguemos que este Plan de Extensión es más ajustado que el presentado por Escars, en tanto que, con conocimiento de causa por el trabajo previo, se aboca a dar respuestas a problemas de la comunidad y la sociedad.

En contraposición, el dictamen plantea que: "[…] el aspirante Escars propone desarrollar actividades que apunten, bajo diferentes formatos, […] a compartir con el resto de la comunidad universitaria, tanto resultados de investigaciones como hallazgos y dificultades propias del proceso de enseñanza" (sic). Volvemos aquí al mismo punto que en el caso del Plan de Investigación: la diferenciación entre la evaluación de trabajo concreto y simples intenciones que no se entiende muy bien en torno a qué problemáticas giran (teniendo en cuenta que la extensión apunta a brindar beneficios a la comunidad).

En función de estos últimos puntos, el jurado en mayoría se decidió por la designación del aspirante Escars en un concurso realmente inédito en la historia de los concursos universitarios.

Si la clase de oposición fue el 14 de agosto, recién para el 10 de octubre fue citada la reunión de Consejo Académico que debía "tratar" este tema y, "en caso de acordar con los dictámenes", firmar lo propuesto por la Comisión Asesora (o sea, el jurado que participó en ambos concursos).

Pocos días antes, y por comentarios de pasillo, corrió el rumor que los dos cargos (el de Titular y el de Adjunto), le habían sido asignados al aspirante Escars gracias a este extraño concurso. Docentes, alumnos y ex alumnos, de acuerdo a nuestro derecho, nos presentamos en la reunión de Consejo Académico –estas reuniones son oficialmente públicas, igual que las del Consejo Superior.

El maltrato que recibimos de parte de los Consejeros allí reunidos, la humillación a que fue expuesto el Dr. Karothy, y la prepotencia de un no consejero (el profesor Juan Carlos Domínguez Lostaló, Titular de Psicología Forense y Secretario de Extensión Universitaria) que increpó a identificarse al profesor Juan Carlos Mosca (Jefe de Trabajos Prácticos en la Cátedra de Teoría Psicoanalítica), no se condice con el espíritu democrático que se supone debe sostener la Universidad.

Amparándose supuestamente en el Estatuto y en los aspectos formales del dictamen, sin evaluar los contenidos, los consejeros reunidos votaron a favor de que fuera aceptada la moción del jurado en mayoría, con los resultados que ya adelantamos.

Merece aclararse que ni los consejeros estaban obligados a votar a favor del dictamen en mayoría, ni la Decana Normalizadora estaba obligada a firmarlo; más bien hubiera correspondido contemplar que había un dictamen en minoría (con nada menos que dos votos a favor del Dr. Karothy, contra los tres a favor del aspirante Escars) y en consecuencia solicitar ampliación del dictamen.

Este raro "concurso" hace serie con otras situaciones extrañas: en el proceso de "normalización" de la facultad: sólo algunas de las cátedras correspondientes a las materias que integran el plan de estudio de la Licenciatura en Psicología han sido llamadas a concurso. Queda un resto bastante importante para las que no se presenta siquiera la intención de ser concursadas. Ese resto se corresponde, justamente, con las cátedras a cargo de todos aquellos que hoy son autoridades de la Facultad de Psicología, profesores que, en gran parte, han pasado ya su edad jubilatoria y sin embargo continúan estando un año más..., otro año más... y otro año más. Si se llamara a concurso para las cátedras de estos profesores, ni siquiera podrían presentarse por ese sencillo motivo: están pasados en años.

Son muchos los concursos que, de manera imprescindible, corresponde realizar; pero no será mucho lo que la comunidad universitaria se beneficie cumpliendo sus estatutos si al mismo tiempo no se garantiza la limpieza interna de cada concurso. No puede haber impunidad para las arbitrariedades supuestamente académicas.

Avalar el dictamen firmado por la actual Decana Normalizadora de la Facultad significa restarle excelencia a la formación de cientos de estudiantes que transitan por las aulas de Psicología, significa restarle prestigio a la Universidad Pública toda pues la pérdida del Dr. Karothy es, sin más, imposible de suplir o de amortiguar. Nadie podrá transmitir como él aquello que en un punto es imposible de transmitir sin aplastar pensamientos frescos y a cuenta de desviar las transferencias hacia el antipsicoanálisis, muy actual en nuestros tiempos y también en tiempos de Freud.

Lic. Carolina Menón
En nombre de todos aquellos que no toleramos esta injusticia

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