Cine y psicoanálisis

The Matrix
o el cuestionamiento de la realidad y el destino

Luis Tamayo

The Matrix, USA, 1999.

Guión y dirección: Larry y Andy Wachowski.

Papeles estelares: Keanu Reeves (Neo), Laurence Fishburne (Morfeo), Carrie-Anne Moss (Trinity) y Hugo Weaving (Smith).

 

"Lo fantástico es la irrupción de lo insólito en lo banal"
R. Callois 1

"Se llama unheimlich a todo lo que estando destinado a permanecer en secreto,
en lo oculto, [...] ha salido a la luz."
F. W. J. Schelling 2

Según Freud, unheimlich (ominoso, siniestro) es aquello que no solamente constituye "algo nuevo o ajeno, sino algo familiar de antiguo a la vida anímica, sólo enajenado de ella por el proceso de la represión" 3, de hecho "el prefijo un de la palabra unheimlich es la marca de la represión" 4.

Así, Freud señala en Lo ominoso múltiples situaciones que nos producen la sensación de lo unheimlich: la confusión entre un ser vivo y un autómata, la experiencia del doble, la repetición, el cumplimiento de los deseos, los muertos vivientes y la locura.

Para Freud todas estas situaciones tienen efectos ominosos pues "borran los límites entre la fantasía y la realidad" 5.

La película que en esta ocasión comento atañe, directamente, a la cuestión de tales límites. Estudiémoslo cuidadosamente.

1 - ¿Qué es la realidad?

"En el universo evocado por el texto [fantástico] se produce un acontecimiento 'una acción' que está en relación con lo sobrenatural (o con lo falso sobrenatural); éste provoca a su vez una reacción en el lector implícito (y generalmente en el héroe de la historia): esta reacción es la que calificamos como "vacilación", y los textos que la hacen vivir son los que calificamos como fantásticos".
T. Todorov 6

Recordemos lo que en el film se dice respecto a la realidad. En la secuencia del encuentro inicial de Morfeo con Neo se dice:

"¿Qué es real? Son sólo impulsos eléctricos interpretados por el cerebro".

Esta es una tesis proveniente de Hume. En su Tratado de la naturaleza humana 7, Hume indicaba que si bien nuestras sensaciones son individuales nuestro lenguaje es universal. Mi dolor de cabeza es mío, su cualidad y magnitud sólo yo puedo conocerla, sin embargo, al llamarlo "dolor de cabeza" hago que mi semejante me entienda e incluso pueda ofrecerme algo para curarlo. En Matrix se nos presenta una sociedad humana que vive en una realidad virtual compartida, una en la que se revela que nuestras sensaciones no son sino impulsos eléctricos en el cerebro, es decir, un mero juego imaginario-simbólico. Hasta que el real, en toda su ominosa forma se hace presente.

El Hasta el fin del mundo de W. Wenders muestra también a un grupo humano que se encuentra cada uno reviviendo su deseo onírico en una realidad virtual propia, por lo cual todo lo demás pierde importancia y donde ese juego masturbatorio sólo se detiene cuando el real corporal, la muerte concreta, acaba con el sueño virtual.

En Matrix ocurre una sociedad imaginario-simbólica casi perfecta. Digo casi porque hay un síntoma, la presencia de un pequeño grupo humano que irrumpe, que hace anomalía en el sistema.

Un grupo humano que enfrenta al personaje llamado Neo con el real, situación que le genera, inicialmente, angustia, rechazo y el deseo de volver a la situación anterior.

Pero cuando el real se impone ya no se puede dar marcha atrás. Bajo su visión todo cambia de sentido, la supuesta realidad se revela pequeña y frágil, sin gran valor, todos los conflictos humanos muestran su pequeñez.

Pero la película da un paso más en su cuestionamiento. La supuesta "realidad real" de los últimos hombres también se encuentra en cuestión. Cuando Mouse, en la secuencia de la cena en la nave, afirma que su comida sabe a "Trigo rico", ¿quién puede contradecirlo, si nadie recuerda el sabor del "Trigo rico"? es decir, ¿cómo podemos saber que la manera en la cual yo interpreto los eventos del mundo es igual a la forma como lo interpreta mi semejante? Sólo el nombre común, como decía Hume, la pertenencia a un universo simbólico común, nos permite establecer cierta identificación entre experiencias que, a partir de esta reflexión, muestran claramente su carácter ominoso, enigmático.

En suma, la realidad no es una sino múltiple y posee, afortunadamente, un elemento que enlaza sus figuras: el lenguaje.

Ahora bien, la cuestión de la realidad no es la única temática del film. Hay otra cuestión no menos ominosa: la pregunta por el destino.

2 - El destino

"Me di cuenta de que ustedes no son realmente mamíferos. Todos los mamíferos de este planeta desarrollan instintivamente un equilibrio con el ambiente que los rodea. Pero ustedes los humanos, no. Llegan a una zona y se multiplican, se multiplican hasta consumir todos los recursos naturales. Y la única manera en que pueden sobrevivir es esparciéndose a otra zona. Hay otro organismo en este planeta que sigue el mismo patrón ¿sabe cuál es? El virus. Los seres humanos son una enfermedad, un cáncer de este planeta. Ustedes son una plaga. Y nosotros somos la cura".
Agente Smith a Morfeo

Recordemos cómo inicia la película. Neo (en esos momentos aún Anderson, es decir, un miembro más de la Matrix) se encuentra dormido y en su computadora aparece el mensaje: "Wake up, Neo..."

Desde su computadora Morfeo 8 irrumpía y lo despertaba. Asimismo se adelantaba a los acontecimientos y le indicaba lo que tenía que hacer. ¿Cómo podía adelantarse? La respuesta es simple. Poseía las claves de la Matrix y dado que tal realidad virtual estaba ordenada según ese patrón simbólico, podía saber lo por venir. En el mundo de la Matrix se realizaba el sueño Laplaciano del universo matemáticamente ordenado, la Matrix no era otra cosa.

La película avanza y poco más adelante aparece la pregunta de Morfeo hacia Neo respecto a su creencia en el destino. Inicialmente Neo lo niega. Cree que controla sus actos, pero conforme avanza en su comprensión de la naturaleza de la Matrix, cada vez más, cuestiona su opinión. Al final, se impone el destino y es ello lo que le permite realizar los actos extraordinarios del final de la película: dominar a la Matrix.

En Matrix ocurre una modificación subjetiva. Anderson era uno más de los humanos sometidos al control de la Matrix. Uno que creía que no había destino y que controlaba sus actos según su voluntad. Cuando Anderson se convierte en Neo, cuando se convierte en el elegido, existe ya alguien que cree en el destino y que lo acepta. La película muestra cómo el asentimiento al destino es un acto de una libertad mayor a la de aquel que creía controlar sus actos. Esto ya lo sabían los homéridas: en la Ilíada, a los héroes, es decir, a esos que aceptaban su destino, se les atribuía una libertad "en sentido superior".

Desde mi punto de vista, tal es el mensaje central de los hermanos Wachoswski: existe un destino sin dios. Esto ya lo había afirmado Heidegger en Ser y el tiempo 9. En el parágrafo 74 de dicha obra, Heidegger muestra lo que ocurre al Dasein 10 propio en el momento de comprometerse con su proyecto. Para Heidegger, el Dasein propio presenta un "estado de resuelto" el cual está caracterizado, recordémoslo, por un comprender del tipo del "ser deudor" —es decir, el Dasein sabe que no tiene fundamento, sabe que su vida no tiene un sentido predeterminado—, por un encontrarse del tipo de la angustia — pues ha precursado la muerte—, y por un habla silenciosa —pues la voz de la conciencia, indica Heidegger, habla callando. El "estado de resuelto" se opone al "estado de perdido" característico del Dasein impropio que, por negar su finitud, se halla sumergido en la ambigüedad, las habladurías y la avidez de novedades. El Dasein propio, por tanto, luego de precursar la muerte y enfrentarse a su finitud, se "retrae sobre sí" encontrando una "herencia", una "tradición". En la medida en que dicho Dasein asume con claridad su finitud a partir del "precursar la muerte" puede entregarse de manera más firme a su proyecto. Y es en dicha entrega en lo que consiste su "libertad"

"Sólo el ser en libertad para la muerte da al ‘ser ahí’ su meta pura y simplemente tal y empuja a la existencia hacia la finitud".

Esta afirmación es exacta, sin la finitud no hay proyecto posible. Es el apremio de la muerte advenidera lo que obliga al Dasein a dejar atrás la impropiedad y arrojarse a su proyecto, a ese "destino individual" (Schicksal) que es al par "colectivo" en virtud de que el Dasein es "con otros" (Mitsein). Ese destino, indica Heidegger, constituye el "gestarse original del "ser ahí" en el cual el Dasein se hace "tradición", es "libre para la muerte" y "elige" su "posibilidad heredada" sin "ambigüedades".

Existe, por tanto, la posibilidad de un destino sin Dios, uno en el cual se asume libremente la " tradición heredada". Y eso fue lo que ocurrió con Neo. El colocarse de esa manera le permitió mirar las cosas de otra manera, ubicarse realmente en una posición tercera respecto al resto de los mortales.

Esto no es nuevo, sabemos que algunos filósofos ya lo habían hecho. Demócrito, por ejemplo se reía de las tristezas humanas. El análisis genera, según Lacan, la ubicación en una posición tal. Parece que los hermanos Wachowski nos muestran, metafóricamente, una posición humana actualizada por la experiencia psicoanalítica que permite "pasar a otra cosa" respecto a situaciones que, anteriormente, impedían vivir.

Pero eso no es lo único que dice el film respecto al destino. Como señala el epígrafe de este apartado, en el film también se nos presenta una tesis ominosa que si bien inicialmente nos parece exagerada, catastrofista, luego de estudiar cuidadosamente los efectos que la humanidad moderna produce en el medio ambiente no podemos sino reconocer su posibilidad de certeza.

¿Será que los humanos somos un virus, un cáncer que la tierra sufre y que, para su bien, tarde o temprano erradicará?

Ciudad de México, 3 de septiembre del 2000.

Notas

1 Anthologie du fantastique, vol. 1, p.12.

2 Tomado de Freud, S. "Lo ominoso" en Obras Completas, vol. XIX, Amorrortu, Bs. As., 1976, p. 224.

3 Freud, S. Op. Cit., p. 241.

4 Ibidem, p. 244.

5 Ibidem, p. 244.

6 Introduction a la litterature fantastique, p. 109, tomado de Botton Burlá, F., Los juegos fantásticos, UNAM, México, 1994, p. 18.

7 Hume, D., Tratado de la naturaleza humana (1740), Porrúa, México, 1985.

8 Recordemos que Morfeo, en la mitología griega, era ese hijo de Hipnos que aparecía con forma humana *y de ahí el nombre* en los sueños de los hombres para transmitir algún mensaje; en el caso de esta película parece que su misión era "despertar a los dormidos", a aquellos perdidos en la creencia de que la Matrix era la realidad.

9 Heidegger, M., Ser y tiempo (1927), FCE, México, 1982.

10 Ese que "somos en cada caso nosotros mismos".


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