Estados Generales del Psicoanálisis

Los pilares

Adolfo Benjamín

 

PROPOSICIONES para el tema 1: "LA CLINICA PSICOANALITICA"

 

Problemas en la conceptualización de las "nuevas" patologías

El eclipse de la sexualidad en las teorizaciones actuales y la ausencia de su redescubrimiento en la práctica clínica se nos presenta como una variable crítica en el decurso del psicoanálisis, que pone a riesgo su existencia. El descuido (la sordera) de las estructuras freudianas produce un aparente progreso en las llamadas "nuevas patologías" que cuestionan y pervierten el dispositivo analítico.

Entre los conceptos fundamentales que definen a una práctica como psicoanalítica los relativos a la sexualidad (pulsión, el sentido sexual de los síntomas, etc.) son un fundamento inapelable.

Vemos como en nuestros días la práctica y la teoría se deslizan hacia un alejamiento y/o desconocimiento de este cimiento hasta desembocar en la invención de nuevas patologías ausentes de sexualidad: como por ejemplo neurosis "sin transferencia", trastornos narcisísticos de la personalidad, anorexia y bulimia como patologías "modernas" desexualizadas, patologías de borde, etc.. Se desconoce de este modo la causalidad sexual de los síntomas y de la transferencia.

La sexualidad, definida o caracterizada como infantil, se organiza en el Edipo y emerge en acto en la transferencia. La supremacía de la sexualidad en el campo del psicoanálisis es la preponderancia de un hecho de descubrimiento y no de una teoría. Es en el interior de la proteiforme histeria donde se consumó este hallazgo extendido luego a toda neurosis.

Hoy día se escamotea el desafío que la mutante histeria le propone al psicoanálisis.

Pero el hecho del descubrimiento no nos presenta a la sexualidad como un hecho sino como fuente y enigma de las neurosis. La cosa sexual especifica al psicoanálisis ineluctablemente.

PROPOSICIONES. Debería discutirse:

a) Si las llamadas "nuevas patologías" no son más que las viejas patologías, despojadas de su fuente sexual. Estas concepciones parecerían dar por concluida a la histeria y desconocen u olvidan que la histeria, cual Proteo, adopta múltiples apariencias engañosas.

b) Si deberíamos seguir llamando psicoanálisis a unos supuestos y a una actividad que deja fuera del horizonte a la sexualidad buscándola en la evidencia de un proceso diagnóstico que se atiene a la forma y desoye la estructura.

El psicoanálisis, es redescubierto por el analista en cada sesión particular. La sexualidad y sus avatares, los síntomas y la transferencia no son algo evidente o transparente. La sexualidad infantil, los síntomas, la transferencia, brindan su difícil testimonio en el seno del dispositivo analítico.

 

Dr. Adolfo Benjamin

 

LOS PILARES DE LA TÉCNICA PSICOANALÍTICA son los PILARES DE LA CLÍNICA PSICOANALÍTICA

Una experiencia que quienquiera puede repetir es la siguiente: Interroguen a colegas, amigos o estudiantes sobre cuales son los pilares de la técnica psicoanalítica.

En un determinado momento de su obra Freud los describe para luego nombrarlos con una de esas metáforas arquitectónicas tan caras a su estilo. Cuando se levanta un edificio en el fundamento, en su base excavada, se instalan los pilares (invariables) que sostendrán la construcción (variable).

Las respuestas que se obtienen frente a esta interpelación son casi siempre las mismas: la asociación libre, la atención flotante, la transferencia, la resistencia. Y a veces: la repetición, los lapsus, la interpretación.

Esta puesta a prueba no deja de llamarme la atención ya que sostengo que todo aquel que se reconoce como analista debería trabajar apoyándose en estos pilares, de los cuales muchas veces no puede dar cuenta, con los riesgos que tal desconocimiento entraña. Parecerían ser el resultado de la escasa frecuentación de la obra freudiana, o de una lectura que sobrevuela, sin detenerse, en los conceptos o nociones fundamentales, que son los puntales que sostienen la "obra" indispensable que construye todo psicoanalista en su práctica clínica. Me refiero a la "Traumdeutung" traducida al castellano como "La Interpretación de los Sueños".

En el célebre capítulo VII. "Sobre la psicología de los procesos oníricos" y en el primer punto, apartado A.: "El Olvido de los Sueños" en la página 520 del tomo V, de las Obras Completas de Freud, de Amorrortu Editores, Bs.As., dice lo siguiente:

"Hay otra serie de objeciones al procedimiento que proponemos para la interpretación de los sueños; de ellas debemos ocuparnos ahora. Lo primero que hacemos es desechar las representaciones meta que normalmente presidirían la reflexión.

La página siguiente es una respuesta a las posibles objeciones a esta idea , en un juego sutil que da cuenta de los dinamismos inconscientes, sin nombrarlos y apelando a los resultados de tal operación. Y añade que el procedimiento es similar al que se sigue en la resolución de los síntomas histéricos. Luego se refiere a las representaciones "meta" ignoradas que pasan "a gobernar el determinismo de las representaciones involuntarias".

En la página 523 luego de explicar los delirios como el trabajo de una censura que no toma el cuidado de disfrazarse dice:

"Como signo inequívoco de asociación exenta de cualquier representación meta se ha considerado al caso en que las representaciones (o imágenes) emergentes aparecen unidas por los lazos de la llamada "asociación superficial", es decir, por consonancia, ambigüedad de las palabras, coincidencia en el tiempo sin relación interna de sentido, todas las asociaciones que nos permitimos usar en el chiste y en el juego de palabras.

Mas adelante afirma:

"Toda vez que un elemento psíquico se enlaza con otro por una asociación chocante y superficial, existe también entre ambos un enlace correcto y que cala mas hondo, sometido a la resistencia de la censura"

Antes de subrayar mi propuesta de profundización de los elementos teóricos de estos pilares que hacen de una práctica una experiencia analítica transcribo lo que Freud dice en la pag. 525:

"De estos dos enunciados ( que con el abandono de la representaciones meta-conscientes se entrega a unas representaciones meta-ocultas el gobierno sobre el decurso de las representaciones, y que las asociaciones superficiales son un sustituto, por desplazamiento, de otras sofocadas que calan mas hondo) hace el análisis amplísimo uso en las neurosis; aun más: los eleva a ambos a la condición de pilares de su técnica."

Este tema articula una doble preocupación que tiene al mismo tiempo el sentido de una proposición:

Es necesaria una indagación teórica de estos pilares fundamentales que los extraiga de su condición de enunciado y de su descripción eminentemente empírica.

Es de vital importancia reflexionar que si es a propósito de la interpretación de los sueños que Freud señala cuales son los pilares de la técnica psicoanalítica, ambos elementos parecerían indisociables. Cabe destacar que en ninguna otra parte de su obra volverá a mencionar de manera tan clara y explícita esta conjunción. Más adelante en sus escritos la metáfora de los pilares será aplicada a la teoría psicoanalítica en donde la causalidad sexual de los síntomas se presenta como inexorable. Sin embargo, en las conceptualizaciones y direcciones de la cura actuales, aparece esta causalidad sexual velada ,olvidada y hasta flagrantemente ignorada.

¿ Qué relación puede establecerse entre esta pérdida de los fundamentos de la práctica clínica, la desconceptualización y la desexualización reinante y el aparente escaso lugar que actualmente se constata en la consideración teórica y clínica de los sueños? .

Lo que se observa habitualmente es que el sueño se utiliza como un elemento más, no privilegiado, en relación a otros elementos del discurso o a otras formaciones del inconsciente . La propuesta es indagar si el menosprecio de los sueños como "vía regia" de acceso al inconsciente implica un retroceso cuyos efectos estamos lejos de dimensionar para el futuro del psicoanálisis.

Dr. Adolfo Benjamin


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