Investigación à Psicoanálisis

Teoría de la Investigación en Psicoanálisis

Acerca del "tema" de una investigación

Guillermo Raíces

Este trabajo fue presentado en el marco de las II Jornadas de Investigación organizada por la Maestría en Psicoanálisis de la Universidad Argentina J. F. Kennedy, el 9 de septiembre de 2000, y posteriormente publicado en el Documenta Laboris N° 6, La investigación en Psicoanálisis, Buenos Aires, 2002.

1.- Introducción

Frecuentemente se suscita entre los participantes en seminarios de una maestría el problema de iniciar por fuerza una investigación particular con la que, por otra parte, se han comprometido en tanto requisito académico. Es notoria la vacilación y las dudas acerca del "tema" a investigar y de cómo encontrar el medio que llegue a provocarlo. Encausarse o motivarse en dicha cuestión parece demandar meses o años hasta alcanzar lo que aparenta ser la orientación deseada y la definición propia. Lograr esa culminación significa que no pocos planes ambiciosos llevados por objetivos ideales hayan resultado abandonados y que, asimismo, la "modestia" de un tema circunscripto, acotado, con hipótesis de trabajo posibles, haga viable el ocuparse decididamente en una investigación concreta y no atada a un ideal.

Para ilustrar lo anteriormente expresado quiero exponer un ensayo de investigación propia nacido al calor de la actividad docente y que podría denominarse "de la noción al concepto" o "del fenómeno clínico a la estructura". La intención explícita es aportar de esta forma un ejemplo ilustrativo sin que tampoco el mismo se transforme en modelo ideal, esto es, en receta para encontrar el tema de una investigación.

Es así como este ensayo de investigación surgió en el transcurso de las reuniones semanales del Seminario Clínica y Psicosis que coordino en la Maestría en Psicoanálisis de la Universidad Argentina J.F. Kennedy. Allí pude observar cómo entre todos los participantes seguir la lectura atenta y cuidadosa de un determinado texto de clínica psicoanalítica llevaba cuasi naturalmente a cuestionar y a colocar eventualmente entre paréntesis ciertas "expresiones" de los autores consultados. Más aun si, como en este caso, se trataba de lograr alcanzar el valor significativo de un término único como resulta el de "prepsicosis" en las enseñanzas del Dr. Jacques Lacan. En la experiencia, perseguir al término bajo el interrogante mínimo "¿qué es una prepsicosis?" derivaba insensiblemente a subsumirlo bajo un manto de sinsentido apresurado o a consignarlo en tono de banalización humorística. Actitud nada reprochable y, según me parece, muy cercana a la noción de "la angustia de la página en blanco" destacada por Lacan. Por cuanto la lectura que un psicoanalista puede hacer en vías de realizar una investigación está sujeta, en mi opinión, a revisiones y verificaciones posteriores, dejando lugar en su polisemia a eventuales rectificaciones y a considerar la provisionalidad del establecimiento del significado de sus términos. Ahora bien, ¿qué especificidad adjudicar a tales términos en el curso o en un estado de la investigación en tanto saber provisional?

En una aproximación a los textos, si la búsqueda se orienta hacia el establecimiento del concepto de..., lo leído hace las veces de una noción de..., en general, de corte descriptivo, ilustrativo. Conducta que me parece esencial en la investigación en psicoanálisis en tanto modo de decantar lo que del campo de la fenomenología clínica se pueda recortar en pos de su inserción e instalación como concepto concerniente a la estructura.

2.- Del fenómeno a la estructura

En el citado seminario se intentaba verificar si la así llamada "prepsicosis" de que trata Lacan en su Seminario 3 resulta un concepto de estructura legítimo o no en su discurso. Lacan observa la forma de incorporación de dicho término por parte del psicoanalista Maurits Katan en el contexto de la I.P.A. Katan destaca una fase precoz o inicial del proceso psicótico durante el cual no emergen todavía los fenómenos patognomónicos clásicos de una psicosis (delirio y alucinación). Lacan critica en Katan el contexto empírico de donde este extrae la observación y la interpretación. Nota así una tendencia metódica en Katan a elaborar una reconstrucción del caso mediante una especie de identificación o vivencia del analista con el episodio relatado, a partir de la cual Katan verificaría la presencia de la fase prepsicótica y justificaría la incorporación del término que le da nombre. Lacan señala taxativamente que "se trata de concebir, no de imaginar [...]"(1) Afirma así la función de la estructura frente a la noción de "comprensión", de índole imaginaria, la cual atribuye a Karl Jaspers. El concebir lacaniano se refiere a producir el "concepto" e imaginar remite a no ser seducido por la "comprensión" de un conocimiento nocional. Esto es, a no fraguar en su investigación la categorización o el establecimiento como concepto de aquello que provisoriamente no se puede tratar más que como una noción. Revela, también, el fuerte sesgo otorgado por Lacan al orden simbólico en esta parte de su enseñanza y de la construcción de su obra.

Pero, ¿qué significa decir "noción" y "concepto"? El saber filosófico-científico señala una ambigüedad manifiesta entre ambos términos respecto de sus rasgos definitorios en contradicción con un afán de rigurosidad acerca de su sentido. Así "concepto" equivale a noción, conocimiento, idea, noticia, etc., aún cuando la raíz latina o griega de cada uno de esos términos nos indican distintos orígenes. Ferrater Mora asevera que "como cada uno de estos [...] términos ha sido empleado asimismo en muy diversas acepciones, ninguna de las mencionadas equiparaciones ayuda gran cosa para entender el significado o el uso de ‘ concepto’. Con frecuencia se usa ‘concepto’ en un sentido extremadamente general y bastante vago."(3) " Noción", a su vez, sería el conocimiento alcanzable por la captación intuitiva de la esencia, de la idea o de la imagen anticipada que uno se hace de algo.

"Noción" proviene del vocablo latino notio-nis, derivado a su vez de noscere, que significa "conocer". Es el "principio del conocimiento de una realidad" (FM), un primer esbozo o atisbo de saber acerca de algo, un "conocimiento elemental de cierta materia".(4) Ferrater Mora afirma que "la noción se distingue asimismo de la concepción por cuanto mientras esta última puede ser la producción de una realidad, la primera es simplemente la recepción y el reconocimiento de la idea de una realidad."(3) De lo cual se infiere que "concepto" es el producto de un saber construido (producido discursivamente), mientras que "noción" es el producto de un saber intuido, de raigambre imaginaria, quizá un reconocimiento de lo ya dado. El Diccionario de la Real Academia destaca que el término noción "úsase en teología para explicar el misterio de la Santísima Trinidad [...]"(4) Algo muy cercano a asuntos de dogma. Sin embargo, en su uso más habitual parece convivir en comunidad con lo más simple y superficial. Ferrater Mora observa que "en la actualidad, el vocablo noción es empleado en un sentido muy amplio (y vago)[...] De emplearse como vocablo ‘técnico’, convendría precisar su significado."(3) "Concepto" deriva del latín conceptum y este del verbo concipere, acción de concebir, embarazarse, preñarse, dar cabida a algo. Concipere, a su vez, halla su raíz etimológica en capere, agarrar algo. Lacan lo destaca así en su Seminario R.S.I. como lo aprehendido de lo Real. Para Aristóteles "concepto" parece tener el filo de un instrumento que no cortaba la realidad arbitrariamente sino siguiendo las líneas de la articulación intrínseca de esa realidad. Parece decir, respetar en la investigación de una "realidad" la articulación propia de su estructura. Cuando la lógica interna de esta postura aristotélica encontraba huecos, señala Ernest Cassirer, ellos eran llenados por el recurso a la metafísica.(3) Corolario: si se pierde o no se logra construir un cierto saber conceptual, es probable caer en recursos nocionales.

Kant distinguía entre Begriff (concepto) y sensaciones. Diferenciaba conceptos de intuiciones. Concepto es el "marco" que encuadra lógicamente las referenc ias a toda experiencia posible. Ese punto de vista parece sostener el pensar de Freud, por ej. en "Pulsiones...". Lacan considera ese artículo y parte de allí, en mi opinión, para articular su Seminario 11 bajo la égida del Grundbegrieff freudiano, traducible como "concepto fundamental". Así destaca que "[...] el modelo no es nunca un Grundbegrieff ya que en un campo determinado pueden funcionar correlativamente varios modelos. No pasa lo mismo con un Grundbegrieff [...]"(5) Con lo cual parece rechazar a las analogías nocionales frente a los conceptos fundamentales, es decir, aquellos que sirven de cimientos al edificio del psicoanálisis en tanto provienen de una investigación que cavó hondo en los fenómenos.

La diferencia kantiana entre imagen intuitiva y concepto se ahonda en la doctrina del lógico Alexander Pfänder quien ubica al concepto como parte indisoluble de la lógica sin referencia alguna a la psicología.(3) No otra cosa parece distinguir Francisco Romero entre nosotros al señalar que el concepto "no es de índole representativa, sensible, sino lógica, intelectual[...]" Más aún, agrega, "concepto e imagen son constantemente cosas muy distintas [...] En ese sentido destaca Romero que "la imagen tiene con relación al concepto una función ilustrativa."(6)

Las pocas consideraciones precedentes harían lugar a sostener legítimamente, hasta este punto, la afirmación lacaniana de los años cincuenta acerca de que la cuestión es privilegiar la lógica de la conceptualización frente a la comprensión imaginaria como posición de quien elabora un caso clínico o investiga en psicoanálisis. El afán de Lacan en efectuar estas distinciones en el precitado sentido hallará posterior expresión coincidente, en mi opinión, con su crítica a la noción de "modelo" que interpola en Seminarios tales como La relación de objeto, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis y en R.S.I., así como en su escrito "Observaciones sobre el informe de D. Lagache".

Por otra parte, más allá de que pudiera considerarse a "concepto" y "noción" insertos en el clasicismo filosófico, no parece amenguar ello su frecuente empleo por los usuarios de la lengua, lo cual permite destacar su vigencia en la actividad investigativa de las llamadas "ciencias sociales" y en la del psicoanálisis mismo. Es desde ese punto de vista que un sociólogo se permite afirmar que "los conceptos son las herramientas de trabajo del científico."(7) Asombrado, Lacan señala en el Seminario 9, a su vez, que "es sorprendente ver hasta que punto la noción de ‘concepto’ está aparentemente ausente del funcionamiento de nuestras categorías."(8) Da la impresión con ello de que en psicoanálisis es de rigor tomarse un tiempo para la definición, para la apreciación valorativa y el establecimiento lógicos de un concepto determinado. Más aún así en el tratamiento cuidadoso o la revisión prudente de lo que él denomina (siguiendo a Freud) Grundbegrieff.

En cuanto a posibles fuentes de verificación de lo expuesto, es de destacar el artículo "Algunas cuestiones sobre la prepsicosis", debido a Ricardo Mazzuca y colaboradores, quienes fijan, en mi opinión, una criteriosa postura científica al enfrentar la lectura del Seminario 3 de Lacan en correlación con los artículos de M. Katan para distinguir conceptualmente al término "prepsicosis". Con precaución se cuidan desde un principio en arriesgar una definición acerca del valor de estructura del mismo. Tanto es así que lo mencionan una y otra vez con el aditamento sustantivo de "noción", "la noción de prepsicosis". Recién en la página octava afirman que Lacan en su enseñanza "la define estructuralmente y además [...] describe una fenomenología que le es propia."(9) Por tanto, toman partido por interpretar como introducida en psicoanálisis la noción por Katan que Lacan se ocupa en establecer como concepto. Este proceder apunta finamente a dilucidar la cuestión de la "investigación en psicoanálisis" , teniendo en cuenta, según me parece, la variedad de modalidades o "formas donde se puede verificar la singularidad de un pequeño avance en el saber sobre un tema."(10) Esto haría lugar, en el decir optimista de J.-A. Miller, a "tomar un concepto, hacerlo variar, tomar contra-ejemplos y, poco a poco, construir como una red, una circulación de conceptos que, espero, permita también crear una comunidad de trabajo."(11)

NOTAS

1 -Lacan, J., El Seminario Libro 3, Las psicosis, Ed. Paidós, Bs. As., 1989.

2 -Lacan, J., El Seminario Libro 22, R.S.I. (inédito), versión EFBA, Bs.As., 1989.

3 - Ferrater Mora, J., Diccionario de filosofía, Alianza Edit., Madrid, 1986.

4 - Moliner, M., Diccionario de uso del español, Ed. Novell (versión CD), España, 1996.

5 - Lacan, J., El Seminario Libro 11, Los cuatro conceptos fundamentales del psicoanálisis, Ed. Paidós, Bs. As., 1997.

6 - Romero, F., Lógica, Espasa Calpe Arg., Bs. As., 1961.

7- Chinoy, E., Introducción a la sociología, Ed. Paidós, Bs. As., 1962.

8 - Lacan, J., El Seminario Libro 9, La identificación, (inédito), versión EFBA, Bs. As., (sin fecha).

9 - Mazzuca, R. y otros, "Algunas cuestiones sobre la prepsicosis", en Clínica diferencial de las psicosis, Fundación del Campo freudiano, Bs. As., 1988.

10 - Raíces, G. y otros, "Investigar en psicoanálisis", en El Caldero de la Escuela, Nº 50, EOL, Bs. As., 1997.

11 - Miller, J.-A., Estructura, desarrollo e historia, Editor GELBO, Sta. Fe de Bogotá, 1998.


Volver al menu general Investigación <> Psicoanálisis

Colabore con una Membresía Solidaria y obtenga sus contraseñas únicas de acceso a todas las áreas de PsicoMundo (revistas, seminarios, etc.)

PsicoMundo - La red psi en Internet