Política del Psicoanálisis

La AMP y la crisis de 1998

Autopsia de un relato

Colette Soler

Gracias al correo electrónico, he podido releer, este mes de agosto, el Relato del Delegado General, presentado a la Asamblea General de Barcelona. No sin sorpresa. Dejo de lado el panorama de las Escuelas que precede los análisis tocante a los problemas de la AMP. Fuera de los alardes gestuales y verbales, que nos queda que pueda ofrecerse al entendimiento? Voy a dar algunos fragmentos de mi lectura.

1- Sutileza

He dicho en mi primera carta sobre la AMP: "la AMP dirige las Escuelas". J.-A. Miller dice que seria inexacto pensarlo, ya que "las Escuelas son dirigidas y administradas por sus órganos responsables". Sin embargo afirma al mismo tiempo que la AMP tiene un "derecho de inspección" sobre los nombramientos, el titulo de AME y la cualidad de AE otorgada por los carteles del pase, tal como lo había dicho ya en The Knot.

Así que es lo que yo decía. La AMP dirige las Escuelas, si no las administra. Mas precisamente, dirige los dispositivos que pretenden hacer de nuestras asociaciones Escuelas, en el sentido verdadero del termino.

2- Aserción y verdad

No es porque se profiere con mucha autoridad que una perogrullada resulta más verdadera. Ejemplo : "Uno se encuentra mas próximo de los colegas de su barrio, de su ciudad, de su región, etc., que de los colegas de otros países, que hablan otros idiomas, etc., y eso es la razón del fracaso de los carteles euro-americanos, de los Departamentos, y de las dificultades encontradas por las publicaciones internacionales". Vaya descubrimiento: uno se encuentra más próximo de los próximos! ¿Quién podrá decir lo contrario? Es precisamente por eso que los más próximos son también los que os parecen insoportables, que os hacen soñar con lo lejano, que os dan ganas de viajar, de oír otros acentos, de descubrir otras perspectivas, hasta tal punto que, al no poder hacerlo, uno a veces se protege de los próximos quedándose en su guarida.

Aquí el tema del buen vecino pudiera ser inagotable, pero no se trata de eso. No es necesario buscar tan lejos las razones de los fracasos: desde el principio, esos carteles, Departamentos, etc., eran ficticios. Y a instancias engañabobos, a responsabilidades también engañabobos, creadas para fingir que hay actuación, resultados engañabobos! Era evidente. Entonces, cuando nuestro DG se otorga un premio de liberalismo porque se abstuvo de cualquier injerencia y que dejo aquellas nonadas a su inexistencia...

3- Mentira y Astucia

Que sorpresa al ver que aquel mismo que en tiempos de la EFP, y de un modo punzante durante la disolución, fue estigmatizado como universitario ajeno al discurso analítico, retoma vilmente el mismo estribillo para denigrar a los que le oponen alguna objeción.

Lo cito, aunque con asco: "Hay la salida por la universidad, en donde el analista se ampara cuando el llega a apresurar la transferencia "(...), el que no es "sino un parásito y un ladrón, chupando sin descanso el saber elaborado en el campo mismo de aquella transferencia que el execra".

Viperino, insostenible, y además... anticuado. Viperino, porque se decreta que las personas de quienes se habla, que son analistas tanto como la que habla, no participan en nada en la elaboración del saber en el campo de la trasferencia.

Será un has been el que habla así, uno que todavía no se ha dado cuenta de que ya no estamos en 1968, y de que desde el año de la nana, la universidad ya no viene mas a banquetear con el psicoanálisis? Uno que, es evidente, le parece necesario tener que proteger su substancia - eso, ya lo sabíamos. Pero la universidad, muy lejos de querer "chuparlo", ya no se acuerda de él, con la certidumbre que ella tiene de que, en este lugar, ya no queda nada que le importe un carajo, ni que se pueda robar, ya que al psicoanálisis, ella prefiere el cognitivismo y las consecuencias ideológicas de las neurociencias. A la mentira, hay que oponer esto: que los pocos que intentan infundir algo de la verdad freudiana y de lo real de Lacan en la universidad, se merecen nuestro agradecimiento. Su tarea es imposible, sin duda; sin embargo hay que apoyarla, para que, con buena suerte, el virus del psicoanálisis llegue hasta los oídos de algún joven, antes de que sea demasiado tarde.

La amenaza actual no es que la universidad se aproveche del psicoanálisis, es que lo elimine, nada más. La prueba de ello es que en todas partes, la posición de los psicoanalistas en la universidad es precaria, y que el mismo Departamento de psicoanálisis, que fue el de Lacan y que consta de docentes notables, esta a punto de verse reducido cada día mas a un hueso sin carne, y aun más, a un hueso sin carne asediado por la gran maquina universitaria - eso no es un secreto para nadie.

Pero entonces, ¿cómo es posible que su Director se equivoque hasta tal punto, él, el eterno clarividente autoproclamado? Respuesta : no se equivoca de ningún modo. Simplemente, como de costumbre, florea el naipe. La universidad, no se crean que le haga ascos, al contrario, en todas partes se esfuerza en reconstruirla, pero de lado, en el sector privado, en la estructura del Instituto del Campo freudiano y de las Secciones clínicas que dirige solo, lejos de todas las obligaciones, limitaciones e interminables conversaciones (sic) que imponen las estructuras del servicio publico. He aquí, quizás, la explicación de sus diatribas: los que intentan establecerse en las Universidades del Estado, no se estarán retrayendo del Imperio y de la jurisdicción absoluta de la gran maquina del Instituto?

4- Enredo

Leo que Lacan "nos dejó la única lengua común que existe en el psicoanálisis". Verdad o mentira?

No todos la hablan, esa lengua, es un hecho comprobado, y los que la hablan, ni siquiera son capaces de ponerse de acuerdo sobre el discurso. Entonces, será por decreto que la dicen común? Decreto de orientación, quizás.

Pero prosigamos: es común a todos los que la hablan, eso si. E incluso es lo que la lengua verdaderamente común conlleva, al inscribir el atributo "lacaniano". Pero ellos, quienes son, y donde están? En 1979, J.-A. Miller contesto: están en todas partes. En aquellos tiempos, era un modo de decir que no estaban en la EFP... vilipendiada. Y hoy día, que significa, sino que el que ahí habla, se identifica a tal punto al psicoanálisis que se cree autorizado a decir que la lengua de su AMP es la lengua común del psicoanálisis. ¿Cuándo veremos aparecer certificados AMP de lengua común - con todo descuido de la universidad, por supuesto?

Lacan apuntó al antibabel, invento una lengua nueva, logro alzarla hasta el matema. Nada de aquello fue debido a una cualquier conversación. Todo fue el producto de uno que se retiro para dedicarse a un trabajo solitario, intenso, incesante - "consunción de mis días", decía el -, pero un trabajo que, a pesar de ser solitario, seguía manteniendo un debate permanente con los textos de Freud, con la practica que el había inaugurado, y también con la actualidad del siglo. Y todo aquello sin chulería.

Nada de eso necesita conversaciones, y ninguna novedad salió jamas de una conversación. Los matemáticos, los filósofos, intercambian, transmiten verdaderamente, pero no conversan: escriben, incluso cuando se trata de dialogar. Para ellos, la violencia de lo que esta en juego con lo saberes somete la pulsión a la producción de signos, que, si uno sigue a Lacan, tiene mas efectos reales que el goce del bla bla bla o que la sangre de los mártires.

Lacan quiso que el psicoanálisis se transmitiera a los anhelos de ciencia, mediante una razón que el descubrimiento freudiano había renovado. El mismo dio el ejemplo, sosteniendo el debate con sus contemporáneos. Lo hizo... sin conversaciones, grandes o pequeñas, depositando el producto en el escrito.

Respecto a lo que hemos tenido este ultimo año a guisa de conversación, decir que la orientación lacaniana es la conversación, es una sandez. Por otra parte, no es una paradoja que la apología de la conversación unaria aparezca al mismo tiempo que la tentación de ostracismo respecto a las opiniones disidentes que van manifestándose a cara descubierta?

Claro que la orientación lacaniana exige, para sostenerse y para señalar su diferencia, une confrontación continua de disciplinas, de saberes, de puntos de vista, pero para ello, no basta conversar. Cuando "el combate, el estrépito, la tempestad, el tifón" - que énfasis! - se meten por medio, es cuando suelen salir al escenario los saltimbanquis, que tanto gustan a la muchedumbre. Se puede ver que la practica de las conversaciones, que tuvo un gran desarrollo este ultimo año, culminando en la Asamblea General de Barcelona, queda muy bien aclarada, efectivamente, por la pequeña digresión de Voltaire, que seguramente hay que releer, en el volumen de la Pleiade intitulado Melanges. A pesar de todo, "el elemento superior victorioso" de la unidad (sic) ha enriquecido nuestra lengua de un nuevo sintagma hecho, procedente del vocabulario de la peor política, y que se puede leer en este relato: "palabras liquidadoras", o, aun mejor, "los liquidadores". Que raro, los miembros del Consejo de la ECF, que se dijeron escandalizados por las resonancias políticas de la palabra "resolución", acogieron como unos santurrones la de "liquidador".

Mas lejos, en Brasil, un Señor buenos oficios, muy conocido, enseguida se apresuro en utilizarla. Hago la apuesta de que suscitara émulos: es esto, la vida del espíritu en la casa de tócame Roque!

Lacan nos transmitió una nueva lengua, es verdad, pero dejándonos el cargo de practicarla, desarrollarla, darle vida y transmitirla. Para ello, se necesita mas que la lengua misma, se necesita una brújula, y no hay otra que la del objeto a. Las brújulas verdaderas, cuando no funcionan bien, se dice que pierden el Norte. La cuestión queda planteada a propósito de la brújula de nuestra orientación.

Colette Soler, 30 de agosto de 1998

 

Traducción: Luis Izcovich

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