Volver a la página principal de PsicoMundo México
Suscríbase a nuestro boletín y reciba gratuita y regularmente noticias del psicoanálisis y la salud mental en México

De objetos y apariencias

Seminario quincenal. Inicia viernes 20 de enero del 2006 de 16 a 18hrs.
En Casa de las Humanidades de la UNAM,
Presidente Carranza 162, entre Pino y Tres Cruces. Coyoacán Centro.

Inscripción y bibliografía: inesemilseramos@yahoo.com.mx o una hora antes del inicio.

El objeto, la imagen del cuerpo, una identificación no especular, que cristalizará en una novedosa identidad y en objetos de intercambio.
Una escritura de quien no habla. Una escritura sin signos visuales; recortada a la sonoridad de la voz y presentada, necesariamente, a la mirada del público.
Apariencias que no envuelven la superficie del cuerpo, no protegen, ni dejan brillo de erotismo.

Aparentemente imposible

Una mirada fugaz.
Una mirada no sostiene.
Una mirada insostenible.
Una mirada insoportablemente visible.
Un cuerpo… sin soporte falaz.

Silencio de mirada
Presencia de la voz
Impone obediencia
Otras veces inquieta
Oída en reserva
En un caos voraz
Y gritería desesperada

El grito sostiene el silencio.
El grito cava el abismo
en donde el silencio se precipita.
No es señal de necesidad,
solamente un llamado.

Cuando a primera vista, solamente se hace visible sin soporte alguno, una rauda mirada; que muestra más acá, sin envoltura,1 aquello más allá de la apariencia. Esa mirada fracasa en engañar al ojo. Determina en el campo de lo visible. Sin erotismo. En un inconmensurable silencio. Voz cercana al inconsciente, viene del Otro; no demanda, sólo desea. Cuando irrumpe se oye. Aunque la voz no se reduce estrictamente a un sonido, salvo cuando se transforma en persecutoria.

Estas frases no sólo parecen al borde de la fragmentación, lo están. Pues los trozos no resultan ajenos al borde en el que el objeto de este estudio incursionará. Pero como dice un experimentado en consecuencias de la fragmentación, cuyos textos motivarán una lectura en este seminario: ver o no ver fragmentos en el ser humano, depende de dónde ubique la vista quien mira.

En estos tiempos de frenesí de lo visible, en estos tiempos de enorme producción de residuos, 2 la pregnancia del instante de ver descarta una apariencia imposible, cuando arroja un desecho anónimo en lugar de un semejante.

El objeto a está presente por todos lados en la práctica del psicoanálisis… nadie sabe verlo3. Que nadie sepa verlo está ligado […] a la estructura misma de este mundo, en tanto, parece coextensiva al mundo de la visión.
Jacques Lacan, 5-1-1966.

Singularmente dos experiencias con nombre y apellido, que guiarán este recorrido, interrogan la correspondencia o coincidencia del mundo de la visión con el de la mirada. También interrogan el decaimiento actual del potencial parlante de la lengua, en tanto las delicadas consecuencias de esta pérdida en el campo de la subjetividad, no se confinan en el Simbólico, se expanden en el empobrecimiento del Imaginario y en la ex_sistencia con primacía del Real. Testimonian, en fin, la no obviedad ni naturalidad de que un sujeto hable. Así, como no es natural la relación con el cuerpo, ni resulta obvio la imposibilidad de vernos directamente la cara, ni la relación con el tiempo.

En una de las experiencias, el amor señalado por J. Lacan como "dar lo que no se tiene" y como dependencia vital del recién nacido, no hizo signo. ¿Cómo se conjuga la ciencia de entonces con la privación de signo, es decir, con ese agujero en ese caso? La dirección del estudio la orienta la solución alcanzada en ese caso: el pasaje de la identificación con un animal a la cristalización de una nueva identidad, que se deja ver en una apariencia tenuemente modificada. Tal solución indica una forma de arreglárselas con un Real apoyado en el discurso de la ciencia. Este método obliga, en este caso, a detenerse en la imaginarización de un sueño insistente desde la niñez, que se realiza en una articulación distinta a la de las fantasías y ensoñaciones en Ana Freud.

La otra experiencia, es la de un llamado al Otro: "Mi soledad alcanza su punto álgido cuando le grito a Dios y él no me responde". La voz de Dios no responde. Silencio.

Alrededor del a oculto en la referencia del Otro, más que en el Ideal del yo, se jugarán las identificaciones del sujeto…
J. Lacan, 3 de Febrero de 1965

Aunque no habla escribe. Comparte con sus semejantes las letras del alfabeto, pero sin signos visuales. Con la escritura silenciosa se las ingenia para efectuar un recorte a la indeterminación de la voz, la recorta de la sonoridad y la presenta a la mirada del público.

En este caso no hay aún punto de corte, caída del objeto y determinación de la identidad de un sujeto.

Inés Emilse Ramos.
Psicoanalista de la e.l.p.

Notas

1 Sigmund Freud empleaba la palabra einschlieBen en relación a lo que rodea, envuelve o entalla, como se dice de un vestido cuando su corte y confección ajusta, incluso favoreciendo la forma del cuerpo.

2 Incluido el ser humano. Singularmente, a partir de las últimas décadas en las matanzas, guerras y persecuciones políticas e incluso, actualmente en otras cotidianidades, cuando los restos mortales corren la suerte anónima, como la de desechos de un objeto de consumo.

3 Otra traducción: nadie sabe leer su signo.

Si quiere colaborar en el desarrollo de este canal o enviar información sobre sitios mexicanos relativos a salud mental, o información relativa a eventos (congresos, jornadas, encuentros, seminarios, postgrados, cursos, etc.), escríbanos a mexico@psicomundo.com

Volver a la Agenda de PsicoMundo México