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COLOQUIO
A CIEN AÑOS DE LA TRAUMDEUNTUNG
La interpretación de los sueños hoy

Sueño y delirio

Carmen Tinajero

Freud al afirmar que el sueño es una realización de deseo, lo que hace es lanzarnos de lleno a la problemática de éste y de la constitución del sujeto instaurando al mismo tiempo una psicopatología estrictamente ligada al otro (A y a)

Un sujeto humano inmerso en su propio desvalimiento para constituirse atraviesa por la pregunta de su localización en el Otro: ¿Qué me quieres? ( Che vuoi?) Que lo conduce a través de lo imaginario a la construcción de su fantasía, a la construcción fantástica de la escena de su deseo. 1 (Gráfica 3 Subversión del Sujeto)

Me resulta interesante pensar que el sueño y el delirio son textos que han sido precedidos por actos, por escenas, que tienen que ver con la Represión en la neurosis y con la Forclusión en la psicosis y que han quedado por esto privados de palabras, digamos directas, sufriendo en ambos casos una deformación que se escribe, en el sueño (neurosis) y en el delirio (psicosis) mostrando una relación complicada del sujeto con el significante.

Freud en un inicio, construye la teoría del trauma, considerando éste como un hecho histórico sin palabras, que como tal, aun cuando sea producto de la fantasía, es estructurante.

Nadie podría negar que la irrupción de la psicosis se inscribe en un acto loco, al que como en el trauma, están ligados actos históricos sin palabras. Y este contar un sueño y esta irrupción de la locura es justamente el punto de pasaje de lo privado a lo público.

Le llamo Punto de pasaje, porque el sujeto evidentemente pasa a otra cosa, a otra escena, a otra comprensión del mundo. Y sobre todo pasa a un decir a otros aquello que le pasa y que de otra manera hubiera pasado desapercibido. El soñante busca una interpretación de su realidad que se le presenta como enigma, el delirante busca lectores de su testimonio, de su interpretación del mundo, de su verdad, no interlocutores ni curanderos, ni expertos.

El sueño interroga al sujeto desde lo simbólico a través de escenas imaginarias, el delirio interroga a lo simbólico desde lo real a través de un testimonio soportado por el sujeto loco. En ambos casos se trata de un texto legible.

Freud aparentemente deja de lado la psicosis afirmando que no es susceptible de transferencia y por otra parte dice que sus estudios sobre la neurosis son la vía para encontrar la trama de la psicosis y muestra la transferencia de Schreber sobre su médico Fleshsig. Esto es retomado por Lacan quien encuentra que tanto el sueño como el delirio se escriben en relación al Otro (A) pero las posiciones que uno y otro ocupan, son distintas.

Para poder situar estos lugares, tenemos que pensar en el esquema L, donde sabemos que La relación del eje a´(lo que se refleja en el sujeto de esos otros)----a (otro-otros) proporciona la imagen del yo, constituyendo el campo de lo imaginario; y la que va del A (Otro)---al- S (sujeto) el de lo simbólico.

El yo en su función imaginaria, mediatiza la posición del Otro (A) con el sujeto y es así como el yo hablara del sujeto en tercera persona de tal manera que el cuerpo real al encontrarse en el espejo podrá decir: ese soy yo. Pero en la psicosis, esto no sucede porque hay un problema en el eje a a´ Ya sea que la relación imaginaria no tenga la significación de exclusión recíproca yo-no yo que contiene el verse en el espejo sino que hay una captura imaginaria, de fascinación, de confusión (no hay que olvidar que la exclusión se da a partir de la agresividad. A Lacan le llamaba la atención que su paciente: Margarite Anzieu no estuviera enojada con la hermana que ocupó su lugar, que la había excluido en su hogar habiéndose constituido en la cuidadora de su hijo y de su marido. Le sorprendía esta inhibición, esta ausencia de agresividad).

O bien, que la imagen del yo no está fundada sobre la órbita que proporciona el modelo del otro mas acabado, mas complejo. 2 Al decir esto pienso en el discurso de una paciente que se queja de no haber podido ser como su madre que podía ganar dinero, cuidar a los hijos y bastarse a sí misma. Y decía incluso que la medicina que es la carrera que estudió no da para vivir, lo único que da para vivir es el magisterio que es la profesión de su madre, de la que ella está excluida. Fuera de esta actividad de la madre, lo que hacen otros para ella no tiene importancia.

El sujeto psicótico al escapar a esta mediación imaginaria, queda a merced de la voz del A que organiza su delirio (que habla en él) y la relación del sujeto con su semejante se subordina a éste. Esta relación estructural con el Otro determinará la transferencia y posibilitará el tratamiento de una manera totalmente distinta en el neurótico y en el psicótico.

¿En que consiste esta implicación diferente del sujeto al significante en la transferencia?. En la neurosis ese significante no subjetivado es del A, por lo tanto tiene una carácter no subjetivo, un carácter exterior a si mismo en el sentido del genitivo objetivo que confiere a otro el lugar de Supuesto Saber (el lugar de A) El neurótico transfiere. En cambio en la psicosis el significante del A está subjetivado en el sentido del genitivo subjetivo, constituyéndose el sujeto mismo en un testimonio del A para otros. El psicótico posa transferencialmente. 3

Es a partir de la definición de Lacan del inconsciente como discurso del Otro que Allouch hace un desarrollo ubicando al sujeto psicótico y neurótico en la transferencia.

(...la definition de l’inconscient comme discours de l’Autre—Page 814 des Ecrits Lacan precise que le "de" dans cette formule est a entendre au sens de génitif subjectif. Le "de" du désir de l’Autre releverait, quant a lui, du genitif objectif.) 4

Si el psicótico posa transferencialmente "para otros", la transferencia puede operar en tanto la apuesta en la dirección de la cura, es la de constituirse para el delirante en una escucha singular donde el querer saber, en un principio, se sitúa del lado del analista en la posición de SECRETARIO que tratará de hacer llegar el decir (como el secreto ) a su lugar de destino. 5

"Por mas que el loco cuide el análisis, deteniendo sus decires como un intento de evitar descuidos en su secretario, tarde o temprano, si éste está concernido en la locura, tropieza y pasa a formar parte –como a través de un pasadizo secreto, en un instante de transferencia psicótica – de ese campo de locura. A partir de allí el análisis en la locura adquiere visos de posibilidad. 6

¿Cómo pensar este pasaje en la clínica, esta introducción en la locura de alguien, este ser tomado en cuenta por el paciente psicótico?

Tratemos de situar nuevamente lo que esta en juego en la neurosis y en la psicosis a partir del esquema L

S-------------a

a’-------------A

La condición del sujeto depende de lo que se desenvuelva en el Otro (A) no hay sujeto localizado, no hay posibilidad de psicologizar los lugares , el sujeto está jalado en las cuatro esquinas del esquema donde S no es el sujeto , es la inefable y estupida existencia del S, a es el otro( y hay mucha gente en este lugar), a’ es lo que se refleja de la forma del sujeto en estos objetos (en los que se mira como en el espejo), y A el lugar desde donde se puede plantear el sujeto la pregunta de su existencia en la neurosis y en la psicosis. El sujeto se pregunta "¿Qué soy ahí? Referente a su sexo y a su contingencia en el ser a saber, que es hombre o mujer por una parte, que podría no ser, ambas conjugando su misterio y anudándolo en los símbolos de la procreación y de la muerte. 7

El sujeto desde su indefensión hace un llamado a esta posición del A de donde le regresará lo que es.

La transferencia se desarrolla entre el moi (yo de la enunciación) y el A, y la dimensión del amor estará escenificada en la demanda a la que el analista del neurótico no dará ningún signo de amor recíproco, precisamente para que el A se ponga en juego como un mensaje invertido. En la psicosis, aparentemente no hay demanda porque el A no se puede localizar, y sólo se produce de manera alusiva cuando delira, atestiguando lo que dice a partir de lo que de él hablan sus objetos, los otros persecutorios; el delirio da cuenta de cómo se las arregla con este saber. (tomado del Seminario de Mayette Viltard) 8 . El sujeto resulta de esa persecución así que el yo también es localizado en el delirio, por esto sólo dentro de esta trama podremos tener acceso a él.

Un joven de dieciséis años un día (cuando irrumpe el delirio) estando él en la iglesia donde era acólito recibe una especie de iluminación, un mensaje de Dios. Este le hace saber que hay una lucha entre el bien y el mal, entre Satanás y Dios y que él tiene que morir para salvar a la familia de Satanas. Ese día en la iglesia siente que está muerto, sabe que está muerto como resultado de esa lucha, su muerte atestigua que Dios ganó, que él ha pagado con su vida. Su vida hace peligrar a Dios en su lucha contra Satanas.

Me dice que a partir de esta experiencia religiosa en que él se sacrifica, adquiere lo que él llama, un sexto o séptimo sentido a través del cual él sabe las cosas. Este sentido le entró por la enfermedad (así que la muerte, la locura y la enfermedad son lo mismo) Los otros son identificados como del bando de Dios o de Satanas. El mundo se divide, se organiza, ahora el sabe quién es él y quiénes son los demás.

El delirio entonces es una respuesta a la pregunta; ¿qué soy ahí? que el analista evita responder cuando es formulada por el neurótico en la transferencia . El delirio no es una demanda en el sentido neurótico del amor pero si lo es en tanto el sujeto delirante posa transferencialmente, en tanto se expone a los otros, en tanto se ofrece como testimonio, en tanto busca ser escuchado.

Cito a Lacan en el seminario de las Psicosis: "Estando pues verdaderamente excluido el Otro, lo que concierne al sujeto es dicho realmente por el pequeño otro, por sombras de otro, o como se expresará nuestro Shreber para designar todos los seres humanos que encuentra, por hombrecitos mal paridos o hechos a la ligera" 9

Una paciente divide a su mundo entre santos y pecadores los santos pueden saber y eventualmente comunicarle a ella algo sobre su futuro que es su preocupación central .

Detrás de los santos y los pecadores esta Dios, pero este Dios a pesar de haber trazado su destino sólo se manifiesta alusivamente a través de esos otros que la rodean y que la tachan de loca. Vive entonces en ella un Dios terriblemente malo y persecutorio que se manifiesta a través de los mensajes y las acusaciones de los demás. Así, a mi me ubica del lado de los santos, y en la segunda entrevista expresa: ya se, que Ud. No tiene permiso de decirme que es santa, que ve todo. Yo me empeño en afirmar que yo no se, que ella es la que me informa. Posteriormente me dice que su amiga se casó con Dios, pero no tiene relaciones con él ¿cómo una hija con su papá? y aclara que esa hija la tuvo por obra del espíritu santo. Nadie le ha dicho a ella esto directamente lo deduce por las señales que advierte. Los hombres salen de Dios y las mujeres de la Virgen a través de las lágrimas, tienen a los hijos simultaneamente por lo que cada quien tiene su gemelo y está obligado a buscarlo, esa es la ley. Los santos habitan cuerpos distintos, a veces pueden cambiar y es por esto que ella encuentra a la misma gente con diferente cuerpo. Nunca se lo dicen pero le hacen alguna señal que denuncia su identidad, como una mirada, una actitud, una palabra, un sueño (PARA ELLA LOS SUEÑOS NO SON UN ENIGMA SINO UN CLARO MENSAJE DEL OTRO (A)-) Esta es la ley que la organiza, pero a veces reniega de la ley porque le prohibe casarse con cualquiera. Ella está destinada a alguien y no sabe quién es. Encontrarlo es su principal interés y su sufrimiento mayor sería que Dios le niegue la ocasión de hacerlo.

En la formación del delirio se advierte el fantasma del incesto pero en esto no entraré ahora, sino que quisiera .poner énfasis en ¿Cuál es mi posición ante este despliegue de palabras, ante este texto? . Yo tomo nota de la verdad que surge de ella, y le pregunto, me intereso por entender, no se si sigo siendo santa, pero ella se da cuenta de que yo no sé y que no la tacho de loca, que doy crédito a sus palabras. ¿Qué puede producir esto? Por lo menos una diferencia que me constituye en un otro no persecutorio ni igual; en una referencia, en un lugar que la recibe. Ella manifiesta ganas de asistir a la consulta que se convierte en el eje de su vida y no olvida que la espero tres veces por semana. A partir de esta referencia se mueve, puede llegar, no llegar, llegar tarde, disculparse, planear, proponer, etc.

Pero debemos de tener mucho cuidado porque la transferencia psicótica, no es la transferencia invertida, sino que fuera del analista y del psicótico "hay algo que saber", por esto Allouch en su artículo: Uds. están al corriente, hay transferencia psicótica , 10lo asemeja al control, donde lo que hay es un analista que se ofrece a controlar a un supuesto analista. Y si en un primer momento el lugar de Sujeto supuesto saber se encuentra en el psicótico estando el psicoanalista en posición de erastés respecto a éste; posteriormente hay una inversión y el psicótico demanda, pero no a otro (A) sino a un pequeño otro (a) supuesto saber en un intento de vérselas de otra manera con la persecusión.

Y volviendo a mi paciente diría que su discurso ha cambiado en este sentido pues se pregunta junto conmigo ¿por qué Dios quiere que ella sufra?, ¿por qué le niega una pareja?, ¿qué creo yo que ella tendría que hacer para calmar la ira de Dios?, ¿Por qué su madre aceptó tener relaciones sexuales con su padre siendo éste una bestia?. . ..Me cuenta cómo el abuelo después de haber matado a una persona toma a su hija por mujer lo que lo coloca, junto con su padre que quiso abusar de ella, del lado de los pecadores que no se quieren arrepentir, y hace que ella fracase en su misión de salvarlos, me pregunta si yo creo que Dios los debe perdonar o no, si les corresponde un castigo y cuál sería la magnitud de éste

. . .

Yo me pregunto si soportada por la transferencia conmigo, ella podrá re-significar su historia subjetivamente en un re-ordenamiento que le permita vivir. Y con esa incertidumbre, con esa apuesta, con este deseo, me hago presente.

Concluyo diciendo que si el sueño es una realización de deseo en busca de interpretación, el delirio es la escritura trágica del deseo abortado, en busca lectores, como un cuadro siniestro de Goya, (Y pienso en Saturno devorando a su hijo) busca miradas.

Notas

1 Lacan J. Subversión del Sujeto. Escritos I. México, 1975 p. 327.

2 Lacan J. Le Seminaire III Les Psychoses, Paris, Seuil 1981 p.23l.Citado por Julien Philippe. Lacan et la Psychhoses: 1932-1976 Littoral 21. Eres. Paris, octubre 1986.

3 Allouch J. Il y a un Transfert Psychotique. Littoral 21, Eres, Paris, octubre 1986, p. 108

4 Allouch J. Il y a un Transfert Psychotique. Littoral 21, Eres, Paris, octubre1986, p. 105

5 Blanc-Sánchez Mireille. La Palabra Confiscada. Litoral 25-26 elp. Edelp. Córdoba, Argentina, abril 1998. p. 17-18

6 Vidal Raúl. Sobre un Guiño de Jacques Lacan. Litoral 26-26 elp. Edelp. Córdoba, Argentina, abril 1998, p. 132.

7 Lacan J. De Una Cuestión Preliminar a Todo Tratamiento Posible de las Psicosis. Escritos II, S. XXI, México, p. 235.

8 Viltard Mayette . Los Tres Puntitos del Síntoma . . . Seminario Inédito. México, D.F. julio de 1989.

9 Lacan J. Las Psicosis 1955-1956. Paidos, Barcelona, Buenos Aires, México 1984, p. 81

10 Allouch J. Ustedes están al Corriente hay Transferencia Psicótica. Litoral 7-8, Córdoba, Argentina, octubre 1986 p.64

 

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