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COLOQUIO
A CIEN AÑOS DE LA TRAUMDEUNTUNG
La interpretación de los sueños hoy

El hombre, sueño del hombre

María Isabel Ortigoza Capetillo

"...Es verdad, pues reprimamos ¿Qué es la vida? Un frenesí
por si alguna vez soñamos, ¿Qué es la vida? Una ilusión.
y si haremos, pues estamos una sombra, una ficción,
en un mundo tan singular. Y el mayor bien es pequeño;
que el vivir solo es soñar, y los sueños, sueños son..".

y la experiencia me enseña
que el hombre que vive sueña
lo que es hasta despertar...

LA VIDA ES SUEÑO, Calderón de la barca.

 

¿Y los sueños, solo sueños son?

La vida es sueño, escribió Calderón de la Barca, preguntándose por las dos existencias del ser, una realidad vivida y otra soñada. El hombre sueña durmiendo y vive soñando, difícil distinguir la vida figurada y la real. Sueño y vigilia: ¿a qué existencia corresponden?, ¿cuál es verdad y cuál es mentira?,¿qué lugar tiene en la vida anímica del sujeto? Cuestiones a las que Freud ha dado respuesta, mirando el sueño al estilo personal del investigador vienés y fundador del psicoanálisis. Y dijo "el sueño no se gasta en pequeñeces" 1, es la manifestación de un cumplimiento de deseo.

Escribir un trabajo sobre Die Traumdeutung a un siglo de distancia, significa hacer una cita, con Freud, su obra y su ser, como sujeto que se descubre y se construye, como hacedor de ciencia y como pensador preocupado desde siempre por la cuestión del fenómeno humano.

La pregunta filosófica sobre el ser, está en el comienzo mismo de la construcción de la nueva ciencia, que habría de subvertir la concepción del ser humano, como ser eminentemente de conciencia. Un espíritu especulativo guió siempre sus investigaciones. En mayo de l897, Freud escribe a Fliess: "Dos ambiciones me devoran: descubrir de que forma puedo asumir la teoría del funcionamiento mental... y en 2º lugar obtener de la psicopatología algún provecho para la psicología normal."

Objetivos se alcanzan en la construcción de la teoría sobre el sueño. En La Interpretación de los sueños, Freud, suma no solo sus habilidades como escritor sino también su espíritu científico y filosófico. De hecho, en este texto, da respuestas a las interrogantes, que sobre la estructura de los elementos del sistema psíquico, se había planteado desde l895, cuando escribe su Proyecto de psicología.

Me pregunto, ¿Freud está creando un proyecto de psicología, como una ciencia natural, que de cuenta del mecanismo psíquico de la mente y defina profundamente al ser humano, revelando así su verdadera naturaleza?

Freud, en el epígrafe de La interpretación de los sueños, nos hace una advertencia; anota Flectereee si nequeo superos, acheronta movebo, frase que traduce como remover el mundo subterráneo. Dice, lo más importante en la dinámica del sueño, el deseo rechazado por las instancias mentales superiores remueve al mundo mental subterráneo, (el inconsciente) para ser oído. ¿Sabe Freud que va a despertar a los demonios, cuando escuche los sueños de sus pacientes y deje al inconsciente hablar, sobre la verdadera naturaleza del hombre ?

Desde l895, Freud se preocupa por definir el fundamento arqueológico del psiquismo y por encontrar una cura para la neurosis. En este quehacer, sus pensamientos filosóficos, pasión de adolescente, nunca estuvieron fuera. Él lo dijo a Fliess en una carta del primero de enero de l897 "alimento en los más recóndito de mi mismo la esperanza de alcanzar ... mi primera finalidad, la filosofía".

Impulsado por este deseo primordial, la filosofía, Freud se pregunta por el fenómeno humano y la práctica científica de la cura. Y va al sueño como la manifestación más íntima, cotidiana y loca del hombre, pero también la menos objetiva de acuerdo a los discursos científicos de la época. Va a al sueño, a sus propios sueños, a los de sus pacientes, a los sueños en la literatura y en la historia. Quiere entenderse a sí mismo, a los demás, al ser humano. Se estaba gestando además, el primer análisis personal bajo, una vocación hacia la verdad, un deseo de saber sobre el propio sufrimiento y una ambición de ser.

Sin embargo a pesar de confesar su ambición filosófica, el camino que siguió no fue la filosofía sino la medicina y psicología profunda. Freud, le daba a la filosofía un significado especial; a la manera de la ilustración, consideraba que el filosofar de los metafísicos, solo conducía a abstracciones inútiles. Se sentía igualmente hostil a los filósofos, cuya concepción sobre la mente era fundamentalmente, referido a la conciencia.

A pesar de esto, en su texto, El interés del psicoanálisis (19l3), Freud dice: "En la medida en que la filosofía se edifica sobre una psicología, no podrá dejar de tomar en cuenta, y de la manera más generosa, los aportes del psicoanálisis... En particular, la postulación de las actividades anímicas inconscientes obligará a la filosofía a tomar partido y en caso de asentimiento, a modificar sus hipótesis sobre el vínculo de lo anímico con lo corporal... 2

En el texto que nos ocupa, Freud, no deja continuamente de convidar a la filosofía acerca de sus descubrimientos. ¿Está pensando, que el psicoanálisis puede ejercer efectos en el discurso filosófico? , ¿está elaborando una concepción del ser humano, que debíamos ver también desde la filosofía?

Freud encuentra en el sueño el camino que lo conducirá al alcance de su doble meta: su deseo especulativo filosófico y su interés epistémico. Juntos, le permitirían la elaboración de una teoría sobre la mente, misma que habla sobre la esencia del hombre, como ser de deseo.

Podría señalar, que en La Interpretación de los sueños, se alcanzan las ambiciones que abrasan a Freud. Este libro, dentro de la obra freudiana ocupa un lugar estratégico: Están aquí elaborados los pilares en que sustenta su teoría: El modelo del funcionamiento mental en sus dos componentes, el proceso primario y el proceso secundario; el germen de la teoría de la sexual y la teoría del deseo, por mencionar algunos. Elementos que son, la respuesta a la pregunta sobre la teoría de la mente y la naturaleza del ser. Por eso, para todo estudioso del psicoanálisis, para todo analista, la lectura del libro de los sueños es obligado.

La teoría sobre los sueños, no sólo es una teoría sobre los sueños. Freud va al sueño, mostrando a una comunidad científica el lugar que tiene como manifestación subjetiva, al hablar de la verdad sobre el ser. Freud hipotetiza y comprueba: en el sueño hay un saber, sobre el ser; en el sueño hay verdad. Después de Freud, el sueño es la vía regia que enlaza al hombre con su verdad.

Por Freud sabemos que el sueño, como lugar común, es también el más misterioso y extraño, es una memoria del hombre sin pasado ni presente, sin espacio, sin causalidad, sin contradicción, sin identidad y sin negación; que habla de la verdad del ser, aunque no toda, la verdad por sí misma es inalcanzable para el hombre, debido a la cualidad de ser sujeto del inconsciente.

Una verdad no revelada a simple escucha evidente que el profesor vienés, encuentra como descifrarla. Freud, como paleógrafo, traductor, arqueólogo, descifrador, interpreta sueños -más de mil sueños refiere en su obra- y nos enseña que es posible utilizar una técnica para hallar su sentido, su significación. Este es el mérito freudiano. El resultado es una ley general en psicoanálisis, una verdad que habla sobre la esencia del ser humano: El sueño es el cumplimiento.

El sueño es cumplimiento (disfrazado) de un deseo (sofocado, reprimido). 3 El ser humano es esencialmente un ser de deseo; en el sueño el hombre da forma al deseo, lo pone en imágenes, símbolos, jeroglíficos, acertijos, palabras, lenguaje, mismas referencias en las que Lacan va a leer la estructura del inconsciente.

El sueño es un mensaje enigmático, que proviene de un lugar, de lo reprimido, lo inconsciente. Al decir esto, Freud, conquista un territorio exclusivo para el psicoanálisis, a pesar, de que la literatura lo ha dicho: la posibilidad de mirar la verdadera naturaleza del ser humano, al concebir como actos propios al hombre, los inconscientes.

El descubrimiento del inconsciente trastocó todas las posiciones anteriores con respecto a la concepción de hombre. El psicoanálisis dice a la filosofía, que en el ser humano hay inconsciente; posición que contrasta, con una concepción conciencialista que considera la vida consciente del ser, como el punto central de lo psíquico.

La filosofía había ya manejado el concepto de inconsciente, pero el psicoanálisis se lo lleno de un contenido nuevo. El pensamiento moderno, no puede soslayar la modificación que Freud introduce a la concepción de hombre y de la historia humana. El hombre es un ser de deseo, el viaje por la vida es imposible sin deseo. El hombre es y se relaciona con otros y el mundo dentro de una dialéctica de deseos.

El hombre sueña, se sueña en su ser, -ser de deseo- se sueña cumpliendo su deseo, se sueña deseado y deseando ser. El hombre se sueña a sí mismo en su esencia, para llegar a ser o no en su deseo. El hombre es de esta manera, un sueño del hombre.

William Shakespeare dijo: "somos de la misma sustancia de la que están hechos los sueños y nuestra breve vida está encerrada en un sueño."

El deseo es lo que impulsa al hombre a vivir, está en sus palabras, sus gestos, acciones es lo más enigmático de su conducta, está en el sueño, en la enfermedad, en el sufrimiento, el placer, goce locura. ¿Cuál es su lenguaje?, ¿cuál es su gramática?, ¿a qué reglas obedece?, ¿de qué manera instaura las relaciones entre el ser y el otro?, deseo y ser ¿cómo se relacionan?, ¿desear para ser y ser para desear?, ¿es posible ser lo que uno es al acceder al deseo propio?, ¿el hombre ha sido y vivido en el reconocimiento de su deseo?. Son estas preguntas que han ocupado pensamiento y vida de Freud y Lacan.

El ser en esencia es un ser de deseo. Freud ha dicho , el deseo, están eternamente presente en el hombre, arraigado en sus raíces de origen infantil, y de esencia eminentemente sexual.

Es un deseo inconsciente; en lo inconsciente nada termina, nada es olvidado. Es un deseo inconsciente que se cumple de alguna manera en el síntoma y se hace evidente en las demás formaciones de inconsciente, con un mismo mecanismo, como señales y sustitutos de una satisfacción pulsional que no se realizó. Lo que se busca satisfacer es solamente una representación fantasmática, pues, el deseo no depende de un objeto concreto sino de uno que el niño ha alucinado.

Lacan, a ese objeto inasible, lo concibió como objeto causa del deseo, objeto a; objeto que dice de algo innombrable y refiere a una ausencia; objeto a, único objeto capaz de responder a ese deseo-objeto, perfilado; objeto perdido, que deja un hueco para ser ocupado por cualquier objeto en la satisfacción de la pulsión, aunque ésta última no tenga fin sino en el camino del circuito de retorno de la pulsión a su fuente.

Objeto a, simulacro, semblante de los bordes de los objetos de los que el niño se separó, pecho, heces, voz y mirada; objeto a, que responde porque sí a la pregunta de ¿quién ese otro que para ser me deseo, me constituyó en ser de su deseo, de ser para el deseo, que anima mi deseo, y no sé qué es, ni cómo es, ni cómo conseguirlo, más habita dolorosa y placenteramente en mí?

El hombre cuando sueña desea. Ciertas fuerzas soterradas, indomeñadas e irracionales, subyacen en el sueño, cuando el organismo lucha por reducir las excitaciones, pero también activa recuerdos de antiguos placeres. Por eso, el soñante crea imágenes desfiguradas, distorsionadas, mudadas, absurdas y locas, a consecuencia de la severidad de la censura onírica. Por eso, el deseo se cumple disfrazado, pues es, un deseo reprimido.

La esencia del deseo, de acuerdo a la explicación freudiana está dentro de un dinamismo que encuentra su modelo en la primera experiencia de satisfacción. Huella mnésica que orienta al sujeto al alcance de un objeto capaz de brindar semejante satisfacción; búsqueda infructuosa ya que este deseo no tiene objeto en la realidad.

En este dinamismo, la madre lee en el llanto del niño una demanda desde su propio universo discursivo, así inscribe al niño en un mundo simbólico, de lenguaje. La madre como Otro, un Dios, Das ding ( la cosa ), la cosa que falta y hacia donde el deseo se dirige, escribe en el cuerpo del niño sus propios deseos. Así, el pequeño queda irreductiblemente signado en el deseo del Otro, en el hogar de los significantes del Otro.

En el orden del deseo, siempre subsiste para el sujeto deseante perpetuamente insatisfecho en lo más íntimo, un objeto destinado a ser negado y devorado, que deja lugar una vez destruido, a otros objetos. En consecuencia, el objeto del sujeto deseante está siempre en otra parte, mantiene en si, un fondo inescrutable para el sujeto que hace que este lo persiga una y otra vez , y siempre se le escape, como en el movimiento de éros platónico:

Cuando Alcibiádes, hace su terrible confesión de amor, en la que mira a Sócrates en el lugar de eromenos, dice de su coraje de hombre herido, insultado, deshonrado y mordido por una extraña herida. En este discurso, forja una presentificación del objeto de su fantasía, allí donde se encuentra la causa de su deseo. El elogio que hace a Sócrates, produce ese objeto que Lacan denomina objeto a. Alcibiádes no pide signos de amor, hay algo que quiere más allá del amor, más allá de la imagen de Sócrates, un resto, algo que sostiene la imagen.

Freud, para l9l9 dice además que el deseo, se repite. El deseo del hombre atenta contra sí, no busca su bien sino su destrucción como una manera de tender hacia el estado primigenio, el retorno al origen, el reposo total, lo inanimado, como una muerte que marca la compulsión a la repetición y como un deseo que insiste en sus demandas, en sus acciones y destrucciones.

Freud, transforma su manera de concebir al hombre, al mostrar con la pulsión de muerte la insistencia de la muerte en la vida del hombre. Eros y Tanátos están ahí sosteniendo el deseo humano, impulsando espantosamente al hombre, hacia la vida y hacia la muerte. La muerte habla en el discurso del hombre, en el síntoma, en su goce, en el acto mismo, en los campos de concentración, las bombas nucleares, el asesinato, la destrucción , explotación de los niños, la distorsión y experimentación en el cuerpo humano etc. El deseo está en relación de fundición con la muerte, más allá de todo lo que sea del orden del Bien, de los ideales, del alcance de la felicidad, a costa de la salud; está ahí, como un deseo de ser-para-la-muerte.

Octavio Paz ha dicho :"El deseo... atraviesa los cuerpos, los vuelve transparentes. O los aniquila. Más allá de ti, más allá de mi...más allá del cuerpo... es algo más... Más que la historia, más que el sexo, más que la vida, más que la muerte".

Freud, descubre la esencia humana de deseo y la naturaleza de su proceso y Lacan va a leerla con evidentes matices filosóficos, lo que da al concepto una categoría más abstracta. El concepto de deseo en Lacan, tiene una posición central en su teoría. Él sigue a Spinoza al sostener que, "el deseo es la esencia del hombre".

Lacan define el deseo utilizando diferentes explicaciones, mencionaré solo algunas:

EL DESEO, NO ES DEL ORDEN DE SATISFACER UNA NECESIDAD, ni tampoco la demanda de amor sino la diferencia , un excedente que resta cuando el hombre articula la necesidad en la demanda. Por eso el deseo, a diferencia de la necesidad no puede ser satisfecho, su presión es permanente y eterna. Por eso la satisfacción del deseo no consiste en realizarlo sino más bien reproducirlo como deseo. En los cuentos populares se recrea la ilusión de la posibilidad de realizar tres deseos mismos que en todas las historias, al no encontrarse El deseo, se gastan en cualquier cosa.

EL DESEO ES, EL DESEO DEL DESEO DEL OTRO. Es un deseo de ser, el objeto de deseo del otro, que en cada manifestación retoma el modelo primero en el que el niño desea ser o no, el falo para la madre para satisfacerla en su deseo. Deseo al que renuncia aceptando la castración.

La madre pide al niño se coloque en el lugar del falo, lugar de completud; es un lugar imposible, de muerte, que devoraría al niño y lo petrificaría; es un lugar que solo podría ser ocupado solo en la locura y la muerte.

El deseo de ser el falo de la madre es jugado dentro de la dialéctica de la estructura edípica. Lacan coloca al falo en el lugar del significante del deseo del Otro. En torno a él los hombres de subjetivizan, se constituyen como seres de deseo, dentro de una dialéctica también de deseos.

EL DESEO ES, UN DESEO INDIVISO, ESTRECHAMENTE VINCULADO CON LAS PULSIONES, como manifestaciones parciales de deseo, que otorgan tal como lo señaló Freud, un carácter perverso y polimorfo a la sexualidad; origen paradójico del deseo sexual.

EL OBJETO DEL DESEO HUMANO, ES UN OBJETO DESEADO POR ALGUN OTRO. El objeto no interesa en sí sino simplemente el hecho de que sea deseado por otro. El deseo humano es mediado por otro que se dirige hacia el mismo objeto. Deseamos lo que los otros desean por que ellos lo desean. Corresponde a una de las formas de elección amorosa, la del tercero perjudicado, desear a la mujer que no es libre, mencionada por Freud en Las contribuciones a la psicología del amor.

EL DESEO ES, DESEO DEL OTRO. Deseo del otro que reclamo, alucino e imagino; presencia que angustia cuando el sujeto es confrontado con el deseo de otro y no sabe que objeto es él para su deseo; deseo infantil de madre, por eso imposible siempre satisfacerlo; permanece a la expectativa y se contenta con dosis sustitutivas, con satisfacciones parciales, alucinaciones de la formas de objeto de deseo, de partes y de bordes de objetos. El deseo bordea al objeto en un juego sin fin.

Es un deseo insoportable que protege al sujeto contra la tendencia humana, por decirlo así, que habita en todos de buscar el borde extremo, el punto de ruptura, la experiencia límite, el tocar fondo, la satisfacción absoluta, el incesto, para decirlo abreviado, el goce del Otro. El deseo alucinando, es sin duda intolerable, más sabe protegernos, deteniéndonos en el camino de un goce mil veces más inadmisible.

Todas la satisfacciones del deseo solo pueden ser alcanzadas en pequeñas dosis, ganadas en el camino de la vida y en la promesa del alcance de la satisfacción absoluta, plena, total, jamás cumplida.

EL DESEO SIEMPRE ES, DESEO DE OTRA COSA. Es un deseo pospuesto en una cadena metonímica, en un largo deslizamiento a veces ilusorio y otras terrorífico, cruel, abismático, y loco; Es un deseo no ligado armoniosamente a un objeto preestablecido; es deseo de otra cosa, de lo que falta al sujeto, de ese objeto primordial , perdido, fantasmático; siempre es deseo de otra cosa. Por esto, es un objeto inalcanzable en la realidad, es deseo histérico, condenado a ser insatisfecho, jamás realizado plenamente si no es en la fantasía, la ilusión y el síntoma mismo.

EL DESEO, PROVIENE DEL CAMPO DEL OTRO, DEL INCONSCIENTE. Es un deseo que nace solo en relación con el Otro, mensaje emitido desde el lugar del Otro, demanda de presencia o ausencia que se sitúa más allá de las necesidades que puede colmar. Demanda de un Otro al que se le otorga el privilegio de satisfacer plenamente las necesidades y que también las priva de lo único con que se satisfacen, del don que no tiene, del amor .

EL DESEO ES, UN DESEO FANTASMÁTICO; deseo inconsciente dramatizado que Freud halló en la escena de seducción fantasmática, imaginarizada por la histérica. Tiempo después dirá Lacan, un fantasma, empleado para velar la falta del Otro. Fantasma fundamental inconsciente, que permite al sujeto sostener su deseo. Fantasma neurótico formalizado por Lacan y, aparece en el grafo del deseo como la respuesta del sujeto al deseo enigmático del Otro, como un modo de hacer la pregunta sobre, qué es lo que el Otro quiere : Che vuoi?, ¿Qué quieres de mi?

LA RELACION SEXUAL, OCUPA ESE CAMPO CERRADO DEL DESEO, señala Lacan, "el sujeto, lo mismo que el otro para cada uno de los participantes en la relación, no pueden bastarse por ser sujetos de la necesidad, ni objetos del amor, sino que deben ocupar el lugar de la causa del deseo" 4. En el amor, se trata de ser para el otro, en su deseo lo que no se es y, ser y dar, para otro que no es sino en mi deseo. Amar es esa ilusión que reemplaza la ausencia de una armonía entre los sexos (il n´y a pas du rapport sexuel ).

Sin embargo, esta verdad, no impide que los hombres y las mujeres cada día escriban historias de amor, citen al deseo en sus cuerpos, inventen lazos eróticos y alcancen el goce sexual, como un olvido de sí mismo y del mundo, como una pequeña muerte; así llamó J. Alouch al orgasmo, en su último seminario en México.

EL DESEO ES, UN DESEO QUE DIVIDE AL SUJETO, por ser sujeto del inconsciente, por no ser otra cosa que deseo del otro, por ser fundamentalmente sujeto de lenguaje, sujeto escindido, en falta.

EL DESEO ES, UNA RELACIÓN DEL SER CON LA FALTA. Es una falta la que causa que surja el deseo. Lacan dice, que el deseo es la metonimia de la falta, un anhelo de ser. Lo que el sujeto desea es, ser el mismo.

La falta de ser, no es la falta de esto o aquello, sino la falta de ser, por la cual el sujeto existe. La falta de ser es el núcleo de la experiencia analítica.

Finalmente me preguntaré: ¿Es el psicoanálisis una clínica del deseo?

El análisis lleva al sujeto, a reconocer la verdad sobre su deseo, solo esto es posible cuando lo articula en la palabra. "Solamente una vez formulado, nombrado en presencia del otro, ese deseo, sea cual fuere, es reconocido en el pleno sentido del término" 5. Lacan ha dicho, " No solo se trata de reconocer ese deseo, al nombrarlo el sujeto, crea, engendra, una nueva presencia en el mundo" . 6 ¿Es posible para el hombre reconocerse en su deseo?, ¿es posible asumirlo?, ¿Al asumir su deseo, el hombre se crea y recrea en su ser y en el mundo?

.De esto justamente, Freud nos habla en Die Traumdeutung: el hombre es un ser de deseo; su deseo lo disfraza, lo hace hablar en el cuerpo, lo distorsiona, lo niega, lo forcluye, lo reprime, lo censura, lo repudia, lo hace acto y lo actúa. No se lo permite, pues, está censurado por la realidad... pero también accede a él... en el sueño... es posible... acercarse a su realización o también a procurar su mantenimiento.

El psicoanálisis es una clínica del deseo, cuya ética analítica se resume en la pregunta que hace Lacan en su Seminario, La ética del psicoanálisis: ¿Hombre, has actuado en conformidad con tu deseo? .

El psicoanálisis es una clínica del deseo, cuya ética repudia los ideales del Bien, incluso de la felicidad por los propios del sujeto, que no se vincula al bien del placer, debido a la duplicidad contradictoria de éste.

Y el psicoanálisis es una ética del deseo, que convoca al sujeto a enfrentar la relación entre sus acciones y su deseo, en la inmediatez del psicoanálisis que se juega porque el sujeto ceda en su deseo.

Concluyendo diré: la verdad del hombre está en su deseo, ¿en qué sentido, el hombre para ser tal asumirá su deseo, más allá de los discursos de verdad, poder, moral, fe, ciencia, salud, vida y muerte?

Lacan se pregunta y como toda pregunta que se hace el sujeto, incluye su propia respuesta.

"¿ La terminación del análisis, la verdadera,... la que prepara para devenir analista, no debe enfrentar en su término al que la padece con la realidad de la condición humana.? ... el desamparo, en el que el hombre en esa relación consigo mismo que es su propia muerte - pero en el sentido en que ... no puede esperar ayuda de nadie" 7.

Respuesta nada halagadora, que confronta al hombre con una verdad acerca de su propia fragilidad, no solo la de su cuerpo signado biológicamente, sino la de la vida anímica que lo hacer estar pendiendo siempre de la búsqueda absoluta de lo que le es negado, al acceder paradójicamente como ser deseante. Pero que, de cualquier manera lo sostiene, por su naturaleza de ser un deseo insaciable.

Las preguntas centrales en este trabajo, que a propósito he reservado para el final, y con respecto a la celebración de cien años de la publicación de la Interpretación de los sueños son:

Primero: ¿Quién mejor que Freud, que ha confesado sus sueños y escuchado bien a los de sus pacientes?, ¿quién mejor que Freud, que supo encontrar el hilo que une al hombre con su verdadero ser?, ¿quién mejor que Freud, que hace lucir en el sueño la manifestación de deseo, deseo en que el hombre se sostiene en su íntima esencia, reconstituyendo así la imagen tradicional del hombre?.

Segundo y último: ¿ Es La interpretación de los sueños, un libro en que ha de mirarse el pensamiento filosófico del fundador del psicoanálisis? Y ¿Podría la filosofía ver este libro como un texto filosófico, retomar el saber psíquico del inconsciente y replantear la representación de la relación en que está el hombre, como un ser de deseo, en el mundo y con su propio cuerpo ?

Notas

1 Freud, S: "Interpretación de los sueños" en Obras completas, volumen 5, Amorrortu editores, Buenos Aires, l99l, p. 578.

2Freud, S: "El interés por el psicoanálisis, en Obras completas, Amorrortu editores, Buenos Aires, l99l, pp. l8l - l82.

3Ibíd., p. 177.

4 Lacan, J: "La significación del falo" en Escritos 2, Siglo XXI editores, México, l988, p . 67l.

5 Lacan, J: "Escritos técnicos de Freud" en Seminario 1, Ed. Paidós, México l995, p. 183.

6 Ibíd., Seminario 2, p. 228 -229.

7 Lacan, J: "La ética del psicoanálisis", en Seminario 7, Ed. Paidós, México, l995, p. 362.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

Assoun, P. L: Freud, la filosofía y los filósofos, Ediciones Paidós, Buenos Aires, l982.

Evans , D: Diccionario introductorio de psicoanálisis lacaniano, Ed. Paidós, Buenos Aires, l997.

Dor, Joël: Introducción a la lectura de Lacan, Ed. Gedisa, Barcelona l995.

Freud, S: Obras completas, Ediciones Amorrotu, Buenos Aires, l988.

______ "La interpretación de los sueños"

______ "El interés del psicoanálisis".

______ "Conferencias de introducción al psicoanálisis".

______ "Fragmentos de la correspondencia con Fliess".

______ "Proyecto de psicología".

______ "Contribuciones a la psicología del amor".

Lacan J: Escritos, 1,2, Siglo XXI editores, Argentina l988.

______ " La significación del falo".

______ "La posición de inconsciente".

______ " La dirección de la cura y los principios de su poder".

Lacan, J: El seminario, Ed. Paidós, México l995.

______ " La ética del psicoanálisis".

______ " Los escritos técnicos de Freud".

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