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Historias que hacen Historia

Russell

Benito Mario Guerstein
bubi@terranet.com.ar

Al Doctor Alfredo G. Ceballos

El año 32 encontró a Bertrand Russell con sesenta años, y a su segunda esposa, Dora Black, fracasando en un proyecto educativo (escuela Beacon Hill): por lo revolucionario del sistema, por la incomprensión de todos, y especialmente de los padres de los alumnos, que los retiraban del establecimiento. De su primer matrimonio con Alys Pearsall Smith, que duró desde 1894 hasta el 10, no hubo hijos. Con Dora Black tuvo dos hijos: John Conrad y Katherine Jane, en el 21 y en el 23, respectivamente.

Nombres importantes en su vida hasta entonces, y algunos de ellos

después, fueron G. E. Moore, Albert Einstein, Ludwing Wittgenstein, Eduard Schröeder, Max Planck, Frege, Alberto Peano, Sigmund Freud, Edmund Hüsserl, Ernest Rutherford y Alfred North Whitehead: científicos, filósofos, ensayistas e intelectuales. En Russell se sumaron todos ellos, más otros, en una de las personalidades más polifacéticas y fascinantes de nuestro siglo. Quizá la más polifacética , fascinante y completa de todas.

Pero en el 32, a los sesenta años de Russell, se inició una lucha por casi treinta y ocho años más, ininterrumpida, una lucha quebrada por la muerte . Trataré de reseñar a grandes trazos esos asombrosos y fecundos treinta y ocho años.

Hasta el 38 Russell pasó años negativos, que consistieron en el abandono del plan educativo, en el divorcio de su segunda esposa y en el intento de regresar a la Universidad de Cambridge, de la que había sido expulsado en el l6, por sus actividades liberales. Intento vano. En lo internacional, la sombra de la bestia nazi que se cernía sobre Europa y el mundo, tenía a mal traer a los pacifistas más esclarecidos. En el 37 publicó "The Amberley Papers". Se radicó entonces por seis años en Estados Unidos, primero en Chicago, después en Los Angeles (California), como profesor invitado de filosofía y como profesor titular de filosofía. En el 40, aceptó ser profesor en el City College de Nueva York, pero por sus ideas fué rechazado por la reacción clerical, en una verdadera "caza de brujas": acusado de ser "lascivo, libidinoso, sensual, erotomaníaco, irreverente, corto de miras, falso y carente de fibra moral". Pudo dictar cátedra de historia de la filosofía en Pensilvania hasta el 43 y por breve lapso en Princeton, donde vivía Einstein. En el 44, volvió a Inglaterra invitado por la Universidad de Cambrigde, que lo tuvo fuera de sus claustros cerca de treinta años. Aceptó, ocupando las habitaciones "de" Isaac Newton. Con respecto a la lucha contra el nazismo, opinó por primera vez en contra de métodos pacifistas: "había que pelear y no pactar".

En el 45, publicó "Historia de la filosofía occidental", y advirtió sobre el peligro de las armas atómicas, postura que mantuvo los veinticinco años siguientes. En el 48, en Noruega, se salvó nadando cuando el hidroavión que lo llevaba cayó. Se ahogaron diecinueve pasajeros. Tenía setenta y seis años.

En el 49, sus conferencias contra el peligro atómico, por la BBC de Londres, conmocionaron al mundo. En el 50 le fué otorgado el premio Nóbel de Literatura. En el 52, contrajo matrimonio por cuarta vez, con Edith Finch, y publicó "El impacto de la ciencia en la sociedad". En el 54, en la BBC de Londres, expuso sus conferencias sobre "El peligro del hombre". Era la forma más rápida de llegar al gran público, por la urgencia de las cosas. En el 57, es famosa su carta a los líderes de Oriente y Occidente.

En el 58, fue protagonista en la Campaña por el desarme nuclear, y obtuvo el premio Kalinga por sus aportes científicos. En el 60, fué presidente del "Comité de los 100", por la Paz..

En el 61, estamos el momento más conmovedor de nuestro recuerdo de Russell: lo vemos sentado en la vereda del Parlamento inglés, a la intemperie, en una huelga de hambre, como acto máximo de desobediencia civil, y contra las actividades atómicas de los británicos. Fue condenado a sufrir seis meses de prisión, reducidos después a seis días, por razones de salud. Tenía noventa años.

En el 62, participó activamente en la famosa crisis de Cuba, o de los misiles, gestionando a ambas puntas (Estados Unidos y la Unión Soviética) hasta su solución. Nunca, ni antes ni después, dejó de señalar los peligros de las armas atómicas y de luchar por el desarme. En el 63 se crearon las fundaciones Russell y Atlántica para la Paz. Frente a la guerra de Vietnam, participó por todos los medios para enjuiciar por los crímenes cometidos en esa guerra, hasta el 66. También intervino para la cese de hostilidades entre árabes y palestinos, y entre chinos e indios.

Entre el 67 y el 69 escribió su "Autobiografía", en tres tomos.

El pensamiento vivo de Russell consistió en la difusión de una cultura que invitaba a cada uno a revisar sus propias ideas y a la mutua tolerancia. Sostuvo siempre que la ciencia por sí sola no es suficiente para la felicidad, ya que debe ir de la mano del arte, del amor y del respeto entre todos.

El 31 de enero del 70 dict ó un muy enérgico mensaje, para ser leído en un congreso internacional, falleciendo dos días más tarde.

Bahía Blanca, octubre, 2000

Dr. Benito Mario Guerstein

bubi@terranet.com.ar

 

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