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Número 27 - Mayo 2011

Retos actuales de las Universidades de Mayores en España

Juan Lirio Castro, Enrique Arias Fernández y Esther Portal Martínez.
Universidad de Castilla La Mancha.

Resumen

El presente artículo presenta un análisis de la tipología de programas universitarios de mayores en España en lo referido a aspectos tanto organizativos como didácticos. Además se señalan los puntos fuertes y débiles de los mismos con la intención de ofrecer tanto los logros de este tipo de enseñanza como las cuestiones a resolver para mejorar la calidad de los mismos y adecuarse así a las demandas y desafíos que en la actualidad se exigen a la formación de personas mayores.

 

1 - Introducción.

El presente trabajo presenta la evolución de las Universidades de Mayores en España analizando tanto los aspectos positivos así como aquellos a mejorar de estos programas. Finalmente se plantean los principales dilemas y retos que los mismos deberán resolver si se quiere avanzar hacia unos programas educativos de mayor calidad y que generen a su vez cambios internos y nuevas propuestas pedagógicas y sociales a partir de estos programas ya existentes.

2 - Objetivos.

Los objetivos de este trabajo se centran en conocer las características principales de las Universidades de Mayores de España tanto en su dimensión organizativa como didáctica para aproximarnos a los puntos fuertes y débiles de esta propuesta educativa y poder reflexionar sobre las posibilidades y retos a que los mismos se enfrentan en la actualidad.

3 - Metodología.

Los datos que se presentan a continuación han sido extraídos de las páginas web de los respectivos programas, del análisis de documentos institucionales a través de un análisis de contenido y/o de entrevistas telefónicas con los responsables de los mismos. Toda esta información ha sido volcada en una rejilla modelo, siendo recogida toda la información analizada de 52 Universidades de Mayores entre los meses de enero-mayo de 2004.

4 - Marco teórico.

Dada la temática que aborda, este trabajo se enmarca dentro del ámbito de la gerontología educativa dado que la misma se encarga del estudio y la práctica de la educación y el aprendizaje en la vejez (Peterson, 1976).

Por ello, el análisis y estudio de la organización y cuestiones educativas de las Universidades de Mayores, nos va a permitir conocer tanto la influencia que dichos aspectos pueden tener en el aprendizaje de los universitarios mayores así como la visión que sobre la educación de las personas mayores se trasmite desde dichos formatos educativos.

Creemos que sólo del análisis y evaluación de nuestros programas educativos conseguiremos avanzar en la mejora de los mismos e iniciar el camino de la investigación sobre la educación universitaria de las personas mayores así como de su aprendizaje.

5 - Proceso de análisis.

El proceso de análisis ha consistido en lo siguiente: en primer lugar se ha procedido a analizar la información de cada Universidad de Mayores volcándola en una rejilla en la que se refieren todos los aspectos a analizar. Posteriormente se elaboró una rejilla en la que aparecían los datos de todas las Universidades de Mayores analizadas, transformándola en porcentaje para poder cuantificar cada uno de los aspectos y tener una visión global de los mismos en nuestro país.

6 - Resultados.

6.1. Aspectos Organizativos.

Los aspectos analizados en los diferentes programas universitarios de mayores españoles han sido los siguientes: Pertenencia a organismo público o privado, número de sedes del programa, tipo de programa, número de cursos, si presentan o no segundo ciclo de estudios, realización de actividades complementarias, si realizan otro tipo de programas y si en el programa universitario de mayores aparecen temas específicos sobre vejez o envejecimiento.

Con respecto al organismo del que dependen los programas universitarios de mayores el 94 % de los mismos están vinculados a las diferentes universidades españolas y el 6 % dependen de otras instituciones públicas o privadas como por ejemplo organizaciones no gubernamentales o fundaciones.

De las mismas el 81,25 % son universidades públicas mientras que el 18,75 % dependen de universidades privadas.

En cuanto al tipo de programa podemos comprobar que el modelo mayoritario es el de programa específico, es decir, un programa adaptado especialmente para los mayores y dirigido a ellos incluso en aulas distintas a las de la universidad ordinaria. Esto representa el 76 % del total de los programas. Por otra parte el 11,8 % son programas estructurados en conferencias o lo que se viene denominando "modelo catalán". El 3, 9 % son programas integrados y finalmente el 7,8 % se refiere a programas mixtos (parte específica y algunas asignaturas integradas en las titulaciones de la universidad correspondiente) o se refiere también a universidades que simultanean programas específicos e integrados.

En relación al número de sedes podemos comentar lo que sigue, la concentración mayor se agrupa en una sede representando un 48 % del total, seguida de cuatro sedes con un 14 %, dos sedes el 12 %, seis o más sedes 8 %, tres sedes el 6% y finalmente con cinco sedes 0,2 %.

El número de cursos que presentan los programas puede observarse en la siguiente tabla:

Fuente: Elaboración propia

Como se puede comprobar la tendencia mayoritaria es la de ofrecer tres cursos en los programas universitarios de mayores lo que representa el 63 % siendo los menos representativos los programas que ofrecen cuatro o cinco cursos (ambos representan un 4 % del total).

En relación a estudios de segundo ciclo, podemos afirmar que tan sólo un 23 % presentan estudios de este tipo que suelen concretarse en un cuarto y quinto curso. De éstos, un 50 % son programas integrados.

Sobre las actividades complementarias podemos decir que un 61,5 % de los programas si las desarrollan, siendo probable que el resto de programa también las desarrollen a pesar de que en su información institucional no lo hemos encontrado.

En cuanto al porcentaje de programas que entre sus contenidos presentan temas específicos sobre la vejez o el envejecimiento encontramos que el 21,15% si presentan este tipo de contenidos.

Como síntesis, además de lo comentado anteriormente, podemos añadir que la mayoría de los programas depende de algún vicerrectorado (generalmente extensión universitaria u ordenación académica o alumnos), careciendo en casi su totalidad de una legislación por la que se rigen. A su vez la mayoría de los programas universitarios de mayores desarrollan sus actividades en el campus universitario.

Velázquez y otros (1999) añaden que la mayoría presentan precios de matrícula bajos, y están financiados por distintas instituciones (las propias universidades, el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, Consejerías, Diputaciones, Ayuntamientos y otras instituciones).

También, la mayoría tienen un responsable bajo la denominación de coordinador o director así como un gran número de profesores y utilizan los profesionales de administración y servicios de la propia universidad.

Por tanto, después de lo analizado podemos afirmar que el prototipo de Universidad de Mayores en España sería aquella que presenta un programa específico, dependiente de una universidad pública, con tres cursos de duración y una sede. Que además presenta un programa de actividades complementarias y mayoritariamente aborda contenidos sobre humanidades y culturales, siendo minoritarios aquellos pr ogramas que abordan temas sobre la vejez o el envejecimiento.

 

6.2. Aspectos didácticos.

En relación al tipo de contenidos, Alfageme y Cabedo (2005) mantienen que los contenidos educativos más característicos de los PUM son las humanidades, seguidos por temas de salud y de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Además afirman que temas fundamentales como el del envejecimiento o la muerte ocupan un lugar marginal en estos programas.

En cuanto a los objetivos que persiguen los programas, aún constatando su diversidad, la mayoría confluyen en aspectos como favorecer el intercambio generacional, eliminar mitos sobre los mayores, potenciar la participación de los mayores, contribuir a su calidad de vida y desarrollo personal a través del enriquecimiento de la cultura.

En relación a la metodología didáctica los programas que la reseñan inciden en su dimensión teórico-práctica.

En cuanto a la evaluación encontramos que un 50 % manifiestan no realizar evaluación sistemática frente al 50 % que sí la realizan.

Con respecto a las relaciones intergeneracionales alrededor del 55 % manifiestan que sí las mantiene. Y en relación a la valoración del programa el 80 % lo valoran positivamente.

La investigación es la asignatura pendiente de estos programas ya que únicamente el 30 % manifiesta desarrollar algún tipo de investigación. Igualmente el número de publicaciones es bajo.

En cuanto a las previsiones de futuro, la mayoría de universidades se plantean continuar la formación iniciada a los mayores, bien a través de programas específicos, integrados o mixtos. A su vez también barajan la posibilidad de que los mayores sigan vinculados a la Universidad a través de asociaciones de antiguos alumnos, crear programas de voluntariado de mayores u otro tipo de programas.

 

7. Conclusiones.

Después del análisis realizado se pueden señalar tanto aspectos positivos o logros conseguidos como aspectos a mejorar en este tipo de programas.

En cuanto a aspectos positivos lo primero que podríamos señalar es la gran expansión de este tipo de programas. Coincidimos con Alfageme y Cabedo (2005) cuando afirma que este tipo de programas son ya una realidad social incuestionable. Tanto es así que estos autores afirman que hoy día más de 30.000 mayores están matriculados en las universidades de mayores. Además, Arnay (2003) recuerda que hoy existen en España alrededor de 54 Programas Universitarios de Mayores.

Yuni (2000) añade que gracias a esta expansión de los programas universitarios de mayores se ha producido la visibilización de este campo (la educación de las personas mayores) lo que ha permitido el desarrollo de un trabajo de reconceptualización y de reflexión que ha generado una abundante producción de literatura especializada. En este sentido podemos recordar también el Encuentro Nacional de Programas Universitarios de Mayores que se viene realizando con bastante periodicidad y que ha permitido no sólo difundir este tipo de enseñanzas, si no también presentar resultados de investigación e intercambiar y reflexionar sobre lo que se está haciendo en dichos programas y como mejorarlos.

Otros aspectos positivos consisten por un lado en la heterogeneidad de estos programas, lo que les permite adaptarse a las circunstancias específicas que les rodean; y por otro lado, la positiva valoración de los mayores participantes de estos programas.

En cuanto a los aspectos débiles o a mejorar de este tipo de programas podemos mencionar entre otros el tema de la financiación. En este sentido los autores reconocen como negativo la inestabilidad (Lorenzo, 2003), así como la dependencia e insuficiencia de la misma (Sánchez Martínez, 2003 y Álvarez, 1998).

También reclaman los responsables e investigadores la inexistencia de regulación educativa (Lorenzo, 2003; Bru, 2010) como una falta de discusión y fundamentación para poder alcanzar el reconocimiento oficial (Alfageme, Cabedo y Escuder, 2003). En esta línea también Arnay (2003) expresa una pasividad por parte de las administraciones.

Yuni (2000) y Sánchez Martínez (2003) coinciden en señalar como destinatarios "modelo" de este tipo de programas a las clases medias, olvidando otros grupos como los menos favorecidos socialmente y los discapacitados entre otros. También Yuni (2000) afirma que a pesar de que el público mayoritario de este tipo de programas son las mujeres existe una ausencia de trabajos sobre la perspectiva de género.

Rojas y Ruiz (2006) señala como problema la continuación de los estudios.

Yuni (2000) insiste en que existe una tendencia al asistencialismo y a lo que el autor denomina "tutelaje" en el sentido que los programas recurren a un "modelo escolar" en el que a los estudiantes mayores más que como agentes y protagonistas de su aprendizaje se les trata como "clientes" o receptores del mismo. Idea que comparte Sáez (2005) cuando afirma que la orientación predominante en estos programas es la tecnológica, de marcado carácter instruccionista y funcionalista, donde el proceso de intervención es diseñado y aplicado por unos profesores sobre y no con las personas mayores, viéndose el mayor como un receptor.

Quizás este mismo planteamiento es el que lleve a Guiaro y Sánchez (1997) a afirmar que en nuestro contexto los programas universitarios de mayores son programas de primera o segunda generación, es decir, de tipo asistencial o centrados en el ocio, no verdaderamente educativos.

Finalmente Velázquez y otros (1999), Sáez (2005) y Lemieux (1997) recuerdan la falta de investigación así como la falta de análisis de la idoneidad de dichos programas (Sánchez, 2003).

Alfageme, Cabedo y Escuder (2006) afirman que no se puede hablar de una evolución clara hacia un modelo determinado de programas educativos. Más bien se diría que responden a realidades y objetivos diferentes, más o menos explícitos. Es más, estos autores, afirman que estamos ante una cuestión de necesidades y oportunidades educativas que reclama un despliegue de modelos y medios variado y flexible.

Alfageme y Cabedo (2005) afirman que parece conveniente que los programas universitarios para mayores mantengan un carácter abierto y conexiones con líneas de investigación relevantes.

Fernández y Orenes (2006) afirman que la educación permanente plantea un triple desafío que lógicamente también tienen los programas universitarios de mayores: para los alumnos, descubrir nuevas posibilidades de aprendizaje y establecer nuevos vínculos; para la institución, crear un espacio para un sector de la comunidad que no aspira a obtener un título; y para los docentes, ser capaces de enseñar a una población con diversidad de conocimientos previos y al mismo tiempo aprender de sus educandos.

Por todo lo anterior, creemos que estos programas deberán renovarse constantemente para adaptarse a una sociedad en perpetua evolución. Así, para Lemieux (1997, 139): "Aún cuando los estudios no desemboquen en un futuro profesional, ofrecen a los mayores la posibilidad de adquirir conocimientos, habilidades y actitudes que permiten la continuidad en la participación social".

 

8. Referencias Bibliográficas

Alfageme, A. y Cabedo, S. (2005). Los programas universitarios para mayores. En S. PINAZO y M. SÁNCHEZ (Dir), Gerontología. Actualización, innovación y propuestas. Madrid: Pearson Educación.

Alfageme, A, Cabedo, S. y Escuder, P. (2006). Los programas universitarios para mayores en el espacio europeo de aprendizaje permanente. En M. ª A. HOLGADO y M. ª T. RAMOS (Dir), VIII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores: Una apuesta por el aprendizaje a lo largo de la vida. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Alfageme, A, Cabedo, S. y Escuder, P. (2003). Los programas universitarios para mayores como política social. En VII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores, Políticas sociales, educativas y financiación de la formación universitaria de personas mayores y su proyección social. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales-IMSERSO.

Álvarez, J. L. (1998). Un programa de educación superior de personas mayores en Castilla y León. En L. PANTOJA, Nuevos espacios de la educación social. Bilbao: ICE-Universidad de Deusto.

Arnay, J. (2003). Políticas educativas y financiación de la formación universitaria para las personas mayores. Breve repaso a las dificultades educativas y de financiación de los Programas Universitarios para Personas Mayores en España. En VII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores, Políticas sociales, educativas y financiación de la formación universitaria de personas mayores y su proyección social. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales-IMSERSO.

Bru, C. (2010). La enseñanza universitaria para personas mayores: evolución conceptual, innovación educativa y adaptación a las demandas sociales del siglo XXI. Investigación y buenas prácticas de trabajo académico con mayores en España. Palabras Mayores, 5. (En línea). < http://revistas.pucp.edu.pe/palabrasmayores/>. (Consulta realizada el 1 de Febrero de 2011).

Fernández, A. M. ª y Orenes, V. (2006). Apertura de la Universidad al mundo rural. En M. ª A. HOLGADO y M. ª T. RAMOS (Dir), VIII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores: Una apuesta por el aprendizaje a lo largo de la vida. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Guirao, M. y Sánchez, M. (1997). Los programas universitarios para mayores en España. En A. LEMIEUX, Los programas universitarios para mayores. Enseñanza e investigación. Madrid: INSERSO.

Lemieux, A. (1997). Los programas universitarios para mayores. Enseñanza e investigación. Madrid: INSERSO.

Lorenzo, J. A. ( 2003). El marco educativo de la formación universitaria de las personas mayores. La necesidad de una política educativa. En VII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores, Políticas sociales, educativas y financiación de la formación universitaria de personas mayores y su proyección social. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales-IMSERSO.

Peterson, (1976). Educational Gerontology: "The State of the Art". Educational Gerontology, 1, 61-73.

Rojas, C. y Ruiz, D. (2006). ´Acción Social de mayores universitarios. En M. ª A. HOLGADO y M. ª T. RAMOS (Dir), VIII Encuentro Nacional de Programas Universitarios para Mayores: Una apuesta por el aprendizaje a lo largo de la vida. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.

Sáez, J. (2005). Gerontagogía: Intervención socioeducativa con personas mayores. En S. PINAZO y M. SÁNCHEZ (Dir), Gerontología. Actualización, innovación y propuestas. Madrid: Pearson Educación.

Sánchez, M. (2003). La semántica en la terminología en la educación de personas mayores. En J. SÁEZ (Coor), Educación y aprendizaje en las personas mayores. Madrid: Dykinson.

Velázquez, M, Fernández, C, Holgado, Mª A. Guirao, M. y Sánchez, M. (1999). Guía de Programas Universitarios de Personas Mayores. Madrid: Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales-IMSERSO.

Yuni, J. A. (2000). El mito del eterno retorno. Educación, subjetividad y adultos mayores. En S. DUSCHATZKY, Tutelados y asistidos. Programas sociales, políticas públicas y subjetividad. Buenos Aires: Paidós.

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