Volver a la página principal
Número 28 - Diciembre 2011

Biología del humor y fisiología de la risa

Margarita Murgieri

 

"…el anciano rió estentórea y gozosamente, agitando su anatomía de la cabeza a los pies, y terminó diciendo que aquella risa era dinero, pues disminuía las cuentas del médico…"

Mark Twain, en Tom Swayer

 

Estudiando el tema de la Biología del humor y la Fisiología de la Risa, encontré el término Gelotología, que yo desconocía. Esta palabra proviene del griego : Ghelos/ Risa y logos: Ciencia. Su definición es entonces: Ciencia que estudia y aplica la risa y la emoción positiva en función de la prevención, la asistencia y la rehabilitación.

Otra definición adecuada sería: Ciencia que estudia la risa en relación con su potencialidad terapéutica.

La Gelotología es un puente entre la medicina, la biología, la psicología, la sociología y la antropología.

Esta ciencia basa sus estudios en la Psiconeuroinmunoendocrinología.

Algunas definiciones útiles:

Humor: Capacidad para experimentar y / o estimular una reacción muy específica ( la risa) y de esta manera conseguir un estado de ánimo positivo.

Risa: Expresión psicofisiológica caracterizada externamente por vocalizaciones repetidas, una expresión facial fácilmente reconocible, movimientos corporales característicos ( de la cara a todo el cuerpo) y una serie de procesos neurofisiológicos concretos ( cambios respiratorios, circulatorios, digestivos, activación de sistema dopaminérgico y otros circuitos neuroquímicos) acompañada de una sensación subjetiva placentera.

Vamos a tratar de explicar en forma sencilla estos procesos que , como verán, son "cosa seria".

En la biología del Humor está implicado el Sistema Límbico. ¿Qué es esto?

En una visión simplificada la función cerebral puede considerarse como el producto del neocórtex y del sistema límbico, que se complementan para generar la conducta humana con propósito y objetivo.

El neocórtex regula principalmente la precisa comunicación espaciotemporal y efectúa las funciones cognitivas y estereognósicas. El sistema límbico tiene un vínculo primordial con la emocionalidad y la motivación para la acción, así como con el proceso de aprendizaje y memoria.

Las emociones comprenden nuestros sentimientos y estados de ánimo y su expresión en conductas motoras y en las respuestas del sistema nervioso autónomo y endocrino. Sólo esta última parte puede evaluarse objetivamente.

Filogenéticamente el S.L. comprende a las estructuras más antiguas del telencéfalo y a las estructuras subcorticales que de él derivan.

Tiene una porción cortical ( circunvolución límbica : comprende al giro parahipocámpico, cingulado y subcalloso) más la corteza orbitofrontal y una porción subcortical constituída por diversos núcleos: amígdala, hipocampo, núcleo accumbens, núcleos septales, bulbo olfatorio y áreas del tálamo anterior e hipotálamo ( área preóptica, cuerpos mamilares)

Las conexiones aferentes y eferentes del sistema límbico son extremadamente complejas y se presentan múltiples circuitos de excitación.

El buen humor , la conducta motora que genera ( la risa) y las respuestas en el sistema autónomo y endocrino son controlados por el sistema límbico.

Los criterios neurobiológicos que definen a un sistema emocional son los siguientes:

  1. Son circuitos genéticamente predeterminados.
  2. Organizan respuestas motoras y cambios anatómicos y hormonales que han probado ser adaptativos
  3. Son controlables en forma condicionada por estímulos ambientales neutros.
  4. Tienen conexiones neuronales recíprocas con las áreas cognitivas y se pueden controlar mutuamente.

Los sistemas monoaminérgicos en "telaraña", de la formación reticular, de amplia proyección y comunicación con el sistema límbico como para ser considerado su polo mesencefálico , son sitios de interés por la proximidad con las zonas mesencefálicas donde se localizan los servomecanismos respiratorios, cardiocirculatorios y metabólicos.

Estos grupos neuronales monoaminérgicos comprenden un sector noradrenérgico, un sector dopaminérgico y un sector serotoninérgico.

Otra parte implicada en el humor y la risa es el Hipotálamo

En los vertebrados el hipotálamo es la región cerebral de mayor importancia en la regulación de la homeostasis.

La homeostasis es la capacidad de los sistemas de volver al organismo a una situación de equilibrio tras una situación de estrés.

El hipotálamo está organizado para cumplir funciones autonómicas, endocrinas y somáticas y está conectado con todos sus componentes.

La reacción del organismo ante el estrés agudo y crónico está emparentada pero tiene diferencias fundamentales.

Mientras que el estrés agudo se desencadena por acontecimientos que representan una amenaza inmediata para la vida o la salud, e incluye una triple respuesta conductual, autonómica y neuroendócrina con el fin de preparar al individuo para la lucha o la huída …

El estrés crónico puede definirse como la acumulación de episodios de estrés de baja magnitud y reiterados a lo largo del tiempo.

Hace más de 60 años Selye reconoció que la respuesta adaptativa a los estresantes para recuperar la homeostasis (alostasis) puede ser fuente de alteraciones y daño.

Con el término "Carga alostática" Mc Ewen se refirió a situaciones en que los sistemas de alostasis se ven sobre-exigidos.

El estudio de la carga alostática comenzó primero con el envejecimiento aunque luego se extendió a estresores psicosociales en otros períodos de la vida.

La activación crónica de la respuesta alostática puede llevar, vía cortisol, a la obesidad central y a la insulinoresistencia.

Se altera el eje tiroideo, junto con la supresión crónica de la hormona del crecimiento, luteinizante , testosterona

El aumento de las catecolaminas contribuyen a la HTA

El aumento de ACTH y glucocorticoides provocan inhibición de proliferación de cel T, inhibición de producción de interleukinas 1-2, apoptosis de linfocitos T y de macrófagos.

En consecuencia el estrés crónico puede conducir a alteraciones en el cerebro, la conducta, el aparato cardiovascular, el sistema inmune y el metabolismo.

El hipocampo es una de las zonas del cerebro más sensible al estrés.

Vulnerabilidad y resiliencia:

Ante el mismo estímulo estresor no todos los individuos reaccionan igual, de hecho, algunos lo transforman en una situación favorable. A este mecanismo/ estrategia de salir fortalecidos de las situaciones estresantes se le denomina Resiliencia.

Para su desarrollo existen factores genéticos innatos o constitucionales y también ambientales. Entre los factores protectores se encuentra el humor.

Son facilitadores de sobrecarga o de burnout: El neuroticismo, la ansiedad, la personalidad obsesiva, tipo A, el perfeccionismo, el locus de control externo , la percepción de indefensión, el autoconcepto negativo, las expectativas personales negativas.

En cambio son dimensiones de la personalidad más saludables: la personalidad resistente, el locus de control interno, el sentido de coherencia, el optimismo, el humor, la esperanza, la empatía, la autoestima, la autoeficacia y la autoconfianza.

Muchos de nosotros combinamos personalidades perfeccionistas y autoexigentes con una buena dosis de humor, y de autoestima positiva lo que nos permite desarrollar nuestras carreras satisfactoriamente.

RISA Y ESTRÉS

Durante la risa tiene lugar una reducción o normalización de aquellas funciones orgánicas que se alteran durante el estrés. Disminuye la Tensión Arterial, la frecuencia cardiaca y la tensión muscular. Disminuye la transpiración y se normaliza la temperatura superficial de la piel.

RISA Y AMOR

Para finalizar les dejo parte de un poema de Pablo Neruda

Quítame el pan, si quieres,
quítame el aire, pero
no me quites tu risa.

No me quites la rosa,
la lanza que desgranas,
el agua que de pronto
estalla en tu alegría,
la repentina ola
de plata que te nace.

Mi lucha es dura y vuelvo
con los ojos cansados
a veces de haber visto
la tierra que no cambia,
pero al entrar tu risa
sube al cielo buscándome
y abre para mí todas
las puertas de la vida.

 

Bibliografía

Raymond A Moody. El Poder curativo de la Risa. Ed Edad. 7° ed., 2002. Madrid

García Rodríguez Beatriz y Ellgrind Heiner, Los motivos y las emociones en la vejez. UNED.2004, Madrid

López Rossetti Daniel. Estrés, como entenderse y vencerlo. Ed Lumen, 2000. Buenos Aires

Cardinali Daniel, Manual de Neuro-Fisiología, Ed. Díaz de Santos, 1991.Buenos Aires

Volver al Indice del número 28 de Tiempo

PsicoMundo - La red psi en Internet