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Número 28 - Diciembre 2011

Psicomotricidad y Narratividad:
una articulación posible para reconstruir la historia del cuerpo en pacientes con enfermedad de Parkinson.

Lucía Spagnuolo Johnston
lups84@gmail.com

Resumen

El presente trabajo procura profundizar sobre el abordaje psicomotor terapéutico dirigido a pacientes con una enfermedad neurológica crónica y degenerativa, desde una articulación entre cuerpo y lenguaje, acción y representación, psicomotricidad y narratividad. Temática presentada en la Memoria de Grado para obtener el título de Licenciado en Psicomotricidad (2009).

El objetivo general fue construir un abordaje psicomotor terapéutico dirigido a sujetos con Enfermedad de Parkinson desde una articulación entre psicomotricidad y narratividad.

Se utilizó un enfoque cualitativo, mediante un estudio de caso múltiple. Las técnicas de recogida de datos fueron: observación, entrevistas, producciones gráficas, narraciones orales.

Se concluye que la articulación entre Psicomotricidad y Narratividad permite elaborar y enriquecer la terapia psicomotriz dirigida a pacientes con Enfermedad de Parkinson. Actuando la narratividad como estrategia de soporte en la construcción de una mirada psicomotriz sobre la población, así como sostén de la inclusión de la palabra en el tratamiento psicomotor.

Introducción

Con este trabajo se busca profundizar sobre los discursos en torno al cuerpo del sujeto cuando éste se ve atravesado por una enfermedad neurológica de carácter crónico y degenerativo. Dicha temática, analizada en la Memoria de Grado para obtener el título de Licenciado en Psicomotricidad y que se pretende difundir con este trabajo, surge de dos puntos de influencia: el primero refiere al emprendimiento junto a dos colegas de construir una metodología de intervención psicomotriz terapéutica con pacientes con Enfermedad de Parkinson (EP); el otro responde al creciente interés personal por la inserción de la narratividad en la clínica psicomotriz.

En cuanto al primer punto, el principal cuestionamiento gira en torno a la posición del cuerpo cuando una enfermedad neurológica que se expresa en el sistema motor, genera una ruptura en la cotidianeidad del sujeto. Cómo los discursos en torno a ese cuerpo llevan a que se produzca una inscripción de dolor e imposibilidad a nivel del funcionamiento motriz, que llevan al sujeto a identificarse con su enfermedad.

 

Con respecto al segundo punto, desde un ámbito clínico "psi" se comienza a considerar la narratividad como un medio para reconstruir la propia historia. Entendiendo al cuerpo como portador de una historia, inscripta en él a través de los símbolos presentes en la cultura y resignificados en la relación con otro, se empieza a pensar en la articulación entre psicomotricidad y narratividad desde el ámbito de la terapia psicomotriz.

Contextualmente, se considera pertinente destacar que el abordaje terapéutico de un trastorno neurológico en adultos, degenerativo y crónico como es la EP, generalmente se realiza desde áreas médicas o afines a la misma, y en algunos casos, también psicoterapéutico. Exceptuando este último, el enfoque resultante está siempre dirigido al síntoma motor: intentar reparar o alivianar el órgano o la función donde se aloja el trastorno.

Es un discurso donde ese órgano o función se hacen más presentes, capturando al sujeto, quien en muchos casos termina identificándose con la enfermedad. La palabra, desde que se comunica el diagnóstico, se vuelve destructora de la identidad del sujeto. Ello lleva a que sobre el síntoma motor se establezca un síntoma psicomotor.

Pensar la clínica psicomotriz tomando elementos de la narratividad implica una dirección del tratamiento en que el sujeto pueda recobrar la posibilidad de hablarse, de nombrar al cuerpo, de narrar su historia sin que la EP la capture. Habilitar a que cada paciente reconstruya su historia, pueda ser él mismo narrador y protagonista de la misma.

De estas reflexiones, surge como objetivo general para este trabajo crear un abordaje psicomotor terapéutico dirigido a sujetos con EP desde una articulación entre la psicomotricidad y la narratividad.

Del cual se desprenden, como objetivos específicos: 1) comprender las vicisitudes del proceso de apropiación del cuerpo del paciente con EP a partir de su estructuración en una trama narrativa y, 2) repensar la dirección del tratamiento psicomotor en adultos con EP y la posición del psicomotricista, a partir una articulación entre psicomotricidad y narratividad.

Marco conceptual

Dada la escasa bibliografía específica en torno a la temática en cuestión, se tomaron dos ejes conceptuales que permiten guiar y analizar este trabajo.

Posición del cuerpo en la enfermedad y constitución de un síntoma psicomotor asociado a un síntoma motor

El paciente con EP se encuentra transitando el proceso de envejecimiento, al que se le agrega una perturbación en el sistema nervioso que afecta a la función motriz. Se expresa mediante un conjunto de síntomas (temblor, rigidez, bradicinesia, alteración postural, disquinesias, disartria, etc) que hacen que el cuerpo esté siempre presente en su imposibilidad y limitación. Cuerpo que "no puede", cuerpo incontrolable. Cuerpo dominado por una disfunción neuronal, no por el deseo ni la voluntad del sujeto que lo porta. Cuerpo que se so-porta, se porta bajo la determinación del deterioro neuronal y los efectos de la medicalización. El paciente no puede apropiarse de su cuerpo porque éste parece reducirse a un conjunto de órganos y funciones fallidas que sólo generan experiencias displacenteras. El cuerpo se torna presente en su hiperrealidad orgánica. La enfermedad y sus síntomas capturan al sujeto, toman al cuerpo y lo desinvisten de su esencia subjetivante. El cuerpo de los pacientes con EP no oculta nada, hay una dificultad para "producir una enigmatización" (Rozental, 1996), está siempre presente ante la vista de los otros a través del exceso o la carencia de movimiento.

Ello hace referencia al carácter escandaloso y enceguecedor del síntoma motor (Bergés), que deja una marca en el cuerpo, estalla, irrumpe en la motricidad normal. Al decir de Calmels (1997) la falla orgánica hace signo en el cuerpo, se inscribe en él como el significante sufrimiento, cobrando sentido en la relación. Ello lleva a que sobre el síntoma motor, se genere un síntoma psicomotor: una alteración a nivel de la organización tónico emocional debido a una falla en el proceso de apropiación del cuerpo, que lleva a un nuevo estilo de funcionamiento motriz.

Dice González (1993) que el sujeto que padece un síntoma psicomotor "ha sido sorprendido en su cuerpo y particularmente en su tono, para que atestigüe, exprese antiguos desencuentros que no ha podido metabolizar". Es pertinente pensar cómo pacientes con EP pueden aceptar, "metabolizar", ese desencuentro entre su motricidad normal anterior y ese temblor o bien ese aumento involuntario de tono muscular que les obstaculiza el uso y apropiación de su cuerpo como instrumento de acción sobre el mundo y, especialmente, de relacionamiento.

Abordaje psicomotriz terapéutico de adultos con una patología orgánica

Da Fonseca describe a la retrogénesis psicomotora como el proceso inverso a la ontogénesis, consistente en una involución determinada genéticamente de desorganización vertical descendente –del córtex a la médula, de lo complejo a lo simple, de lo fino a lo global, de lo selectivo a lo difuso-. Este proceso conlleva cambios en las diferentes dimensiones del cuerpo, tanto a nivel real (estructura y funciones) como imaginario y simbólico.

En el caso de personas con EP, el proceso de retrogénesis psicomotora atravesado por el síndrome extrapiramidal, atenta contra la integridad del organismo, repercutiendo sobre la vivencia sensible y experiencial. Dado que es por medio de la experiencia que el sujeto adapta su cuerpo en movimiento a la realidad, es posible pensar que los pacientes con EP pueden tener una dificultad en la representación de su cuerpo en el espacio - en el esquema corporal.

Asimismo, hay una dificultad en inscribir las experiencias relacionales en el cuerpo, puesto que éstas están marcadas por la hiperrealidad del cuerpo fallido: ser observado por el temblor, ser movido por otro, no ser escuchado por la hipofonía, ser objeto de la mirada cuando se cae en la calle, ser hablado por otro como "enfermo". La hiperrealidad del cuerpo, producida por ese síntoma motor, cuestiona a la imagen corporal, la fragmenta.

Es a partir de estas dificultades en la re-apropiación del cuerpo, y considerando que la terapia psicomotriz procura la reapropiación, redescubrimiento y reaprendizaje del cuerpo, se fundamenta una intervención psicomotriz terapéutica dirigida a pacientes con EP. Dicho abordaje se inserta en el área de la gerontopsicomotricidad, dado que la EP generalmente se presenta asociada a la edad, después de los 65 años.

Desde la articulación entre psicomotricidad y narratividad, puede considerarse a la terapia psicomotriz como el arte de reconstruir la historia del cuerpo: al favorecer la articulación entre el pensamiento y la acción, entre cuerpo y psiquis, lenguaje y movimiento, la clínica psicomotriz puede ayudar al sujeto a pasar de ser enunciado (por el médico, por su familia) a enunciarse. Como dice García (2008, 2009), se propone ayudar a construir una identidad narrativa que ofrezca al sujeto la posibilidad de recuperar su propia historia. Aplicando algunos conceptos de Guerra desde el psicoanálisis a la intervención psicomotriz con adultos con EP, se entiende que cada sujeto tiene una historia a desarrollar y el psicomotricista lo invita a des-enrollar esa trama juntos para poder apreciar qué "cuento" ha armado sobre su propio cuerpo.

Esta perspectiva produce un quiebre con el paradigma biomédico donde, al ser la subjetividad tomada por la organicidad, se pierde la capacidad de narrarse a uno mismo. El cambio de paradigma implica la necesidad de "rescatar la poesía, en tanto pasión, metáfora y deseo… se trata de desear el despliegue de ese sujeto que habita aún en ese ser enfermo" (Berriel y Pérez, 2007, p. 20). Se trata de crear nuevas narrativas donde el diagnóstico cumple el rol de un elemento más de su historia y donde el protagonista es el propio sujeto, con su cuerpo y su palabra.

 

Marco referencial

La Enfermedad de Parkinson como contexto

Se propone a la EP dentro del marco contextual dado que constituye la principal característica de la población hacia la que se dirigen las reflexiones de la intervención psicomotriz.

La EP es un trastorno del sistema nervioso central, degenerativo, progresivo y crónico, secundario a una degeneración de neuronas dopaminérgicas de la sustancia nigra, que se expresa por alteraciones en la regulación del movimiento. La neurodegeneración posiblemente se explique por la interacción entre factores genéticos y ambientales; no existe actualmente una causa conocida de la EP.

Los síntomas de la EP que conforman el "Síndrome Parkinsoniano", son: rigidez, temblor de reposo, bradicinesia y alteración de reflejos posturales. Su presentación es variable en cada sujeto, y es de su combinación que surgen trastornos motores que, si bien se consideran síntomas secundarios, resultan obstáculos en la vida cotidiana: dificultad en la marcha (con un patrón característico: pasos pequeños, pérdida del balanceo de miembros superiores, episodios de bloqueo al inicio y final de la marcha), trastornos deglutorios, trastornos respiratorios, disartria, distonía.

La narratividad en la clínica

El camino que ha transitado la narratividad en el campo de la salud mental constituye un aspecto pilar del contexto en el análisis de la propuesta de la intervención.

Parte de la consideración que la historia de cada uno se co-construye en un encuentro intersubjetivo (Serrabona, 2008) y la narratividad se torna un modo de reconstruir esa historia, de resignificarla, darle nuevos sentidos (Neimeyer, 1998 por Serrabona, 2008; Gutrfiend, 2007). La capacidad de narrar "otra" historia de uno mismo es, según Diatkine (1975) fundamental para la salud mental del sujeto.

En el ámbito terapéutico, sea un abordaje corporal, psicoanalítico o psicomotriz, hay un encuentro intersubjetivo entre sujeto y paciente. Berriel y Pérez (2007) proponen al espacio de intervención como un encuentro comunicacional, como encuentro de narrativas: hay en el texto del paciente una narración biográfica, una temporalidad que se despliega a medida que el paciente se va encontrando con su historia discursiva, que la va contando y se la va contando.

La inclusión de la narratividad en la clínica psicomotriz requiere revalorizar el rol del lenguaje. El lenguaje, como estructura, construye-reconstruye al cuerpo, le otorga significantes. Serrabona (2008) retoma algunos principios básicos del abordaje psicomotor que encuentran en su formulación a la narrativa. Considera la intervención psicomotriz como un diálogo, como un encuentro tanto inter como intra subjetivo. Durante la narración oral se habilita el acceso a niveles de representación compartidos con otros en un ir y venir desde el mundo fantasmático al mundo real compartido con los otros (Camacho y Paolillo, 2004).

 

Metodología de trabajo

Material y métodos

Se utiliza un enfoque cualitativo de investigación, mediante un estudio de caso múltiple.

La investigación se realiza a partir de la intervención psicomotriz terapéutica con adultos con EP, coordinada por quien escribe y dos colegas. Se realizan sesiones de psicomotoricidad en la sala de psicomotoricidad de la clínica CREM, con una frecuencia quincenal y una duración aproximada de 1:30 hs. El período seleccionado para el análisis en este informe correspondió a: mayo / octubre del 2009.

La población en estudio quedó definida por 4 personas a partir de ciertos criterios de inclusión (tener diagnóstico de EP, disponibilidad para participar en las sesiones) y de exclusión (deterioro cognitivo determinado por el Cuestionario Portátil del Estado Mental de Pfeiffer, no cumplimiento con un mínimo de 5 sesiones.

Instrumentos

Los instrumentos utilizados fueron: una guía de observación adaptada de las fichas originarias para la observación de niños ("Planilla de observación psicomotriz, Serenini – curso trianual de formación para psicomotricistas; 2ª año 1986-1987), el modelo de entrevista semiestructurada, el mapa fantasmático corporal ("MFC", adaptado de la propuesta de Elina Matoso) y las narraciones orales.

 

Resultados y análisis

Dado que no se cuenta con una batería psicomotora estandarizada para el diagnóstico psicomotor de adultos, y puesto que en esta investigación se pretendió revalorizar el rol del lenguaje como constructor (o no) del cuerpo, se utilizó a la entrevista como principal elemento para aproximarse a la historia que el sujeto había podido construir de su cuerpo.

Se entiende a la entrevista como una instancia de encuentro discursivo con el paciente, con el fin de elaborar juntos su historia corporal narrada; donde pudieran rescatarse los elementos que para la persona son más significativos de su historia. Permitieron identificar sus vivencias, sus gustos, sus dificultades, con el fin de planificar una intervención ajustada a cada paciente.

Se observó que el diagnóstico y la enfermedad habían impactado fuertemente: en la adaptación a la vida cotidiana, en la vida relacional, y todo ello dejaba entrever que su cuerpo se había transformado en algo "siniestro" (tomando el concepto de Freud): algo propio que ahora se siente ajeno, espantoso. Un cuerpo sin imagen, sin posibilidad de representación. Un mero organismo… fallido.

Y también se dejó entrever la fuerza del discurso del otro en la experiencia subjetiva. Desde la forma en que se comunica el diagnóstico, los comentarios de la sociedad… lenguaje que inscribe en el cuerpo de los pacientes la imposibilidad, el deterioro, la fragilidad. Las palabras se vuelven destructoras de la identidad del sujeto. Y así, los pacientes se nombran como parkinsonianos, y su discurso está totalmente teñido por la enfermedad.

Este primer encuentro con lo que el paciente había podido "armar " sobre su cuerpo al inicio de la intervención, permitió pensar la dirección del tratamiento psicomotor desde una articulación con la narratividad: que el sujeto pudiera construir una nueva narrativa de su propia historia corporal, situándose como sujeto singular y diferente, separado de la enfermedad.

Desde este lugar, se pensaron algunos ejes de la intervención:

Promover que el sujeto pueda investir a ese organismo que se le hiper presenta en su imposibilidad, para devenir cuerpo. Promover el ir y venir entre cuerpo real, cuerpo imaginario y cuerpo simbólico.

Este eje atravesó toda la intervención; no obstante, una de las estrategias utilizadas para este objetivo y cuyos resultados dieron cuenta del mismo, fue la adaptación del mapa fantasmático corporal (MFC) propuesto por Elina Matoso. Se trata de una representación del cuerpo por medio da la que el paciente puede concretizar aspectos de la imagen corporal a nivel simbólico; considerando que la imagen corporal es inconsciente pero puede expresarse a partir de imágenes ya sea mentales -capaces de ser verbalizadas- o plásticas. El MFC no sólo permite llevar la imagen corporal a un registro conciente sino su transformación y metabolización; "este proceso implica un pasaje de código, encontrar otras formas para expresar un síntoma, un pasaje de lo perceptivo sensorial a lo representacional" (Matoso, 2003, p. 60). Se pretendió habilitar, a partir de la representación del cuerpo, que el paciente pudiera "poner fuera" los fantasmas, miedos, dolores alojados en el cuerpo. Para luego poder resignificarlos.

En la propuesta realizada, se solicitó a los pacientes que completaran una silueta de la figura humana con acuarelas, tomando como pauta cómo sentían su cuerpo en ese momento, al inicio y al final de la sesión. Se destaca que en los mapas previos a la actividad, todos los pacientes representaron sensaciones de displacer, en general asociadas con los síntomas de la EP. Constituía la narrativa característica de los pacientes al inicio de los talleres: su historia capturada por la enfermedad. No obstante en esta oportunidad lograron representarla gráficamente, ubicarla en una silueta fuera de su propio cuerpo. Distanciarse.

Luego de la actividad central dirigida a la toma de conciencia del cuerpo y el reencuentro con él a partir de la movilización tónica y surgimiento de imágenes, se aprecia una diferencia en los mapas. Dos de los pacientes registraron sensaciones diferentes al dolor o la rigidez, presencia del cuerpo o de alguno de sus miembros desde un lugar diferente al displacer.

Habilitar que el sujeto pueda estar a la escucha de lo que ocurre en su cuerpo, no desde la función fallida sino desde la experiencia misma del cuerpo

Este eje se transitó principalmente vía el campo tónico. La organización tónica es la base del movimiento y la postura. Pero también se relaciona estrechamente con la esfera emocional: cambios en el tono muscular conllevan reacciones a nivel emocional. Las propuestas que promovieron una movilización tónica, habilitaron el acceso a imágenes, vivencias, recuerdos, miedos inscriptos en el cuerpo. El paciente pudo estar a la escucha de su cuerpo y ello lo habilitó, luego, a generar nuevos discursos sobre su historia.

Una de las estrategias que resultó más acertada en este grupo de pacientes fue la adaptación de la relajación terapéutica (Bergés y Bounes, González). Es un medio que, a través de la fluctuación tónica, habilita una escucha hacia el propio cuerpo. Resulta interesante reflexionar sobre su pertinencia a los fines de este trabajo, ya que el terapeuta utiliza el lenguaje, la palabra, para nombrar al cuerpo, recorrerlo, inscribir en él significantes. Palabras que nombran al cuerpo y no al órgano fallido. Palabras que restituyen el lugar del cuerpo. Desde una articulación entre psicomotricidad y narratividad, se puede concebir como un medio para que el paciente pueda construir una nueva narrativa de su historia corporal a partir de la movilización tónico emocional, tramitada por la palabra.

Otra estrategia consistió en actividades que implicaran rupturas tónicas: variaciones abruptas en el tono muscular que producen una movilización emocional, dando surgimiento a imágenes.

Avanzada la investigación, se observó que luego de estas instancias los pacientes comenzaron a reintroducir la palabra en el tratamiento. Palabra que contaba su historia, historia desde antes de la enfermedad. Lugares comunes entre las historias de los pacientes, recuerdos, sucesos. En estos momentos se destacó el disfrute sobre la hipofonía o la bradicinesia. Se estaba comenzando a recuperar la identidad narrativa.

A partir de las inscripciones en el cuerpo del paciente, se comenzó a habilitar una apertura hacia reconstruir la historia desde un lugar de sujeto con capacidad narrativa y no de paciente-enfermo-no discursivo.

 

Conclusiones

Como conclusión de la investigación, se plantea que la articulación entre Psicomotricidad y Narratividad es una vía posible para pensar, elaborar y enriquecer la intervención psicomotriz terapéutica dirigida a pacientes con EP.

En respuesta a los objetivos planteados, la narratividad actuó:

Por un lado, como estrategia de soporte en la construcción de una mirada psicomotriz del paciente con EP. Específicamente, en el proceso de construcción-deconstrucción y reapropiación del cuerpo cuando deviene el proceso de retrogénesis asociado a una enfermedad neurológica

Por otro lado, como sostén de la inclusión de la palabra en el tratamiento psicomotor. Revalorizar el lenguaje, como producción del cuerpo y al mismo tiempo, constitutiva del mismo. Un abordaje psicomotor que incluya a la narrativa requiere de poder realizar un corrimiento de la consideración de la terapia psicomotriz como una terapia exclusivamente corporal, para dar un lugar a la palabra. y también, pensar a la reapropiación del cuerpo como el recorrido de reconstrucción de la historia. Así, la terapia psicomotriz se considera como un diálogo, un encuentro de narrativas.

 

Palabras clave: Psicomotricidad Narratividad Enfermedad de Parkinson

Referencias Bibliográficas

LIBROS

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REVISTAS

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Gutrfiend, Celso (2007). El potencial terapéutico de los cuentos infantiles. Aplicaciones en psiquiatría infantil. Revista de la APPIA, 16.

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OTRAS FUENTES

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Lecannelier, F. (2002). Juego de ficción, narrativa y desarrollo de la experiencia humana. Extraído el 10 de febrero del 2009 desde http://www.inteco.cl

Serrabona, Joaquín (2008). El viaje del protagonista. La narrativa como instrumento educativo y terapéutico. La teoría y terapia narrativa. Presentado en el curso-taller. Organizado por la Lic. en Psicomotricidad de la Escuela Universitaria de Tecnología Médica, Universidad de la República. Junio, Montevideo.

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