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Número 34 - Agosto 2017

Envejecimiento poblacional. Algunas claves introductorias para su estudio

Florencia Bravo Almonacid
(CiMECS/IdIHCS-CONICET-FaHCE/UNLP)
Licenciada en Sociología y Doctora en Ciencias Sociales, Universidad de Nacional de La Plata.
Actualmente es Becaria posdoctoral del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET)
y Profesora del Departamento de Sociología FaHCE/UNLP y de la Maestría en Ciencias Sociales FaHCE/UNLP

 Introducción:

El envejecimiento poblacional es el cambio progresivo de la estructura de las edades de una población, en la cual crece la proporción de personas en edades avanzadas en detrimento de proporción de niños y jóvenes, pero ¿qué causa este fenómeno? ¿qué implicancias conlleva? ¿qué diferencias surgen en relación a los clivajes de clase y género? Este artículo, producido en el marco de la Especialización en Gerontología Educativa dictada por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de La Plata, tiene como objetivo introducir algunas claves analíticas para el estudio de este proceso. Este trabajo se desarrolla en 6 partes donde se presentan algunas cuestiones centrales de este fenómeno a: 1, la vejez y el envejecimiento poblacional; 2, la feminización del envejecimiento; 3, América Latina y el envejecimiento; 4, Argentina y el envejecimiento y por último, 5, las pirámides poblacionales, y por último las consideraciones finales.

1. La vejez y el envejecimiento poblacional.

El envejecimiento poblacional es un concepto que tuvo su origen en un intento de explicar la relación entre los cambios demográficos y socioeconómicos producidos en Europa durante el siglo XVIII. Su uso se ha extendido hasta el presente principalmente porque constituye una propuesta de explicación de la dinámica demográfica a la luz de sus interrelaciones con los factores sociales, económicos y culturales (Zabala de Cosío, 1992).

¿Qué es el envejecimiento poblacional? Se entiende al envejecimiento poblacional como la transición gradual hacia poblaciones con mayor porcentaje de personas de edad, producto del descenso de las tasas de fecundidad y de permanecer constante o mejorar la esperanza de vida. Estos fenómenos generan que la proporción de personas mayores crezca mientras disminuye la de niños y jóvenes. Es decir, el envejecimiento demográfico es el cambio en la composición de edad de la población donde se incrementa el peso relativo de las personas de mayor edad, producto de la disminución de las tasas de natalidad y mortalidad (Chackiel, 2004; Otero, 2007; Redondo, 2007; Lee y Donehower, 2010, Bankirer, 2010).
La tasa de natalidad muestra la relación de nacimientos en un año sobre la cantidad de población. Otro indicador utilizado es la tasa de fecundidad, que muestra la relación entre nacimientos en un año sobre la cantidad de mujeres en edad fértil de una población. En Europa occidental en la etapa inicial -o pre-transicional-, la tasa global de fecundidad era de 5 a 6 hijos por mujer. En la etapa final de la transición, y el número promedio de hijos era próximo a 2 (Chakiel, 2000).
La tasa de mortalidad muestra la relación de personas que fallecen en un año sobre la cantidad de población. Otro indicador utilizado es esperanza de vida al nacer, que muestra el número de años que en promedio esperaría vivir una persona si durante toda su vida estuviera sujeta a las condiciones de mortalidad por edad observadas en la población en el período de estudio. En Europa occidental en la etapa inicial o pre transicional la esperanza de vida al nacer oscilaba en torno a los 25 años, y en la etapa final la esperanza de vida al nacer alcanzó valores cercanos a 80 años.

¿Cuáles son los principales factores que producen la baja de natalidad y mortalidad? Magnus (2009) observa que la tendencia global de la baja en la fecundidad responde a varios factores, como el desarrollo económico y educativo, la incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y una mayor disponibilidad de métodos de control de la natalidad seguros, baratos y legales.
La esperanza de vida ha ido aumentado en la mayoría de los países, debido a la mejora en las condiciones de vida producto de los adelantos en la medicina y la mayor cobertura de los servicios de salud.  Ahora bien, como se señaló anteriormente, esto no es igual en todos los países:
En los países centrales la esperanza de vida es de 77 años en promedio, siendo 72,9 para los varones y 80,2 para las mujeres.
En países periféricos la esperanza de vida es de 53,4 para los varones y 55,8 para las mujeres. Se estima que la esperanza de vida aumente a nivel mundial acortando así las diferencias entre los países (1)(Magnus, 2009).

¿Existen otros factores que inciden en el envejecimiento de una población? Las migraciones también impactan la estructura de edad de las poblaciones. La migración tienen un efecto diferente según sea emigración o inmigración, debido a que como los migrantes son principalmente personas adultas jóvenes, rejuvenece a la población que los recibe (ya se incorporan adultos en edad fértil a la estructura de edad) y envejece a la población de origen (por el efecto contrario) (Chesnai, 1990). En algunos países de la Unión Europea, como Italia, Austria y España, el crecimiento de la población puede ser atribuido a la inmigraciones (Eurostat, 2016).

2. Feminización del envejecimiento

Unos de las tendencias que se produce en simultáneo con el envejecimiento poblacional es la feminización del envejecimiento: cuanto más envejecida es una sociedad, encontramos una mayor proporción de mujeres respecto a varones en edades avanzadas.
¿Por qué se produce este fenómeno? Debido a que las mujeres tienen menor tasa de mortalidad en todas las edades respecto a los varones. Este fenómeno no tiene una explicación unívoca: se destaca que aunque nazcan más varones respecto a mujeres, la mayor incidencia de la mortalidad en varones está principalmente ligadas a cuestiones biológicas como mayor proporción de enfermedades cardiovasculares y cuestiones culturales como menor cuidado en la salud y mayor exposición a riesgos, respecto que las mujeres. Asimismo, las sociedades envejecidas evidencian una menor incidencia de la mortalidad materna.

3.  América Latina y el envejecimiento poblacional.

Si se comparan los procesos demográficos de Europa occidental y América Latina y el Caribe, se verá que difieren marcadamente en el momento de inicio y duración de la transición. Europa fue la primera población en comenzar la transición a partir del siglo XVIII con continuidad a través de dos siglos (particularmente Francia). En América Latina el inicio se ubica a partir de 1950 con un desarrollo a un ritmo muy acelerado. Según datos de la CEPAL en los últimos 60 años la tasa de fecundidad bajó de 5,9 a 2,2 hijos por mujer y la población aumentó más de 20 años su promedio de vida, ya que la esperanza de vida al nacer aumentó de 51,8 a 74,3 años para ambos sexos, comparando los quinquenios 1950/55 y 2010/15.
Argentina, junto con Uruguay, comenzaron tempranamente la transición respecto de los demás países latinoamericanos. La mayor parte de los países, como Colombia, Ecuador, El Salvador, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, comenzaron la transición a mediados del siglo XX y se encuentran actualmente con bajas tasas de natalidad y mortalidad.

4. Argentina y el envejecimiento poblacional.

Argentina inició tempranamente su transición demográfica. Aunque no hay datos estadísticos precisos se estima que las tasas de natalidad y mortalidad comenzaron a descender en el país a partir del quinquenio 1870-75. La mortalidad comenzó a disminuir gradualmente, tendencia con algunas variaciones anuales debidas a la incidencia de epidemias. La declinación de la fecundidad partió de niveles iniciales elevados, cercanos a 7 hijos por mujer y disminuyó de forma continua a partir del quinquenio 1870-75, con algunas variaciones durante los períodos 1945-1955 y 1970-80 (Ariño, Bankirer y Sacco, 2013).

Cuadro 1. Esperanza de vida al nacer en Argentina períodos quinquenales 1950-2015.


Período quinquenal

1950/55

1955/60

1960/65

1965/70

1970/75

1975/80

1980/85

1985/90

1990/95

1995/00

2000/05

2005/10

2010/15

ambos sexos

62,6

64,6

65,3

65,8

67,2

68,7

70,2

71

72,2

73,3

74,4

75,2

76

Varones

60,4

62,1

62,5

62,8

64,1

65,4

66,8

67,6

68,6

69,7

70,6

71,4

72,2

Mujeres

66,1

67,4

68,6

69,3

70,8

72,2

73,7

74,6

75,8

77

78,1

79

79,8

Fuente: elaboración propia con base en Cepal, estimaciones y proyecciones.

¿Por qué Argentina es una población envejecida?

En 1956 Naciones Unidas estableció que los países que superan el 7% de población de 65 años y más respecto del total del población, sean considerados envejecidos. Argentina en el año 1970 alcanzó este porcentaje y actualmente, según datos del Censo Nacional de Población y Vivienda del INDEC del año 2010, la población de 65 años y más representa un 10.2 % de la población total. El índice de envejecimiento poblacional del país -que indica la relación entre personas de 65 años y más y las personas de 0 a 14 años-, también muestra un claro incremento a lo largo de las últimas décadas.  

Cuadro 1. Índice de envejecimiento en Argentina. Años 1950/2010.

Año

1950

1955

1960

1965

1970

1975

1980

1985

1990

1995

2000

2005

2010

Índice de envejecimiento

23,1

25,6

28,8

32,6

36,8

39,3

39,3

40,5

42,5

45,8

48,6

53,1

58,9

Fuente: elaboración propia con base en Cepal, estimaciones y proyecciones.

5. Distintas pirámides poblacionales en Argentina.

 

¿Qué es una pirámide de población? Las pirámides poblacionales son un gráfico que expresa la estructura por edad y sexo de una población. En ellas se puede apreciar la proporción relativa de cada grupo de edad y sexo en el total de la población estudiada.
A continuación se presentan cuatro pirámides con estructura de edad y sexo muy distintas, correspondientes al último censo nacional en el año 2010: la primera del total país, y las restantes de la provincia de Buenos Aires, la provincia de Misiones y Ciudad de Buenos Aires.

La pirámide de la Ciudad de Buenos Aires presenta características de una población envejecida: una base angosta, que muestra una baja proporción de niños y jóvenes producto de la reducción sostenida de la fecundidad, y una cúspide ancha, que muestra una alta proporción de personas mayores de 65 años y más.
Por el contrario la pirámide de Misiones exhibe rasgos de una población joven, con una base ancha, que indica una alta proporción de niños y jóvenes, y un descenso sostenido de la población a partir del grupo de edad de 20 a 24 años, producto tanto de las migraciones como del efecto de la mortalidad, lo que conlleva un claro descenso del peso relativo de la población en edades avanzadas.
La provincia de Buenos Aires tiene una estructura similar a la del total país. Se encuentra en un estadio intermedio respecto de la ciudad de Buenos Aires y Misiones. Se observa una caída en la fecundidad, que ha incidido en el achicamiento en la base de la pirámide, y un descenso de la mortalidad, que se advierte en la angostamiento no tan pronunciado de la cúspide.
En estas pirámides se puede observar la heterogeneidad del envejecimiento en el país y la femenización del envejecimiento. Si comparamos Ciudad de Buenos Aires con Misiones, visualizamos mayor la proporción de mujeres (lado derecho en color morado) respecto de varones (lado izquierdo en celeste) producto de las diferencias en la transición demográfica en las edades avanzadas.

6. Consideraciones finales.

Ahora bien, ¿qué implicancias tiene estas transformaciones de la estructura de edad y género para las sociedades? Entre las principales consecuencias se encuentran en el impacto en el diseño y financiamiento de políticas de salud y los sistemas de protección social a la vejez, debido al aumento de la proporción de personas mayores en relación a los demás grupos de edad. Ahora bien, estos cambios no se producen en el corto plazo, por lo cual es importante trabajar para la adecuación de distintas esferas que impactan en la población mayor como en la población total. Es importante destacar que estos cambios poblacionales no sólo impactan en las políticas estatales, si no también en la organización y estructuras al interior de los hogares y familias como también en las cursos de vida individuales, es decir, en una multiplicidad de esferas y niveles que son centrales para pensar este fenómeno.

 

7. Bibliografía utilizada:

Ariño, M., Bankirer, M. y Sacco, N. (2013). “La modernización demográfica en el largo plazo: conjeturas sobre el caso argentino” En:  X Congreso de la Asociación de Demografía Histórica. Asociación de Demografía Histórica, Albacete.
Bankirer, M. (2010) “Composición de la población y envejecimiento: Del país de inmigrantes al país de adultos mayores”. En: Torrado, S. El costo social del ajuste: Argentina, 1976-2002. Buenos Aires: Edhasa.
Chackiel, J. (2000) El envejecimiento de la población latinoamericana: ¿hacia una relación de dependencia favorable?. CELADE, Serie Población y Desarrollo, nº 4, Santiago de Chile. Disponible en www.eclac.org/celade.
--------------- (2004) “La dinámica demográfica en América Latina”. CELADE, Serie Población y Desarrollo, nº 52, Santiago de Chile. Disponible en: www.eclac.org/celade.
Chackiel, J. y Schkolnik, S. (1992) “La transición de la fecundidad en América Latina”. En: Notas de Población, nº 55, pp.163-192. Santiago de Chile: CELADE.
Chesnais, J. C. (1990) El proceso de envejecimiento de la población. CELADE, Serie E, n° 35, Santiago de Chile: CELADE.
Eurostat (2015) People in the EU: who are we and how do we live?. Eurostat. Statistical Books. Luxemburgo: European Union.
Lee, R. y Donehower, G. (2010) “El envejecimiento de la población, las transferencias intergeneracionales y el crecimiento económico: América Latina en el contexto mundial”. En: Notas de Población, n° 90. CEPAL/CELADE.
Magnus, George (2011) La era del envejecimiento: Cómo la demografía está transformando la economía global y nuestro mundo. México, Océano.
Otero, H. (2007) “El crecimiento de la población y la transición demográfica”. En: Torrado, S. Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo centenario: Una historia social del siglo XX. Buenos Aires: Edhasa.
Redondo, N. (2007) “Composición por edades y envejecimiento demográfico”.  En: Torrado, S. Población y bienestar en la Argentina del primero al segundo centenario: Una historia social del siglo XX. Buenos Aires: Edhasa.
Zavala de Cosío, M. E. (1992). “La transición demográfica en América Latina y en Europa”. Notas de Población, 20(56), pp. 11-32.

Notas

(1) Igualmente hay que tener en cuenta que debido a las condiciones sanitarias y la propagación de enfermedades infecciosas, se han registrado descensos en las esperanza de vida en algunas regiones. Por ejemplo, en el sur de África, donde la frecuencia del HIV/SIDA es la más alta del mundo, la esperanza de vida ha tenido una reducción de más de 10 años en las últimas décadas.

 

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