PsicoMundo Argentina - Canal informativo
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Secretaria de Salud - Dirección de Salud Mental
Centro de Salud Mental Nº 3 "A. Ameghino"

Jornadas 2001
La clínica en el hospital público
Consecuencias psíquicas de la devastación del lazo social
21, 22 y 23 de Noviembre del 2001 - Centro Cultural General San Martín

ABSTRACTS

Miércoles 21 de Noviembre

11.30 a 13.00 hs SALA C- POLITICAS EN SALUD MENTAL

Los argentinos como una parte del resto del mundo hemos llegado al milenio pero los objetivos y metas de "bienestar y salud para todos en el año 2000" programados desde hace décadas por los organismos y agencias internacionales como OPS, OMS, UN, W.B.,etc no se han superado ni siquiera medianamente. Entre otras cosas esto podría explicarse en parte, como respuesta al acoso recurrente de las crisis económico- políticas que continúan flagelando a la población desde la pobreza e inoculando el stress en la familia y la sociedad.

Sabemos que entre las primeras diez causas de muerte en los países desarrollados se encuentran las enfermedades determinadas por causas de origen bio-psico-social como el cáncer, los accidentes cotidianos, los accidentes cerebro vasculares, la hipertensión y, que el stress, la contaminación, la destrucción del equilibrio ecológico y la manipulación genética están contribuyendo aún más al desequilibrio del ser humano.

Salud no sólo implica estar libre de patología sino mantener el cuerpo y la mente en el mejor estado de equilibrio biológico y social, proceso éste que compromete la responsabilidad de un amplio sector profesional así como las prácticas interdisciplinarias convergentes en el bienestar de la población.

¿Nos preguntamos entonces cómo lograr la reorganización social sin la recomposición bio- psico- social del individuo?

Las respuestas para reparar el daño deben comenzar por reconstruir las redes rotas del tejido social apuntando a la fortificación del núcleo, el individuo, la prole y su medio ambiente.

La exigencia de un seguro de mala praxis para los profesionales de la salud mental: ¿Responde a las verdaderas necesidades sanitarias de la comunidad?

¿Asegura una mejor capacitación profesional para el diagnóstico y tratamiento?

¿ Garantiza una administración eficiente y eficaz de los recursos por partes de las Instituciones de salud?

Al decir que actualmente no es posible trabajar sin un seguro de mala praxis en salud mental en el ámbito público y privado; se cierran así, caminos posibles para asegurar una buena praxis.

Este escrito surge a partir de una experiencia de intervención comunitaria del equipo de Asesorías Institucionales de la Cátedra I de Teoría y Técnica de Grupos de la Facultad de Psicología de la UBA. La vulnerabilidad no se reduce a condiciones de pobreza o desocupación. Si no que está ligada a sucesivas pérdidas económicas, relacionales y sociales que producen fragilidad, inestabilidad y aislamiento social. Pensamos que apuntar a grupos vulnerables es de importancia estratégica y tiene sentido preventivo ya que son ellos quienes han perdido inserciones y recursos con los que previamente contaban, pero que aún no han llegado a la marginalización extrema. Nos proponemos estimular una actitud resilente en el reconocimiento y reforzamiento de las fortalezas que surgen más allá de la vulnerabilidad, tendiente a recuperar la capacidad de producción de iniciativas y la construcción de redes de pertenencia comunitaria. Resiliencia es tomado aquí como la capacidad humana para hacer frente a las adversidades de la vida, superarlas, salir fortalecido e incluso transformado. La finalidad de nuestra intervención es evitar que los grupos vulnerables se instalen en la marginalidad así como promover que sean ellos mismos quienes habiten espacios colectivos que posibiliten la participación activa y la conciencia crítica. Para ello diseñamos dispositivos de intervención comunitaria. Instituyendo espacios colectivos que promuevan la reafiliación de integrantes de grupos vulnerables en sus redes comunitarias: Preexistentes y en nuevas así como la utilización de recursos comunitarios y la creación de nuevos espacios de participación.

EI trabajo es el resultado de una investigación realizada en el Servicio de Infanto Juvenil que pretende cuestionar el llamado Desorden de la Atención por Déficit. Se abordan tres ejes:

La escena social determinando la subjetividad de la época y su relación con la escolaridad.

Lo "deficitario" y la función paterna.

Atención y erotización del pensar. Pulsión de saber.

11.30 a 13.00 hs. : SALA D – CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DEVASTACIÓN DEL LAZO SOCIAL. FRAGMENTACIÓN Y DESAMPARO

Tomaremos como eje de nuestro trabajo algunos conceptos de EL MALESTAR EN LA CULTURA de S. Freud, para dar cuenta del estado actual de los lazos sociales, desde la perspectiva de este artículo. Los puntos extraídos son:

Agresión constitutiva de los seres humanos, su moderación a través de la cultura.

Conciencia moral, individual y colectiva.

La justicia como reaseguro de un equilibrio social. Identificación

Función Paterna.

En relación con estos conceptos analizaremos: La cultura actual.

Predominio de la circulación de significantes del campo de la economía, que a través de las leyes del mercado y la tecnociencia colocan al individuo en una situación de exclusión, desigualdad y desamparo, provocando alteraciones que van desde la alienación a la perversión del lazo social.

DIGAME QUE HAGO.

De la no-memoria institucional al vacío, la institución despojada. Pacientes deambuladores adultos, hospital como lugar de protección, y profesionales a la búsqueda de palabras. Enfermedad, miseria, estupor. ¿Ahora qué hacemos?

Estar analista y redes de sostén.

Del odio nace la tristeza y cuando es muy fuerte, la cólera. Esta no trata solamente de huir de la cosa aborrecida, sino de destruirla si es posible, de este fuerte odio nace también la envidia. Me inclinaría (Spinoza 1650- 1660) a considerar al odio como una última fractura en la existencia del Sujeto ,." capaz de alguna manera,.y literalmente ser cancerígeno , en el contexto de lo que funda el lazo social y la relación : consigo mismo.

--' "Soy HIV positivo" como identidad consistente y de difícil vacilación. Definirse como portador puede funcionar no sólo como una contingencia sino como un sometimiento inexorable a la letra del propio destino. Anoticiamiento como irrupción de un Real que lejos de dialectizarse podría quedar homologado al modo de las neurosis traumáticas. Posibilidad de plantear dos vertientes en lo que concierne al anoticiamiento: la primera formal, y la segunda subjetiva. Ambas no necesariamente coincidentes. Extrapolación de estas nociones con lo que Freud describe en "Moisés y la religión monoteísta" como verdad material y verdad histórica. Efecto apaciguador frente al anoticiamiento. Particularidad del HIV como enfermedad transmisible y no contagiable ubicando así el énfasis en la cuestión del lazo social. SIDA como denuncia de la inexistencia de la "Divina Proporción" en la sexualidad humana.

Las buenas intenciones del discurso de la prevención siempre "conducen a lo peor" al desconocer la imposibilidad de acotamiento pulsional. El cuidado del propio cuerpo en relación al "cuerpo extraño" que representa al virus y su inmanencia al Das Ding freudiano.

Si la deficiencia adquirida que define al HIV alude asimismo a una deficiencia estructural del sujeto, los interrogantes que genera el virus no deberían limitarse al campo de la inmunología, sino apuntar también a la cuestión del cuerpo representado como sustancia gozante, ubicando así a la enfermedad como fenómeno discursivo.

En el futuro se encontrará una terapéutica eficaz que limite la propagación del virus. Pero acaso ¿podría existir algún acotamiento de lo pulsional que regle las condiciones del goce? En otro tiempo se llamó sífilis, hoy se llama SIDA. ¿Cuál será el modo en que un significante nomine mañana al imperativo de la demanda de muerte?

A continuación se presenta el fragmento clínico que da título al presente trabajo, y en el que se enfatiza tanto la pasión del Yo por la ignorancia como la acotación del goce que promueve el anoticiamiento de la condición de portador para un sujeto.

 

11.30 a 13.00hs SALA F - CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DEVASTACIÓN DEL LAZO SOCIAL. FRAGMENTACIÓN Y DESAMPARO

¿Habría alguna articulación posible entre el dolor y la insuficiencia de(l) padre?

"Dolor" del que testimonia un sujeto "adicto", que a través del consumo, mantiene un duelo imposible, eternizado en el tiempo, por el "rechazo" a lo que un padre ha podido donar(le), padre que no ha alcanzado para él, suficiente estatuto significante. La droga, aparece como resguardo de un goce aun mayor del que ésta le proporciona, y daría cuenta de esa "escasez" de padre, tanto como límite a la estructura, como por lo que el sujeto no ha podido tomar ¿suspensión del sujeto, ó marcas de éste último, en ese "dolor" de aquel que "dispuesto" a hablar, intenta un recorrido analítico, bajo la disyunción "ó la droga ó el análisis" ?

Por la vía de la clínica, intento desplegar estas cuestiones, que continúan de algún modo mis reflexiones de mis últimos trabajos: "Acerca de la mirada y la voz" y "Desesperación: cuando lo real acecha"( Jornadas Ameghino 1998 y 2000).

Intentaré desplegar desde la tercera fuente de sufrimiento señalada por Freud, los nunca bien logrados vínculos humanos, la posición de un sujeto que por el acting delictivo convierte el escenario de su vida en trasgresión, dolor y muerte.

Cuando se trata de neurosis, ¿Cómo pensar determinadas inflexiones de goce puestas en acto en lo real, aboliendo en su intento toda representación del sujeto?, ¿La necesidad de castigo alcanza para explicar esa modalidad de la culpa?. Si una constelación edípica no se entrama en terreno amoroso suficiente para donar al sujeto su ingreso a una dialéctica fálica digna, ¿Cómo duelar un objeto que no ha sido recortado en el Otro?

El trabajo sobre una viñeta clínica, intenta cernir lógicamente algunas hipótesis sobre el dolor psíquico y lo escritural del rasgo; así como algunos destinos de la falta de letra en superficie imaginaria que retornan en la realidad por lo que se le arrebata al prójimo; mecanismo instrumentado por una avanzada de goce sobre el cuerpo del otro.

Injurias, humillaciones, abandonos; maldicciones narcisistas que configuran peculiares modos de situarse frente al lazo social, mostrando lo ruinoso de un goce que arrasa a un sujeto y lo lleva a constituirse paradójicamente en agente de su propio encierro; privación en lo real llevado a cabo por la transgresión.-

El trabajo que presentaremos relata la historia de la devastación sufrida en 1998 a partir del cierre definitivo del único Hospital de Día para Niños del conurbano bonaerense que funcionaba en el Hospital Evita de Lanús. Condicionantes de orden político y social llevaron al desamparo absoluto a los niños que allí eran atendidos, junto con sus familias. Estos hechos convocaron al Equipo de Salud de la Cruz Roja Argentina, Filial Lomas de Zamora que integramos, y nos impulsaron a emprender la creación de un nuevo modelo de Hospital de Día que funda su proyecto institucional en las propuestas en salud mental de una organización no gubernamental internacional. Estableceremos las implicancias que esto conlleva en la clínica de patologías graves en la infancia a partir del trazado de una modalidad de abordaje que constituye el eje de trabajo de nuestra Institución.

De la discriminación y la segregación como operaciones fundantes del sujeto y de la sociedad, a la exclusión y el exilio como efectos posibles de las formas contemporáneas del discurso del amo. Su verificación en las prácticas psicoanalíticas de la provincia más austral del país. De la Cárcel del Fin del Mundo a la cárcel como fin del mundo.

15.45 a 17.15 hs. SALA C - CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DEVASTACIÓN DEL LAZO SOCIAL. FRAGMENTACIÓN Y DESAMPARO

Me propongo reflexionar acerca de la postmodernidad y su manera de tramitar los descubrimientos científicos en directa relación con los intereses del mercado de consumo.

Tomo como referencia la sociedad descripta por Aldous Huxley en su novela "Un mundo feliz", como predicción de la sociedad actual.

Surgen así algunos planteos acerca de los efectos en la subjetividad en un mundo regido por el intento de suprimir la falta, a través de distintos dispositivos propuestos por el circuito del mercado de consumo. Utilizo como referencia el discurso capitalista enunciado por J. Lacan.

En estas reflexiones me propongo situar el lugar del psicoanálisis y del psicoanalista dentro de esta determinada modalidad de goce de la época actual.

Este trabajo plantea un interrogante acerca de la pobreza y cuál es el aporte que puede ofrecer el psicoanálisis a esta nueva clínica que la época propone. Parte de una experiencia realizada en un hogar de gente de la calle.

Sin desoír la cuestión socioeconómica y cultural que involucra la temática. Opto por una lectura que escucha la singularidad de cada sujeto.

La pregunta inicial que guió este trabajo fue por qué alguien que vive en una villa decide emigrar y lo logra y otros, no.

Se plantea la cuestión del pago simbólico en adultos y la dificultad que ello implica por tratarse de gente que no maneja, literalmente, ni un peso diario.

La posición del analista con relación a una demanda particular. No es el paciente que llega, sino el analista que ingresa a instalar, en principio, otro discurso y a escuchar de otro modo. Estamos en la línea de ir adaptando el psicoanálisis a las nuevas circunstancias, entonces no se trata de repetir la técnica del padre, sino de interrogarla constantemente no sólo para que persista, sino para que simplemente continúe teniendo efectos en este mundo. Nos enfrentamos a todo un panorama social, que debemos escuchar, pero no amparar, porque no es nuestro quehacer, es decir, no podemos escuchar, ya que no hay nada para decir cuando lo que abunda es hambre y / o frío.

Existe además en este lugar una Madre que todo lo comprende. Que todo lo puede y su entrega es por amor.

El trabajo partirá de la remanida pregunta acerca de si es posible el psicoanálisis en el hospital, la respuesta es afirmativa .

Sí, es posible trabajar psicoanalíticamente en un hospital público. Baso mi afirmación en mi experiencia de 20 años de trabajo como psicoanalista en el Hospital Evita de Lanús.

Para ello es imprescindible un marco ético donde la práctica psicoanalítica se sustente. Caído dicho marco es imposible. A ello obedece mi renuncia a una pertenencia que marcó intensamente mi trayectoria , desde la clínica y la trasmisión .Pertenencia jugada desde mi deseo.

Daré cuenta de mi renuncia, con carácter testimonial .

A partir de los cambios sufridos en la sociedad argentina en los últimos años, se conformaron nuevos espacios, escenarios y demandas que generalmente se las encuadran en la denominada" nueva cuestión social". Estas cuestiones implican una serie de interrogantes hacia lo Social y la Intervención.

Desde esta perspectiva, la fragmentación creciente que vive nuestra sociedad, se expresa a

través de la disolución de lazos sociales o el "enfriamiento" de éstos.

En síntesis: los nuevos escenarios sociales, interpelan a los servicios de Salud Mental, requiriendo a veces diversas formas de abordaje.

Desde el Trabajo Social es posible generar instancias de diálogo con otros campos de saber que impliquen la construcción de modalidades de intervención alternativas, integrales, que se sustentan en la reconstrucción de lazos sociales que amalgamen aquello que la crisis fragmentó.

15.45 a 17.15 hs. : SALA F - CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DEVASTACIÓN DEL LAZO SOCIAL. FRAGMENTACIÓN Y DESAMPARO

En relación al discurso social que sostiene "el SIDA ya fue !..", nos proponemos pensar la logica en juego y los efectos subjetivos de esta modalidad discursiva dado que se observa::

a) Una marcada disminución en los cuidados, " ahora con las triterapias vivir con HIV no es grave..."

b) Un nuevo discurso que rechaza los cuidados, decisión voluntaria de prácticas sin protección, "te lo agarrás o no...! ".

Es importante precisar entonces, los modos en que la negación y lo negativo operan y la articulación que pone en relación lo subjetivo, lo colectivo, el semejante, el prójimo.

En diversas páginas especializadas de Internet, o en algunos diarios estadounidenses - y aunque más no sea como evidencia de una tendencia que progresa- la oferta del material genético que será utilizado para gestar un nuevo ser presenta un pormenorizado detalle de los rasgos fenotípicos de quien va a proveerlo: se trata así de anticipar las características con las que advendrá el bebé, y de intentar reproducir en él, con el mayor detalle posible, la apariencia de quienes serán sus padres de crianza.

Algunos autores analizan este fenómeno en consonancia con la decisión anticipada de ocultar a esos niños su origen.

La pregunta que abordaremos se centra en el derecho a la identidad del niño que ha nacido con un aporte genético externo a la pareja que tomará a su cargo su crianza, o en cualquiera de los casos en los que a partir de la utilización de alguna tecnología de reproducción asistida, puede abrirse un interrogante sobre los lazos de parentesco y los efectos surgidos de su transformación, en tanto la procreación y la filiación se presentan como categorías disociadas.

Tomaremos, como punto de partida, el valor otorgado al derecho del niño a conocer su historia, y, también, la vasta experiencia que, en los casos de adopciones o de apropiaciones ilegales, devela la producción de una variada sintomatología y de un elevado nivel de sufrimiento psíquico cuando, en torno a la filiación, se promueve y se sostiene el secreto, mientras se constata, simultáneamente, el modo en que el dato denegado se filtra por las grietas de lo que se transmite.

La hegemonía del mercado y el neoliberalismo actúan en contra de una economía centrada en el trabajo y la producción. La desocupación es un efecto estructural del sistema. La población masculina resulta particularmente la más afectada en tanto la exclusión social repercute no sólo en su economía sino en su identidad de género. Los efectos estragantes del sistema son sensibles en el varón. Pero además esto va acompañado por una crisis cultural de la masculinidad y una depreciación de los semblantes de la virilidad. La degradación de esos semblantes, junto con otros valores como la idea de nación, su rebajamiento a no ser más que expresiones del fundamentalismo y el atavismo psíquico es el resultado de una nueva versión de lo que Arturo Jauretche llamó la colonización pedagógica. El sistema de las redes de poder desarrolla nuevas y más sofisticadas formas de control social.

15.45 a 17.15 hs. : SALA D - CONSECUENCIAS PSÍQUICAS DE LA DEVASTACIÓN DEL LAZO SOCIAL. FRAGMENTACIÓN Y DESAMPARO

Existe una zona intermedia de experiencia que nos permite mantener separadas e interrelacionadas nuestra realidad interna y externa. Cuando la realidad externa se torna hostil, impredecible, frustrante, expulsiva y se fracturan y atomizan los lazos sociales, la zona intermedia también se ve afectada. Así como un niño con sus necesidades básicas insatisfechas tendrá serias dificultades para jugar, con las consecuencias que esto acarreará en su constitución subjetiva, el adulto que ve reducida su existencia a un sobrevivir, ante una realidad que no le da posibilidades de inclusión, tampoco podrá disponer de esa zona neutral, que es la que nos permite tener ilusiones y hacer que la vida sea digna de ser vivida. Es esto último lo que me lleva a pensar, cómo generar desde nuestra práctica las condiciones que lo posibiliten.

La propuesta del trabajo es argumentar y discutir si el Hospital Público produce marcas específicas en la clínica de los analistas que en él se forman y que en él se desempeñan.

¿Existe el "efecto hospital"? ¿Efecto de grupo o efecto de discurso?

La autorización en el fracaso a condición de que no haya garantías en él. El deseo de ser analista como obstáculo al deseo del analista.

La posición ante el goce (abstinencia) como legalidad necesaria para la aparición de la práctica psicoanalítica.

El bien común y el bien decir. Responsabilidad y ética.

Estilo del analista: El análisis del analista. El analista como síntoma que apela a la letra. Eficacia del discurso.

Rasgo del analista: El hospital como garante de la formación. Cierta rapidez en el gesto que se confunde con el acto. El hospital como Ideal en el lugar del Otro.

¿Cómo equivocamos hoy?

A partir de un análisis acerca de la discriminación, la segregación, la exclusión y el exterminio se intentará precisar sus consecuencias psíquicas y sociales. Estas cuestiones exigen reformular y redimensionar las nociones de otredad y de mismidad.

Si la devastación del lazo social se instaura allí donde la globalización pretende enlazar y si el lazo social puede aparecer como efecto de traumatismos sociales devastadores, será necesario esclarecer las condiciones de producción de ambos aconteceres.

JUEVES 22 DE NOVIEMBRE

10.30 a 11.45 hs. : SALA F – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

En el Servicio de Psicopatología del Hospital de Quemados de la Ciudad de Buenos Aires, atendemos pacientes que son internados en el hospital luego de quemarse en distintas situaciones: accidentes de trabajo, accidentes domésticos, intentos de suicidio o de homicidio, accidentes públicos, etc.

Hay casos en los que no quedan totalmente aclaradas las circunstancias en las cuales comenzó el incidente que produjo la quemadura.

En algunos de estos pacientes, durante la internación, conjuntamente con la aparición de factores que dificultan la atención -por establecerse transferencias negativas- y, no siendo buena la evolución de la cura de las heridas, observamos el despliegue de una historia de "situaciones problemáticas" que el paciente vivía desde hacía tiempo, en las cuales estaba inmerso reconociendo sólo en parte las dificultades en que se encontraba.

Se muestra en el caso presentado como se da simultáneamente la subjetivación de la historia vivida, entendida como la posibilidad de poner en palabras hechos traumáticos vividos y el cuestionamiento del lugar en lo cotidiano y en las relaciones familiares, con una buena posición para enfrentar la curación y rehabilitación de las quemaduras, así como la reinserción de la vida en la sociedad.

Una "casa de ficción" , para que un sujeto encuentre su lugar, debe contar con el marco ficcional que le provee el fantasma. Es precisamente dicho alojamiento el que se encuentra, en este caso, obstaculizado.

Ha fracasado el trabajo de la neurosis para velar lo real, y de ello dan testimonio una serie de fenómenos intrusivos que se presentan por fuera del eje represión - retorno de lo reprimido.

Este relato clínico propone un recorrido que va desde las "visiones" ( o " imágenes que vienen" ) al sueño transferencial, intentando que, lo que se manifestaba en el nivel del acting out y del pasaje al acto, pase al terreno de lo que puede ser dicho, para permitir al sujeto un alojamiento posible.

Si tal como Lacan plantea en su escrito "Psicoanálisis y Medicina", lo que orienta éticamente al psicoanálisis es la demanda del paciente en su articulación con el goce del cuerpo, la presentación de un caso clínico (de neurosis obsesiva) será la ocasión para ubicar las coordenadas que posibilitan el despliegue de una cura psicoanalítica en el marco de una institución hospitalaria.

Se intentará situar cómo la demanda a la institución se modaliza como demanda en la institución, indicando de qué modo el encuentro de dicha demanda con el deseo del analista puede hacerla devenir demanda de verdad que, articulada en la transferencia, permita su tratamiento como síntoma analítico.

En este entrecruzamiento entre institución pública asistencial y psicoanálisis, me propongo cernir de qué manera la operación del analista (deseo del analista) en el contexto institucional -en tanto implicación del analista- permite instalar las condiciones de posibilidad de un psicoanálisis.

10.30 a 11.45 hs. : SALA D – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

El trabajo que voy a presentar es un intento de transformar la sensación de. impotencia que dejó en mi la conclusión de un tratamiento familiar, en un escrito que espero, invite a que reflexionemos sobre algunas cuestiones que surgen cuando nuestro quehacer se entrelaza con el Derecho.-

El tratamiento en cuestión nos llegó por vía judicial hace aproximadamente tres años. Se nos solicitaba atención terapéutica para los familiares de un menor de trece años internado desde hacia dos años en una institución de minoridad.-

Presentaré el caso, conmovedor, con enormes dificultades para llevar adelante el trabajo clínico a raíz del particular funcionamiento de esta familia. Su derivación en un juicio oral, su difusión a través de los medios periodísticos. Y la sensación, a la que aludo antes, de sentir que involuntariamente había participado de un proceso del "como sí'. Desde el sistema judicial se actuó (más desde el representar un papel que desde el accíonar), como teniendo en cuenta los derechos de los integrantes de esta familia, cuando en realidad se trataba, creo yo, de cerrar cuanto antes un expediente, de arribar rápidamente a una sentencia cuyo único efecto fue "sentenciar" a estas personas a que nada cambie en sus vidas, cuando se podría haber hecho mucho para que no sigan, sobre todo los menores, desamparados en medio de tanta indiferencia social.-

En referencia a la Ley de Salud Mental y la Constitución, el Htal. Público constituye la expresión concreta de "la obligación del Estado de garantizar la salud pública y gratuita. Desde la comunidad es una respuesta solidaria que, en sí misma, intenta recrear y sostener los lazos sociales a través de la asistencia del malestar psíquico y subjetivo. Este espacio, construido desde lo social, nos convoca a dar una respuesta creativa frente a familias devastadas en lo psicológico, social, económico. Familias con vínculos inexistentes o lábiles, en situaciones de alto riesgo, con graves carencias en todos los planos. Realidad compleja que también nos convoca a un mayor compromiso profesional y una apertura al intercambio con otros discursos (psicoanalítico, social, jurídico) y profesionales.

En este contexto se desarrolla el trabajo con familias de alto riesgo psíquico, e incluso físico, que llegan a la instancia judicial en la búsqueda de resolución de sus problemas. La derivación para su atención psicológica, por mandato judicial, posibilita el tratamiento psicológico familiar que no acontecería por demanda espontánea, con graves consecuencias para sus miembros.

La intervención de dos instancias institucionales -Centro de Salud Mental y Poder Judicial-, diferenciado desde cada ámbito, pero en "transferencia de trabajo" es casi la única posibilidad de construir con cada una de éstas familias un pasaje de la devastación a un entramado posible, donde el objetivo no es la familia ideal sino, entre otros, la disminución de los niveles de riesgo.

El trabajo a presentar consistirá en la descripción de entrevistas mantenidas con una sujeto víctima de tentativa de violación por parte de su padre. Un caso judicial donde más allá del informe pericial, trataré de dar cuenta de la escucha analítica e intervenciones que dentro del dispositivo jurídico producen un efecto a nivel de la subjetividad de la entrevistada. A partir de tal efecto analizaré el cruce de discursos, el analítico y el jurídico, donde la "verdad" tiene un lugar central tanto en la investigación criminológica como en la clínica psicoanalítica. Es así que el psicoanálisis cobra otro estatuto en cuanto a su uso y eficacia en la actualidad. Donde el lugar del analista se adecua a un contexto diferente a la clínica, es decir al dispositivo clásico psicoanalítico.

10.30 a 11.45 hs. : SALA C – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

"Cuando el uso no es costumbre..." hace referencia al uso abusivo de la medicación pero también hace referencia a que el uso puede no ser el acostumbrado. Tomando alguna licencia sustituyamos "lo acostumbrado por lo dado". Entonces nos queda: "cuando el uso no es lo dado" y agreguemos "de antemano". Entonces si el uso hace tope y conmociona a lo dado puede producirse otra cosa... Se trataría de que el espacio de medicación no sea un complemento del dispositivo analítico sino su ampliación. Esta dirección promueve que, por no estar constituido de antemano, el dispositivo particularice, es decir que haga obstáculo al "para todos lo mismo".

Partimos del hospital público, el campo de la paranoia y de dispositivos de tratamiento de casos graves. A diferencia del caso clínico que llega a tal cuando se efectúa como púbIico, la dimensión pública parte de lo público. Sobre la consideración lacaniana de que :"Un psicoanálisis es un pasaje de lo privado a lo público" se proponen como paradigmas de la dimensión publica de las locuras, en primer lugar a las Memorias de un neurópata - DP Schreber, luego los primeros trabajos de Lacan en psiquiatría, sobre todo su tesis doctoral'. Luego los efectos y las enseñanzas de la presentación de enfermos que desde 1948 a 1978 realizo J. Lacan, más sus desarrollos sobre el síntoma - Con esto se busca demostrar que es posible hace una clínica diferencial en el Hospital Público que parta del "Saber hacer" antes de la norma y los significantes amos.

Se presentan tres ejemplos de callejones sin salida de la psiquiatría actual. En el primero de ellos, la pretendida objetividad del diagnóstico por medio de cuestionarios estandarizados se reduce a los intereses del mercado que los confecciona. En el segundo, la búsqueda de la objetividad orgánica es un resultado de la pasión de la ignorancia. Y en el tercero, la supuesta alianza con el método psicoanalítico para producir un híbrido, la "psiquiatría dinámica", naufraga en su propia imposibilidad. Tres modos, por lo tanto, que tiene la ciencia de eliminar el sujeto, en el lugar donde éste más insiste en hacerse oír.

 

12.00 a 13.15 hs. : SALA C – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

Es sabida la fuerte presencia del psicoanálisis en el ámbito público. Lo muestran las ofertas de cursos, de supervisiones, también a través de profesionales que declaran su práctica como psicoanalítica. Más allá de lo que genera el psicoanálisis en quienes lo practican, Freud presenta sus reservas en lo que hace a su aplicación en los hospitales.-

El trabajo presentará algunos desarrollos que intentarán precisar esta situación en lo actual de la atención pública con la finalidad de cuestionar las condiciones de posibilidad de efectuación del Discurso Analítico.

Presentaré el caso de una familia, donde, si bien en un principio me sentí impotente ante tanto malestar e irrupción de lo pulsional, con acciones que nacen de una desesperación descarnada. Cuando empezamos a historizar con cada uno de sus miembros, me di cuenta que se hacía casi imposible lograr una dirección en la cura, ya que tuve que tomar en cuenta que esta familia había recorrido y estaba actualmente transitando varios espacios analíticos (Htal de día, tratamientos individuales). Por eso nos propusimos trabajar sobre lo actual, es decir, tomando temas del presente con intervenciones que apunten a ordenar y darle un lugar diferente a cada miembro de la familia, en especial a la hija menor, una adolescente avasallada por un padre perverso que arrastra con su malestar y depresión a toda la familia.

¿ De qué es responsable un piscótico?

Esta es la pregunta que orientó el trabajo y es una apuesta respecto de los medios con los que cuenta un sujeto psicótico.

12.00 a 13.15 hs. : SALA D – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

Presentaré fragmentos clínicos del historial de una adolescente de 18 años, en el que como analista, no traté la expresión de un síntoma como retorno de lo reprimido a una fantasía inconsciente, sino un sujeto en estado de melancolización, afectado en el cuerpo por un goce sin regulación fantasmática pero inmenso aún, en la problemática edípica.

De las distintas vertientes de la función paterna jugadas en el conjunto de la operatoria edípica; planteo que la acción simbólica de la castración, al momento de la consulta, no habría concluido como tercer tiempo lógico.

Tratamiento del campo imaginario bajo coordenadas témporo-espaciales, que mediante construcción en el análisis intentó articular sentido y apostó al atravesamiento edípico y al anudamiento inconsciente de la pulsión vía fantasma.

Un niño de seis años, con diagnóstico probable de "distrofia muscular congénita crónica" emprende un análisis. Sometido a innumerables prácticas invasoras, su cuerpo, horadado una y otra vez, va hacia el encuentro con una muerte prematura. Barrera contra la misma, su intensa vitalidad apoyada en firmes referencias simbólicas, confiere a su situación humana un carácter verdaderamente trágico.

Un análisis, pues, con un final que acecha. Pero que no impide que los elementos propiciatorios con que cuenta el pequeño lo impulsen a producir sus propios mitos a lo largo de los que enuncia su deseo. "Patear la pelota" es su significante privilegiado; "caer y golpearse", el hueco de su angustia.

Llaman mi interés ciertos padecimientos que asoman a mi consultorio, con los que tropiezo en pasillos de la Institución donde trabajo o en la calle. Estos no se acomodan a ninguna estructura o rótulo de patológico, resiste mi lugar de médica analista, pero sin embargo tienen que ver con la salud, solicitan de todos los elementos que he adquirido durante mi formación profesional para su análisis, me interpelan como sujeto de una práctica.

Estos no siempre son invocados por el que los padece y muchas veces no generan un pedido de atención. Puede incluso que sean connotados como padecimientos o motivos de malestar. Me refiero a situaciones que quedan "fuera de los registros", (estadísticos y simbólicos) las que insidiosamente desvitalizan y conducen insensiblemente a cotidianos renunciamientos desvalorización e inhibición.

En este trabajo deseo detenerme en un fenómeno singular que afecta a los sujetos de estos padecimientos, visualizados crudamente en esta sociedad a las puertas del segundo milenio: en ellos la necesidad se devora al deseo.

SALA F – EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ÉTICA.

Las técnicas proyectivas son habitualmente consideradas por los analistas que adscriben a las enseñanzas de J. Lacan como un cuerpo extraño e inoportuno que no hace más que perturbar e interferir en el armado del dispositivo analítico y en la instalación de la Trasferencia. Sostenemos a partir de las evidencias que aporta el ejercicio de nuestra praxis , que de ser utilizadas en forma atinada pueden llegar a constituirse en un auxilio valioso del cual servirse en situaciones específicas .Hay pacientes en los que urge el diagnóstico diferencial por su particular presentación. Requieren soluciones rápidas, lo cual no es paradigma del Psicoanálisis, por lo que uno se pregunta, ¿cómo intervenir allí sin dejar de ser fiel a su línea de trabajo? No dudamos acerca de la eficacia diagnóstica de las entrevistas preliminares. El valor del Psicoanálisis de Prueba ideado por Freud no puede sustituirse con "el dibujo de un árbol" .o "una respuesta de lamina 10 de Rorcharch" Pero, aproximar una lectura de lo que acontece en esos sujetos que aparecen en la admisión con conductas que bordean los límites diagnósticos , por lo que resultan de dificultoso de abordaje y cuya persistencia en el tratamiento parece difícil, no nos parece nada desdeñable. A la hora de la utilización de un psicodiagnóstico, uno tiene la opción de decidir cómo va a usar la herramienta .No es ella la que define su status, ni su ética. La herramienta ofrece la posibilidad deI interjuego de la teoría con la experiencia clínica y depende más de cómo sea utilizada que de sí misma, ya que posee plasticidad suficiente como para articular los elementos de análisis de manera que respete el caso por caso.

La clínica con bebés nos presenta con gran claridad cuán errado es considerar los aspectos biológicos- orgánicos y los psicológicos- discursivos separadamente, ya que se hallan totalmente entrelazados.

¿Cómo se articulan, en la construcción de un bebé, los aspectos estructurales (éstos se refieren al aparato biológico, especialmente el sistema nervioso central y a la estructura psíquica) y los aspectos instrumentales (es decir aquellas herramientas de que dispone el bebé para armarse y armar su mundo y que son el resultado del encuentro del Otro con la estructura biológica) del desarrollo?,

¿Cómo se abordan a través de esta práctica clínica que es la estimulación temprana? y ¿En qué casos es ésta pertinente? Estas preguntas son las que intentaremos contestar mediante la presentación de un caso clínico.

El Centro de Salud Mental N° 3 cuenta con un nuevo equipo dentro de la sección infanto juvenil: el Equipo de Estimulación Temprana.

Comenzó en el año 1999 con un curso de postgrado dictado por las licenciadas Graciela Rozas y Daniela García Palou. A partir del mismo, un grupo de concurrentes interesadas en participar en este nuevo proyecto, se unió bajo la coordinación de ésta última.

El año 2000 se dedicó íntegramente a la formación en esta práctica clínica, contando con la valiosa incorporación de la psicomotricista y especialista en estimulación temprana, Delia María Maidagan, en calidad de supervisora.

En marzo de este año, 2001, comenzamos con la asistencia de pacientes.

Se transmitirá, en el presente trabajo, el dispositivo que se ha diseñado para la recepción, admisión y atención de bebés, como también la ética que sustenta esta clínica y el lugar del psicoanalista.

15.45 a 17.15 hs. : SALA F – ÉPOCA, PULSIÓN Y SUBJETIVIDAD.

Lacan y Freud , si bien usan las categorías de la psiquiatría no sostienen el diagnóstico en una sumatoria de síntomas, como una taxonomía, sino en un diagnóstico estructural.

Este trabajo intentará dar cuenta de la importancia del diagnóstico para el psicoanálisis, diferenciando las posiciones de Freud, Posfreudianos y Lacan al respecto El diagnóstico intenta ser un operador en la dirección de la cura y será desde esta perspectiva que se lo interrogará. En Freud se trata en algunos casos de un diagnóstico descriptivo, en otros edípico y en otros con relación a la transferencia.

Para Lacan se trata de determinar la naturaleza del goce y un cálculo sobre él.

Son las enfermedades que no se dejan clasificar bien, que no entran en el buen orden ,las que demuestran que se requiere de un diagnóstico no tan arraigado en la historia de la medicina.

Se intenta establecer algunos puentes conceptuales entre los recursos que el psicoanálisis pone en juego en la producción teórico-clínica por un lado, y por otro, el modo en el que el sujeto construye y ordena la realidad.

Básicamente, se somete a consideración a la ficción teórico-clínica y su relación con la fantasía.

La escena que el análisis brinda posibilita que lo que allí se diga produzca un decir ordenador que alivie al sujeto.

Cuando el Otro social, garante de las ligaduras propias que la Cultura sostiene, instala un sismo que se perpetúa, éstas se desenlazan, el soporte fálico no encuentra su estatuto; la intensidad del exceso tiene consecuencias en el sujeto.

Una de ellas recala en el Superyó. "La desventura, el fracaso-exterior" acentúan la vertiente gozadora del Superyó.

Hoy mas que nunca la escucha del analista, se orientará a ordenar RSI, propio de la efectuación subjetiva, de lo que de carga thanática le llega del Otro. Ese peso real hunde al sujeto dificultándole la diferenciación entre lo no sabido y lo que nunca llegará a escribirse, un proceder de lo real, de este otro, que excede el del anudamiento trinitario.

Las vicisitudes clínicas ponen a prueba el dispositivo posible a ser instalado, donde es supuesto un analista. En muchos análisis los lugares que la transferencia habilita funcionan en la misma estructura de discurso que se escurre, se evapora, dando lugar a un sujeto consistente en su punto más evanescente.

Aparición del discurso del Amo moderno, que si por un lado posibilitaría su propia caída, lo que se escucha es la confesión del Amo, los pecados que se traducen en términos de mercado circulando en la cultura. Nombres posibles de versiones modernas del padre formas de asimilación de la subjetividad de la época.

El lazo social se construye en el entramado de la propia subjetividad, que como un telar va hilvanando los nudos de la cuerda.

El presente trabajo va acompañado de un material clínico donde las escansiones posibles permiten al sujeto tener un lugar en su decir, fuente de apropiación del Otro cultural.

15.45 a 17.15 hs. : SALA C – ÉPOCA, PULSIÓN Y SUBJETIVIDAD.

"El deseo de la madre no es algo que pueda soportarse así nomás, que pueda resultarles indiferente. Eso siempre produce estragos." De esta manera se refiere Lacan en el Seminario XVII, L' envers de fa phychanalyse a la función de la madre.

En los tratamientos de las pacientes que llegan a nuestro Equipo con diagnósticos de Bulimia o Anorexia a menudo escuchamos del estrago y la devastación.

Es precisamente a este modo de la relación madre-hija a lo que me referiré con un caso clínico para intentar mostrar cómo la injuria, la amenaza y la sentencia oracular proferidas por una madre pueden empujar a un sujeto a la angustia, la desesperación, al pasaje al acto y también a la interrupción del tratamiento.

Nuestro interés estará centrado en, a partir de un breve relato clínico, ubicar las dificultades diagnósticas relacionadas con aquello que se entiende por anorexia dentro del campo de la salud mental.

Así también tomaremos la pluralidad de enfoques reinantes en torno de esta patología no exclusivamente moderna - incluyendo una perspectiva histórica sobre el tema.

Finalmente, trabajaremos el concepto de cuerpo para el Psicoanálisis.

La cancelación tóxica, una referencia Freudiana de textos bien tempranos, me permite plantear en la clínica de los llamados toxicómanos, una modalidad de trabajo diferente. El abordaje de estos pacientes bajo la proposición habitual, suele terminar en fracaso. Tanto la modalidad de presentación en el tratamiento, como la aparición del uso de tóxicos en las tres estructuras, nos obligan a recurrir a nuevas herramientas para intentar un tratamiento posible.

Es necesario implementar tareas previas que implican despejar la función del tóxico en cada estructura y en cada caso en particular.

Bajo estas herramientas intentaré esbozar una hipótesis acerca del funcionamiento de sujetos que toman un atajo, la cancelación tóxica, cuyo precio es la sustracción al intercambio simbólico.

En "Radiofonía", Lacan formula: "es-necesario el tiempo".

Propongo interrogar este enunciado. ¿Para qué es necesario el tiempo? ¿De qué tiempo hablamos en Psicoanálisis?

La adolescencia suele definirse como momento de pasaje, un tiempo que no deja de nombrarse como "tiempo de crisis" respecto a la constitución subjetiva.

La misma aparece en la actualidad caracterizada por algunos padecimientos: trastornos en la alimentación (anorexia y bulimia), violencia, delincuencia juvenil, drogadicción, alcoholismo, suicidio, enfermedades de transmisión sexual y SIDA, embarazos no deseados y a edades muy tempranas, abuso sexual, desinterés o astenia, accidentes, problemas escolares. Podríamos preguntamos: ¿síntoma actual? ¿Para quién?

Desde la fundación del psicoanálisis, el Dr. Sigmund Freud trabajó con jóvenes cuyos padeceres mostraban síntomas similares con diferentes revestimientos. Las épocas colorean sus marcas, pero la estructura del sujeto, lo que nos constituye como humanos, continúa siendo la relación con el deseo. El levantamiento sintomático, escribió a principios de 1900, se dará por "añadidura".

15.45 a 17.15 hs. : SALA D – ÉPOCA, PULSIÓN Y SUBJETIVIDAD.

Las inconveniencias desfachatadas en que nos sumen los medios, hacen pendant o se mimetizan con los discursos al uso en la vida cotidiana armada por el sistema, como nueva manera de lazo social despectivo hacia el otro, al que sumerge. Discursos que producen, sin justificación alguna que los sostenga, una devastación que oscila entre programada y / o efecto casual de la política hegemónica de aumento de las diferencias sociales y expulsión hacia la marginación absoluta, a amplios sectores de la población (antiguamente llamada pueblo).

Lo mediático como constitutivo de la actual subjetividad y del supuesto lazo social del capitalismo tardío.

Los signos y síntomas de esa subjetividad y el lazo social que engendra a partir de la psicopatología de la vida cotidiana y de las historias de vida, según diferentes disciplinas, y utilizando distintos dispositivos de toma de muestras y análisis de los hechos y discursos acerca de los mismos.

Los alcances de la desubjetivización como efecto de lo mediático.

La posibilidad de pensar en un inconsciente mediatizado, cuyo funcionamiento sería asimilable al del inconsciente y la pulsión freudiana y su insistencia contenida en un esquema corporal ampliado.

Cambio en conceptos fenoménicos de la psiquiatría con relación a las funciones psíquicas (efectos zapping, videoclips, fenómenos de masificación en ciertos espacios institucionalizados como discotecas, reality shows, talk shows).

Aparece como hipótesis a dilucidar: ¿Podría surgir una psicopatología específica en relación con los medios?

Los desafíos a los que actualmente nos convoca la clínica interrogan, de manera particular, la articulación entre lo colectivo y lo individual, es decir, la relación entre las coordenadas que constituyen la subjetividad de la época y el campo de la singularidad.

Sabemos que la responsabilidad subjetiva se diluye cuando, para dar cuenta de las circunstancias de su vida, el sujeto apela a cualquier forma de determinismo -social o de otra índole- y dibuja ese horizonte previsible en el que cada pregunta obtiene, ineludiblemente, una respuesta anticipada.

Sin embargo, y a nuestro juicio, la precarización de los lazos sociales y las diversas formas en que se manifiesta en nuestros días el desamparo, poseen una incidencia cada vez mayor en la modalidad de presentación clínica de los pacientes.

Nos preguntamos, en primer lugar, de qué modo acoger en los tratamientos esta dimensión colectiva, sin que por ello estemos contribuyendo a la desresponsabilización de quien nos consulta.

Interrogamos, asimismo, de qué manera es factible volver a traer al sujeto al centro de la experiencia, para que -sacándolo del anonimato al que lo condena el fenómeno compartido- pueda interrogarse sobre su forma singular de dar respuesta, a pesar de la carencia de espacios de sujeción en la escena social.

La clínica actual esta poblada de fenómenos que refractarios a todo intento de sistematización, desafían la idea de estructura y nos sorprenden sin referencias a la hora de pensar estrategias de abordaje.

Estos fenómenos configuran un espacio de fronteras inciertas y posibilitan descubrir en el interior del tratamiento analítico una dimensión terapéutica que parece vulnerar los pilares éticos del dispositivo freudiano y al mismo tiempo invitan a repensar el psicoanálisis desde una zona extraterritorial que pese a su extrañeza tiene la virtud de actualizar la inspiración freudiana, atenta al detalle y ajena a toda cosmovisión. ¿ Cómo reinstalar cada vez en este campo una práctica fundada en las convicciones freudianas: inconsciente, sexualidad, transferencia?

Sostener que el inconsciente es político, implica decir desde Freud "que toda psicología individual es en principio social"; y desde Lacan "que toda psicología social es individual".

La topología del Sujeto se inscribe en Banda de Moebius, ni adentro, ni afuera; Imbricado en la misma trama discursiva del Otro que lo constituye.

De qué modo la ideología político-social de turno incluye o aloja al Sujeto, o bien lo desconoce y arrasa hasta ubicar en su eje "ya no lo humano" sino "el mercado -financiero" hoy "globalizante".

Cómo este sistema conduce al Sujeto desde su desconocimiento, hasta su propia muerte. Hoy por hoy, decirlo así no es exageración. El "terrorismo" tan actual se genera dentro mismo de esta ideología.

Nosotros como analistas en función, y Sujetos en quienes esta función se encarna, tenemos algo por hacer: Nuestra posición ética denunciante por un lado y por el otro, una "a-puesta" a "la subversión del Sujeto" en relación al Otro y por ende ante cualquier Otro - ostentoso de poder.

VIERNES 23 DE NOVIEMBRE

8.30 a 10.00 hs. : SALA C – SABER HACER CON EL MALESTAR

INTRODUCCIÓN ¿Con qué se trabaja en el ámbito de la emergencia, en la trinchera del sufrimiento? Con la muerte, la presión del tiempo sin tiempo, el cuerpo y su fragmentación, con el fracaso en las intervenciones, con el desborde de la demanda la angustia como espejo llegando al límite de lo humano...PERO YO SOY MEDICO...Mi trabajo es salvar vidas...Me la banco solo...lgual puedo aunque duermo poco...Estudié para curar...En este trabajo las emociones no entran...PORQUE YO SOY MEDICO...Me canso algunas veces...No puedo dormir últimamente...Me enojo con frecuencia, pero soy un tipo pacífico...No disfruto el fin de semana...Mi familia me irrita...SOY MEDICO, las cenizas me alcanzaron...Y AHORA?

BURNOUT o síndrome del quemado, es el mal invisible que afecta a la mayoría de los trabajadores de la salud y repercute directamente en su calidad de vida aumentando las patologías psiquiátricas y el desarrollo de enfermedades somáticas pérdidas del lazo social, naturalizando conductas que fermentan en una mal atención al paciente. OBJETIVO: Mejorar la calidad de vida de los profesionales potenciando la eficacia y eficiencia de sus servicios. MATERIALES Y Métodos: la metodología usada fue: Entrevistas; Encuestas; MBI; Grupo Reflexión-Acción en equipos de Emergencia. RESULTADOS Y CONCLUSIONES: El resultado da cuenta de un alto índice de presencia del síndrome en sus categorías moderada y elevada Estrategias propuestas: Trabajar las dinámicas de funcionamiento, roles y disfunciones, obstáculos, dificultades emergentes subjetivas, registro de vulnerabilidad, límites y responsabilidad.

 

El objetivo del presente trabajo es, por una parte, desplegar Las dificultades, aciertos e interrogantes que provoca en nuestra práctica la focalización de un tratamiento, en el marco de Las Psicoterapias Breves, establecido desde una institución. Haciendo referencia a un texto de la literatura universal, nos detenemos en los cambios de escena, en las que la luz -el Foco- que arroja el autor sobre determinados personajes en una obra de teatro, modifica en algunos momentos el sentido y en otros la orientación de la trama, en la búsqueda de un objetivo. Este recurrir al teatro nos fue útil para pensar dentro de un caso clínico, las vicisitudes que fue atravesando .

El tratamiento y la orientación que fue tomando, al maniobrar la dirección del mismo.

De otro lado, pretendimos abordar la cuestión del delirio, cuando en dicho caso, de manifiesta presentación neurótica, aparece un episodio delirante.

Cuando irrumpe el delirio ¿se trata aún de una neurosis?

¿Alcanza un episodio delirante para diagnosticar una psicosis?

Con estos vectores abordamos el caso clínico actualmente en tratamiento.

 

Pensar en un dispositivo que aborde la temática de la desocupación en el Hospital Publico es recortar un campo de problemáticas al interior del cual se plantean distintos interrogantes. Abre a la reflexión acerca del campo de incumbencia de los profesionales de la Salud Mental en relación a los efectos de la lógica de exclusión propia de las economías globalizadas de mercado. Interroga cómo impacta en los cuerpos, cómo en las representaciones psíquicas y cómo en los modos de producción y de reproducción de los vínculos. Campo de problemáticas que interroga también los modos contemporáneos de producción subjetiva. En cuanto a los modos de intervención nos convoca a reflexionar sobre la necesariedad de la fundación de espacios en el Hospital Publico generadores de lazo social. Lazo social productor de red y soporte que resista a la exclusión y a la fragmentación psíquica efecto de esta exclusión. Desde hace treinta meses funciona en el Servicio de Psicopatologia del Hospital Rivadavia a un TALLER DE ENCUENTRO PARA TODA PERSONA AFECTADA POR LA DESOCUPACION. Es objetivo de esta presentación compartir la experiencia hasta aquí realizada, como así también algunas conclusiones e interrogantes a partir de los cuales continuar y ampliar la tarea hasta aquí realizada.

A partir de junio del 2000 comenzamos nuestro trabajo en la sala de Salud Mental de un hospital de la provincia de Buenos Aires.

Encuentro con la psicosis y con el deseo de hacer posible un tratamiento. Una apuesta fue comenzar a realizar un taller ( de lectura) con los pacientes. Lugar de encuentro, de trabajo, de compartir una tarea. En un principio la sumatoria de los pacientes que se acercaban, que invitábamos, que buscábamos...

Encuentros que se sucedieron, pasaje a la nominación" integrantes del taller". Lazo social que comienza a generarse entre y con los pacientes: preguntar por el otro, nombrar al otro, proponer, discutir, esperar.

En este trabajo intentamos transmitir nuestra experiencia desde esta modalidad de trabajo posible con las psicosis.

8.30 a 10.00 hs. : SALA D – SABER HACER CON EL MALESTAR

Hay un objeto real que es decisivo que no aparezca. Sin embargo, en la psicosis, el objeto se presentifica bajo dos formas: como voz y como mirada. Ejemplo de ello son las alucinaciones de las que dicen padecer, en algunos casos, los pacientes en las entrevistas de admisión a Hospital de Día.

Después de la apuesta a que este dispositivo pueda brindar posibilidades de contornear la presencia invasora de lo Real, nuestro interrogante es: ¿Qué podemos ofrecer desde los talleres que le permita al paciente psicótico utilizar los recursos de que dispone?

Como se ha dicho innumerables veces es en el caso por caso donde se pueden vislumbrar las tentativas de tratamiento que cada sujeto realiza. En la viñeta que consideraremos el objeto privilegiado es la mirada. Aparece un real que produce enigma frente al cual el sujeto puede ubicarse de modos diferentes de acuerdo con su estructura. El psicótico para responder deberá abrirse un camino singular sin el recurso del Nombre del Padre.

¿De qué medios dispone para esto? ¿Qué invención se ve empujado a hacer de la que podamos ser testigos? ¿Es posible ubicar su posición ante esta irrupción que se le impone? ¿Es la escritura un recurso eficaz?

El trabajo propone una reflexión sobre la posición del analista. Partiendo de un epígrafe del escritor Federico García Lorca que señala la lucha del creador con su "duende" a la hora de la invención del creador, intento pensar la posición del analista en lo que de ella linda con la labor del artista.

El trabajo propone a la posición del analista en el momento del acto, como un lugar de máxima tensión entre el saber y la verdad, tensión que precipita la interpretación.

La interpretación cobra carácter de invención en tanto recrea la estructura radical de la falta. Si la obra crea al artista, en tanto ya no será el mismo después de producirla, el analista en su acto también es alcanzando por la interpretación al reabrir la herida de su propia castración. Es por eso que para el analista interpretar es sublimar su propia experiencia como analizante.

Los analistas nos encontramos cada vez más con pacientes despojados, sin un lugar en el entramado de las relaciones sociales: la institución pública parece ser el lugar privilegiado donde se presenta toda una serie de casos consecuencia de la devastación del lazo social. Es posible la construcción de éste lazo desde una institución pública? Cuál es el lugar al que estamos llamados los analistas?

Presentamos un material que creemos propicio para ubicar las dificultades con que cada uno de nosotros nos encontramos en nuestro trabajo y la necesidad de crear espacios Que permitan hacer lugar a un tratamiento posible sin caer en la inercia de la que muchas veces somos presos como analistas.

Esto requiere de un hacer colectivo que permita albergar dicha inercia.

Algunas reflexiones sobre que "... no hay otra resistencia al análisis sino la del analista mismo" en el contexto del hospital.

SALA F – SABER HACER CON EL MALESTAR

¿Qué se despliega y qué se cierne, qué intento de dar a luz se produce cuando un analista se dispone a escribir?

El recorrido que hace el analista cuando pasa a la escritura es un ensayo de circunscribir un acontecimiento, de echar luz sobre ciertos momentos privilegiados en una cura. Privilegiados por el analista que desde los efectos que se produjeron en el trabajo solitario de la clínica tratar de abrir un juicio acerca de ese real que se puso en juego. Escribir acerca de lo que se es-criba en ese espacio-tiempo-presencia que implica el encuentro entre un analista y un sufriente.

A partir de la pregunta acerca de lo que llamamos "vocación", la idea de este trabajo es

determinar la incidencia sobre la misma de las marcas particulares de esta época. Son muchas las consultas que recibimos en nuestro equipo de "Orientación Vocacional Ocupacional". ¿Cuáles son las preguntas que las motivan? ¿Podemos situar alguna especificidad de las mismas con relación a las particularidades de la época que estamos viviendo? ¿Cómo influyen en aquellos que consultan las nuevas reglas del mercado, la precariedad del empleo, la desocupación?

Estos serán algunos de los interrogantes que guiarán nuestra reflexión, la que también tomará como punto de partida la presentación de algunas viñetas de la clínica.

El psicoanálisis es una práctica y al hablar de una clínica con niños nos ubica en el terreno no de una "especialidad" que se justifique ser llamada así sino de una "especificidad" del trabajo. En este punto las maniobras desplegadas en el análisis de un niño o adolescente no pueden ser diferentes de aquellas que se reclaman como analíticas en otros casos. A diferentes demandas ( padres, escuela, juzgados, niños) y deseos. Sólo podemos responder con una escucha analítica, la escucha del inconsciente. Este es el compromiso ético en cualquier época, esta es nuestra responsabilidad en cualquier situación cultural o social. El análisis es una posibilidad de escucharse: si como sujeto sujetado a la ley logra ubicarse de manera normatizada con relación a la diferencia de los sexos y a la sucesión en la línea de las generaciones se acepta la pérdida que implica la renuncia cuerpo a cuerpo con la madre admitiendo ser afectado por la determinación significante, podrá advenir como sujeto deseante en la búsqueda y a veces la contingencia de un encuentro, de aquello que les es suyo en tanto singularidad.

10.15 a 11-45 hs. :SALA C – SABER HACER CON EL MALESTAR

Propongo reflexionar acerca de la importancia de la escritura en la práctica clínica.

El Psicoanálisis no fue sin la escritura. Desde los tiempos fundacionales, Freud destacó su necesidad de escribir para sostener su práctica.

Es mi planteo pensar si es posible la clínica psicoanalítica sin la escritura, como acto que pone en juego la castración, rescatando al sujeto de la clínica y en la clínica

La escritura de la experiencia analítica introduce una puntuación, un recorte, lo cual produce una falta Escribir es hacer consistir la falta, recortando ese no todo de la verdad, para que pueda advenir un saber sobre lo inconsciente.

Desde épocas remotas, desde los tiempos de Homero, se le atribuyen a la voz poderes superiores capaces de trastocar un destino trazado. Así en la Odisea Ulises es prevenido sobre el peligro que lo acecha al escuchar la voz de las sirenas.

El trabajo se propone hacer un recorrido teórico respecto del objeto "voz", y del circuito de la pulsión invocante articulándolo con reflexiones sobre la clínica. ¿Cómo se relaciona la voz con la instancia del Superyó? ¿Porqué Lacan la nombra como objeto de la pulsión? ¿En un tiempo en que el predominio de la imagen y la mirada es rasgo distintivo de una época, qué lugar otorgamos a lo invocante? ¿Qué instrumento es la voz para el lazo social? Estas son algunas de las preguntas que se abordarán.

Me remitiré a un sueño de una paciente en que aparece la frase "reprobado en lengua", y que da pie para un interesante viraje en la clínica. Es recortado así, un goce relativo al lugar denigrado en el que era invocada para acceder a una posición subjetiva más propiciatoria.

SALA D- EL PSICOANALISTA EN EL HOSPITAL PÚBLICO. RESPONSABILIDAD Y ETICA

La escena que preside el encuentro del sujeto psicótico y el analista regularmente suele ser muy otra que aquélla que dará lugar a la transferencia del neurótico por varias y variadas razones. La primera es que el tipo de respuesta que genera la psicosis en el Otro social puede condicionar brutalmente ese encuentro por el lugar en que queda situado no sólo el sujeto psicótico sino también el analista. Me refiero a lo que se conoce como marco institucional.

La otra refracción del campo de la transferencia se origina en que a semejanza de lo que ocurre con los niños, quienes responden a la oferta del analista suelen ser los próximos al psicótico, quienes han sintomatizado la psicosis.

Se plantea pues la cuestión de si la psicosis reclama al psicoanálisis la necesidad de una política específica. Quiero decir, una oferta que proporcione al sujeto psicótico la ocasión de generar una demanda, y dispositivos tales que ayuden a que esa demanda se sostenga.

El eje sobre el que apoyaré mi trabajo será El Psicoanalista en el Hospital Público, Responsabilidad y ética. Trabajaré desde el Seminario 17 en particular "El Reverso del Psicoanálisis", particularmente los cuatro discursos, tomaré el discurso del psicoanálisis y el discurso del amo, para hacerlos jugar con relación al discurso del analizante y el discurso de la ciencia.

Señalando la particularidad del tratamiento combinado, psicoanálisis y psicofármaco logia, en la singularidad del sufrimiento psíquico al que él sujeto humano se ve confrontado en la psicopatología de la vida cotidiana.

Ya Freud, anticipó la particularidad de la Ciencia en su tratamiento del sufrimiento humano y sus diferencias con el Psicoanálisis inaugurado por él mismo.

Volveré a esos antecedentes para nombrar nuevamente el sometimiento al Amo Moderno en nuestros tiempos y encontrar un qué hacer con ello en pos de nuestra ética y responsabilidad como analistas.

A través de un testimonio clínico, el escrito intentará situar las coordenadas lógico-teóricas de la dirección del tratamiento, en tiempos donde la Red Social Imaginaria resta superficies de anudamiento a la identificación, y oscurece la vía fálica sostén del deseo. ¿Cómo sostener la responsabilidad que la transferencia nos otorga? Intentaré poner a trabajar el borde que constituye los límites del Otro Social y la oferta que se limita por la resistencia del analista.

SALA F – ÉPOCA PULSIÓN Y SUBETIVIDAD

Estamos inmersos en lo que por momentos puede parecer plena ciencia ficción, aunque la realidad da cuenta que ya la ha superado.

Hoy el más fuerte es el que puede construir su programa y vía una dirección determinada, a sabiendas, destruir...como si se tratara del lápiz, el papel y las crucecitas de la escolar batalla naval y así "puerilmente" lograr hundir al otro... y nosotros presenciar al instante, sin mediar distancia ni tiempo una devastación que nos incluye a todos por igual.

Es a partir de un puntual interrogante extraído del Antiguo Testamento que intentaré articular diferentes modos actuales de destruir al próximo, al prójimo y el lugar que al psicoanálisis le cabe al respecto.

La era de la informática abre a un nuevo espacio, el de la comunicación en red. Entre sus numerosos efectos hay uno verdaderamente inquietante. En él se manifiesta una economía libidinal donde impera lo pulsional a la vez que las barreras de contención moral se diluyen con facilidad. Los sitios para chatear permiten el anonimato, el uso de nombres de fantasía, y con esa máscara, ese velo, se habilita el despliegue de lo prohibido.

Pero cuando ese despliegue no opera en su dimensión simbólica, en tanto escrito, el extravío del goce acecha en las más endemoniadas versiones de exclusión subjetiva, como se manifiesta en por ejemplo las apologías delictivas (racismo, violación, fundamentalismo, adicción, suicidio).

La presencia de la ley tiene un efecto pacificador. Regula el lazo social y pone una medida a la falta. Pero la inscripción de la ley también deja como resto una tentación a transgredirla, y va a ser la culpa la que en parte detiene esta tendencia a ir más allá de la misma.

¿Qué sucede cuando este elemento regulador y pacificador deja de funcionar cómo tal? ¿cuándo el otro no responde o sólo es visible su impotencia? Allí donde la ley no regula tomo su relevo el superyo. Ciertos fenómenos de desintegración social y la violencia sin medida son algunas de sus consecuencias. Mi intención es relacionar estos fenómenos con la presencia del odio, donde se apunta a destruir el objeto.

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