Trabajos de Investigación Clínica y de Inserción del Psicoanálisis en diversas Áreas Temáticas
Problemas contemporáneos en la clínica de las neurosis

Presentación

Eduardo D. Urbaj - Gabriel O. Pulice

El nuevo siglo nos sorprende a los psicoanalistas, en lo relativo a las instituciones que nos nuclean —al menos en nuestro país—, en un estado de fragmentación sin precedentes. Desde cierto punto de vista podría decirse que el hecho tiene su aspecto positivo, en tanto se nos ofrece una diversidad de alternativas inédita tanto para nuestra formación como para nuestra inserción profesional. No obstante, esto trae por otra parte ciertas consecuencias no del todo deseables, que conviene no ignorar. Una de ellas, es que las cuestiones «políticas» suelen acabar siendo un obturador del debate clínico. Otra, que el aislamiento discursivo —bastante frecuente en nuestras instituciones— suele dificultar notablemente el intercambio de experiencias asimismo valiosas, con el consecuente desaprovechamiento de esos esfuerzos que, de ese modo, corren el riesgo de terminar quedando encapsulados o de consumirse en la intimidad de un pequeño grupo.

A ello hay que sumarle otro dato: los psicoanalistas que no se encuentran en vínculo transferencial o marco alguno de referencia institucional son harto numerosos.

Ambas situaciones —los analistas «institucionalizados» y los analistas «aislados»—atentan con frecuencia contra la posibilidad de generar un intercambio fecundo entre profesionales. En el primer caso, la fragmentación de grupos, con sus fenómenos imaginarios, produce el efecto de capillas en las que se discute sobre la base de consensos. El que no está de acuerdo se va a otro lado, con lo cual al final sólo se debate entre los que coinciden en determinada posición. El segundo grupo, los más aislados, carecen directamente de esta posibilidad, dado que «ya se fueron». ¿Cómo sortear esta dificultad? ¿Cómo hallar alguna alternativa que permita sostener algún debate, producir algún intercambio de opiniones que no caiga bajo la sospecha de estar capturado en un mero simulacro destinado tan sólo a cristalizar ciertas «verdades», como si de ellas dependiera el sostén de la integridad edilicia de cada institución?

Frente a este panorama, tenemos la sensación de que la apertura en la web de diversos sitios destinados al desarrollo y la difusión del psicoanálisis —entre los cuales no podemos dejar de mencionar el lugar de privilegio que ha tenido, desde el comienzo, PsicoMundo— ha hecho posible generar un espacio liberado —al menos en una buena medida — de tales cadenas. En la intimidad del hogar o del consultorio, la brújula que orienta la dirección en la que a cada uno se le ocurre navegar pareciera estar a salvo de los «controles» de cada escuela. Por eso mismo, creemos que la web se ha consolidado como un espacio que, por su virtualidad, puede permitir la confluencia en la pasión y el interés por el trabajo clínico aún de quienes, sin embargo, sostienen en apariencia —en sus respectivas instituciones — opiniones y posturas divergentes. El intercambio que se produce a partir de ello parece recrear, además, la tradición epistolar de las discusiones científicas tan frecuentes en la primera mitad del siglo pasado. Ahora bien, ¿qué es lo que queda por debatir? ¿Es que hay algo que, sobre las neurosis, no se haya dicho todavía? Diversos indicadores nos hacen pensar que, aún en este terreno tan transitado, nuestra experiencia no se detiene...

En este contexto, consideramos oportuno inaugurar el área temática: Problemas contemporáneos en la clínica de las neurosis, con la expectativa de que se pueda ir configurando como un espacio fecundo de discusión y debate sobre todas aquellas cuestiones que atraviesan cotidianamente nuestro trabajo y que nos confrontan con fuertes interrogantes que reclaman atención. Una de las características propias de la época que podemos situar, tanto en las instituciones como en los consultorios privados, es la inevitable irrupción de un malestar «globalizado». Entre otras cosas, cobra cada vez más presencia el fantasma o la realidad —según el caso— de la desocupación, que lógicamente también alcanza a los mismos analistas en sus consultorios, muchas veces «sub-ocupados». Las angustias por el dinero que no alcanza, la ola migratoria, la sospecha de que «estamos mal, pero podemos estar peor», junto a los diversos modos de exclusión social como una amenaza cuya presencia es más o menos permanente, son sólo algunos de los factores propios de la época que ameritan el trabajo de reflexión y conceptualización que nos proponemos abordar aquí. Pero no sólo eso.

Un capítulo especial queda reservado para las discusiones sobre la técnica: el análisis en las instituciones; el tiempo de la sesión; los diversos modos de la demanda; la problemática de los finales de análisis; la cuestión del pase; y una larga lista de temas que sería difícil agotar, se nos presentan al mismo tiempo como elementos que, necesariamente, debemos articular al contexto, si no queremos correr el riesgo de quedar encapsulados en una práctica carente de eficacia, tan sólo restringida al privilegio de unos pocos usuarios.

Damos entonces la bienvenida a todos aquellos analistas que —como lectores o colaboradores— se sientan convocados a participar de esta propuesta que, esperamos, pueda constituirse en un aporte de utilidad para el trabajo clínico en este campo.

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