Investigación à Psicoanálisis

Trabajos de Investigación Clínica y de Inserción del Psicoanálisis en diversas Áreas Temáticas
Investigaciones teórico conceptuales

La mirada se fuga, ¿vale la pena el tratamiento?

Sebastián Posadas

sebastianposadas_1@hotmail.com

¿Qué es una norma? Según la Real Academia  Española es un “Principio que se impone o se adopta para dirigir la conducta”. ¿Cuál es el principio de “la” Norma? Quizá su coordenada inicial se localice en el más allá del placer.
Al comienzo del tratamiento expresa su dificultad para convivir con su hija la cual lleva un arresto domiciliario “no respeta regla ni norma de la casa”. Refiere dificultades para que los otros la comprendan, no reconoce si es que no se sabe expresar o no la saben entender “sigo pensando que hablo en otro idioma”. Pasadas algunas entrevista se ausenta sin dar aviso. Luego se conocerá el motivo de la misma: las dificultades económicas para continuar con el tratamiento.

Bajo estas condiciones ¿Cómo dar lugar al despliegue de un tratamiento posible? Por otro lado,  ¿Existe una pregunta por su padecimiento? El discurso interrumpido por un llanto angustiante, manifestado en las primeras entrevistas, se precipitaba como la mostración de un grito desesperado en silencio, quizá una pregunta informulada en el horizonte. Se le propone una beca para continuar el tratamiento, la cual estaba en condiciones de afrontar económicamente. Luego de la entrevista en la que se pacta la beca, con el compromiso de un trabajo por la palabra, Norma comienza a decir. Dirá respecto a sus silencios “será porque nunca nadie me hablaba?...siempre todo sola de chiquita”. Cuenta su secreto mejor guardado durante 40 años, la escena donde vio que su padre violaba a su hermana mayor. Previamente a la violación, Norma dice que su padre le preguntó si su hermana le había pegado: “y le dije que sí”. Construye una secuencia causal, algo llamativa, estableciendo una responsabilidad culpabilizante entre su “haber dicho” y  la violación, como castigo. “Será que desde ahí me quede encerrada y nunca lo dije, nunca hablamos de eso”  A partir de ese momento Norma  comienza a hacer historia, “este sábado me acorde de cuando era chica”, a interrogarse por el silencio del secreto. Advirtiendo, ahora, que vuelve al punto de no poder hablar, “algo” quiere gritar, necesita hacerlo porque lo tiene atragantado, quiere pero no puede. Dos voluntades, ¿división subjetiva?

Esto conduce a la pregunta por el acto analítico en el inicio de este tratamiento  ¿Qué maniobra posibilitó la continuidad? La condición de posibilidad, necesaria aunque no suficiente, para la continuidad de este tratamiento, fue producto de una apuesta singular. Contactar a Norma con la propuesta de una beca, incondicionalidad a medias, es la oferta de una escucha inédita para ella, de un Otro que promueve la palabra y la acompaña. Lacan ha dicho que con la oferta ha creado la demanda (2). Aquí la oferta es un acto, sin cálculo. Oferta que de algún modo conmociona, en parte, el goce mudo, vía la escucha de un Otro que cifra, codifica y ordena. En relación a la satisfacción implicada en un mas allá del principio del placer, Osvaldo Delgado se pregunta cómo hacer para que ello entre en el campo de la transferencia “…cuál es la maniobra, el acto del analista que lo hace pasar por el Otro. Porque es la operación analítica hacer pasar el goce…por el campo del otro.”(3)

Mejor complemento del silencio, la mirada.  Dirá que a sus 20 años,  luego de haber tenido a su primer hijo y bajo un estado de “depresión”, se hizo sacar los dientes. La razón de ello había sido para responder al por qué no se reía, si es que alguien se lo preguntaba. Luego, bajo la misma modalidad quiso pelarse, se cortaba el pelo muy corto “era siempre lo mismo, no quiero que nadie me mire ni me hable”. En otra oportunidad comentará que “no pude aprender a que no sea todo a través de la mirada”. A sus 13 años su abuela materna le consiguió trabajo en una casa como empleada domestica.  Estando allí, relata situaciones de abuso sexual, que ella considera como “abuso deshonesto, me tocaban”, reconociendo que “de ahí viene lo de la mirada, decían limpia el piso con la mirada, era limpia o limpia, no era una mirada de cariño

Esta modalidad es la que ella repite, por ejemplo, para explicarle a su jefa que hay personas que roban en su trabajo, luego de estar acusada “informalmente” de robo, situación que la angustia. “Yo intenté demostrarle visualmente, se lo mostré y ella no quiso ver”. Por otro lado, Norma es “muy transparente” en su trabajo y siempre “demuestra” que pueden confiar en ella, haciéndose ver de ese modo. Luego de separarse de su mujer, uno de sus hijos vuelve a vivir con Norma. Ante a las dificultades económicas y los problemas de convivencia, Norma no sabe como decirle a su hijo que tiene que irse. Entonces “dejo la heladera vacía, para que él se dé cuenta que se tiene que ir o que tiene que ayudar”. Es decir que mirando la heladera, su hijo tendría que comprender lo que Norma no sabe como decir. Frente al agobio que le produce su trabajo actual, en el cual trata constantemente con niños (los cuida, les cocina, “los miro” cuando son sancionados), ellos les hablan y como respuesta: ella no los mira, “me hablan y no los miro”, a pesar de que esto la angustia. Hace un año aproximadamente, realizó un test psicológico en el cual “eso salió”, a través de imágenes (dibujó la escuela toda oscura), Norma mostraba, sin intención, lo difícil que resultó aquel tiempo para ella, “el recuerdo de mi infancia”. En aquella escuela, el profesor abusaba de los alumnos, “yo lo vi eso, no me olvido”. Lo único que pudo escribir debajo del dibujo, y en relación a la escuela, fue que “valía la pena estudiar”. En este sentido, el valor de la pena es el goce insoportable de tener que mirar, algo que no se olvidará. Cuando recuerda la violación del padre a su Hermana, lo hace relatándola como una escena la cual ella vio y no puede olvidar, manteniéndola en secreto hasta ahora.
Lacan dirá respecto al circuito pulsional “Lo fundamental de cada pulsión es el vaivén con que se estructura… no hay parte del trayecto de la pulsión que pueda separarse de su vaivén, de su reversión fundamental, de su carácter circular… Este sujeto, que es propiamente el otro, aparece si la pulsión llega a cerrar su trayecto circular. Solo con su aparición en el otro puede ser realizada la función de la pulsión” (4).  En este sentido la pulsión escópica hace su recorrido, allí donde Norma mira, se hace mirar y muestra, constituyendo de manera singular su relación al Otro.

Fuga tras fuga, una solución al embarazo. Frente a los conflictos con su hija, situación que la trae a la consulta, Norma dirá “me sentía mal y busque como salida irme de mi casa… me daba cuenta que estaba mal”. A sus 19 años con un embarazo en curso, se “fuga” de la provincia en la que vivía para venir a Buenos Aires, “al caer devuelta en lo de las fugas, me fui y nadie sabía dónde estaba, durante 12 años, no sé que buscaba pero me fui, allí entre en la depresión”. Cuatro años más tarde, sin poder encontrarle su propio sentido a la vida y bajo lo que ella denomina “depresión”, se encerró durante un año en un cuarto donde vivía con sus dos hijos, tapando todo para que no entre el sol y automedicándose con Valium, otra forma de lo que ella denomina sus fugas. Algunos años más tarde, luego de tener que mudarse a un asentamiento por dificultades económicas, dirá “ahí empecé a irme”. Se iba de su casa “había estado con un abandono total, en todo sentido, casa, hijos”. Octubre es para Norma “un mes en el que uno no quiere estar”, es el mes de su cumpleaños el cual reconoce que para ella es “un bajón”. Ese día, desapareció por completo de su casa, sin avisarle a nadie. Existe un lugar en su casa el cual considera “un escape”, es un cuarto que armó especialmente para hacer cosas que le gustan. Más allá de esta finalidad, en él también “busca aislarse” cuando los ruidos que traen los problema familiares la superan.

Pareciera que ante a determinadas situaciones, embarazosas para Norma, encuentra como única solución posible “las fugas”, al modo de un pasaje al acto. Lacan dirá, respecto al caso de la “Joven homosexual”, que el pasaje al acto tiene como momento preliminar “el supremo embarazo” (5). En este sentido es que Norma, frente a los acontecimientos angustiantes y traumáticos de su vida, vivencia  este “supremo embarazo”, ante el cual puede moverse únicamente “en dirección a evadirse de la escena” (6), como solución. David Laznik, formulará una pregunta en torno al trauma y la fijación: “¿la fijación es al trauma en sí, o a los modos de respuesta al trauma?” (7) Particularmente en el caso de Norma, su modo de responder a la angustia, a lo traumático, tiene un carácter fijo, es decir sus pasajes al acto son siempre fugas, escapes. Es así que la repetición de esta respuesta se localizaría más allá del principio del placer. Podría establecerse, una conexión entre estas fugas y esa forma de compulsión de repetición formulada por Freud en “Mas allá del principio del placer”,  respecto a aquellas vivencias “que no tienen posibilidad alguna de placer, que tampoco en aquel momento pudieron ser satisfacciones, ni siquiera de las mociones pulsionales reprimidas desde entonces” (8).
Actualmente, Norma se interroga sobre esta forma de solución, “yo me di cuenta que siempre me quería ir, eso que uno diría cuando tiene un problema “me iría a la China” y uno se da cuenta que la China no existe y está en medio del problema”. El consultorio, es hoy para ella el lugar al cual “escapa” de los problemas familiares y laborales y donde puede “estar sola y tranquila”. 

Una pregunta que trae preguntas  ¿Cómo interpretar aquella ausencia, sin aviso, al tratamiento? Ella siempre trae a su hijo al tratamiento, el cual lo realiza en la misma institución, aquella vez no vino (desapareció?) y quien lo trajo fue su hermano.
Habrá sido ¿Un intento de abstraerse a la mirada del Otro? ¿La mostración de una ausencia en el lugar de un decir? ¿Repetición de sus fugas frente a un momento embarazoso? ¿Todo esto, nada de esto, algo de esto?

Sebastián Posadas

Bibliografía

Notas

(1) Trabajo presentado en las Jornadas anuales de la Fundación Causa Clínica, en diciembre del 2017.

(2) Lacan, J. (1958) “La dirección de la cura y los principios de su poder” en Escritos 2. Buenos Aires, Siglo XXI editores. 2008. Pag. 588.

(3) Delgado, O. y Col. “Lo fecundo del obstáculo” en El lugar del analista. Buenos Aires, JVE. 2005. Pags. 21 y 22.

(4) Lacan, J. “La pulsión parcial y su circuito” en El seminario de Jaques Lacan: Libro 11: “Los cuatro conceptos fundamentales del Psicoanálisis”. Buenos Aires, Paidós. 2013. Pag.185 y186.

(5)Lacan, J. “La causa del deseo” en El seminario de Jaques Lacan: Libro 10: “La angustia”. Buenos Aires, Paidós. 2013. Pag.124.

(6) Lacan, J. “Pasaje al acto y acting out” en El seminario de Jaques Lacan: Libro 10: “La angustia”. Buenos Aires, Paidós. 2013. Pag.129.

(7) Laznik, D. “Compulsión de repetición en los inicios del análisis”. Notas propias de la Conferencia dictada en Causa Clinica el 4 de octubre del 2017.

(8) Freud, S. (1920). “Más allá del principio del placer” en Sigmund Freud Obras Completas. Volumen 18. Buenos Aires, Amorrortu editores. 2004. Pag. 20.

 

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