Psicanalise e Psicofármacos

El revés de la píldora

Sara Elena Hassan

Como un goteo de profundidad en el tímpano,
fonemas,
aires,
piedras,
fuegos,
ríos,
anhelos,
anidan en los huecos donde se posan recursos sedados.

Con el desaliento enredado al acertijo
cada voz desgrana palabras como remedios
que no alivian los cuerpos.

Palabras como remedios,
de Albert Garcia i Hernandez (psicoanalista y poeta español contemporáneo)

Antidepresivos en escena

Hace um par de meses, la mídia brasilera viene dando notícias de trabajos científicos que cuestionan los resultados, siempre favorables, aportados por píldoras antidepresivas, para las depresiones no muy graves.Así, el trabajo de Erick Turner Ph.D, del Portland VA Medical Centre, Oregon, publicado en el New England Journal of Medicine afirma, com carácter de denuncia que, tanto en los EEUU como en Inglaterra, y desde el boom de los antidepresivos ( años 80) hasta hoy, sólo habrían sido divulgadas las investigaciones sobre experiencias con resultados favorables ao uso de los mismos, y no aquellas que las objetan, o asimilan sus resultados a los efectos placebo. Del otro lado del Atlântico, el investigador Irving Kirsch, de la Universidad de Hull, en Gran Bretaña, confirma, en la Public Library of Science (PLoS) Medicine, que muchos de los antidepresivos no funcionan tan bien como sugieren los estudios publicados.

Coincidentemente, la gran imprenta brasilera de los primeros meses del 2008 retoma estas novedades. Así, en artículo titulado "El poder de la tristeza" ("O poder da tristeza"), que trata de revalorizar la tristeza como afecto creativo contrapuesto a la idea de eterna felicidad: lado a lado se exponen testimonios de usuarios de este tipo de medicación, a favor y en contra. Esta hipótesis es ilustrada por la exposición de una galería de genios que "realizaron sus grandes obras en estado de extremo tormento": para comenzar, y entre otros, Beethoven, Nietzche, Van Gogh, Munch, Santos Dumont, Fernando Pessoa, Clarice Lispector, João Cabral de Melo Neto, Woody Allen, Janis Joplin, Jim Morrison, Ellis Regina. Es interesante hacer notar que esta información llega en el momento exacto en que caduca la exclusividad de la patente de la fluoxetina en los Estados Unidos.

Casi al mismo tiempo aparece el libro "Yo tomo antidepresivos, gracias a Dios" (1)

Además de la intención de desmistificar los tratamientos psiquiátricos, la autora incluye capítulos de divulgación científica, principalmente sobre neurotransmisores y neurociencias, además de algunas pinceladas filosóficas con citas de Nietsche, Bachelard, Derrida, testimonios de usuarios de psicofármacos, eletro-estimulación, y psicoterapias que abarcan desde la terapia familiar sistémica hasta el psicoanálisis.

El enfoque pretende ser pluralista pero los diferentes recursos presentados como modalidades contemporáneas para enfrentar el malestar terminan resultando favorables, en mi lectura, a las novedades de la psiquiatría biológica.De ese modo, entran en la licuadora del "todo vale"abordajes tan polares como el psicoanálisis y la ECT o electroestimulación, nuevo nombre del antiguo electroshock modernizado, presentado como un recurso "caro e accesible a la elite", según lamenta la psiquiatra entrevistada?

La pequena muestra que antecede vale como introducción del presente trabajo, cuyo objetivo es : 1º mostrar como el psicoanálisis logra tomar los psicofármacos por otra vertiente.2º una aproximación a la diferencia aportada por el psicoanálisis como propuesta terapéutica

Problematizando el uso de píldoras. Relación del psicoanálisis con las ciencias

Con Freud y mas exactamente desde Lacan, las ciencias biológicas como referencia prevalente inherente al campo psicoanalítico, se vuelven cuestionables.Definido el psicoanálisis como práctica "lenguajera" y discursiva, cambia el estatuto de aquellas en cuanto fundamentales y esenciales al psicoanálisis. Los avances de las ciências biológicas, de la psicofarmacología, de las neurociencias en la última década caminan en una dirección propia, dando como resultado interfases y cruzamientos de los efectos de la palabra en el organismo, de las incidencias de la química sobre los efectos de sujeto, entre otros.

Tampoco se trata de considerar al psicoanálisis como uma práctica indiferente a cualquier otra ciencia, o al margen de los progresos científicos. Así, son habituales las referencias del psicoanálisis, entre otros, a la lingüística y a las ciências del lenguaje en general, a la topología ( rama das matemáticas) , a la filosofia, a las ciencias sociales, etc., manteniendo y cultivando el interés por el saber científico u otros saberes y manifestaciones de la cultura, incluyendo el savoir-faire de las artes.

El psicoanálisis, entonces, no es sin la ciencia.Se lo puede considerar un producto residual del pensamiento científico posterior a Descartes, aunque sin confundirse con él. El psicoanálisis rescata un lado que, necesariamente, escapa al pensamiento cartesiano que fundamenta la ciencia, pero tampoco se ecuaciona nunca al pensamiento precientífico, como pretenden algunos trabajos recientes de las ciencias médicas basadas en la ciencia biológica experiemental, o que postulan las TCC (sigla de Terapias Cognitivo Comportamentales), como punto de llegada supuestamente científico de un recorrido hecho desde el psicoanálisis.

Cuando el cuerpo se convierte en objeto del pensamiento científico, es desenfocado – no hay ganancia sin pérdida – de su capacidad de viviente como aquel que puede gozar, en el sentido de la Befriedigung freudiana, y su "satisfação", por así decir, se juega en el orden paradójico de lo pulsional.

El psicoanálisis no se basa en fórmulas fijas, ni en reacciones previsibles de causa a efecto como ocurre en la ciencia, sino que responde a una otra causalidad enraizada en la función y el campo de la palabra, del lenguaje y de la letra.

Con Lacan, el psicoanálisis va a quedar formalizado como um discurso específico, entre otros cuatro, que llamó discurso del amo, de la histérica, del universitário y del analista. Mas un quinto discurso, del capitalista como variación del primero.El discurso del analista tiene un modo propio de enfrentar los impasses lógicos y, en términos mas amplios los sectarismos, por el hecho de hacer su trayecto por todos los discursos y todas las posiciones. El discurso del analista no se constituye sino por el recorrido o la ronda de los discursos, sin estancarse en um discurso único.

En este sentido, podemos afirmar que los descubrimiento biológicos y/o farmacológicos en este caso, llegan a problematizar la práctica del psicoanálisis, y que a su vez el psicoanálisis, puede también problematizala a aquellas dentro de su campo.

¿Que es una píldora?

La medicina, desde la antiguedad, ofrece píldoras como uno de sus recursos. ¿Pero, que es una píldora?

Según el diccionario, "píldora" viene del latín "pillÿla", significando "bolita", forma farmacéutica, para uso por via oral. En sentido figurado "cosa desagradable. Popularmente "burla, engaño, mentira". Por antonomasia píldora anticoncepcional. Expresiones como "dorar la píldora" tienen el sentido de, "tratar de hacer que alguien acepte uma cosa desagradable o perjudicial" usando palabras amables, lisonjeras, o de cualquier recurso hábil e suave. Tragar la píldora: "soportar cosas desagradables sin protestar. ( tragar sapos).Dejarse enganar, embaucar, generalmente por médio de palabras dulces- (N.D.Aurélio)

Las cuatro condiciones del Pharmakon griego, como remedio, como veneno, como tintura y como placebo ( del latin "placere", "agradar’), muestran de manera bastante abarcativa algo de la esencia de lo que es curativo en medicina.

Píldoras son ( no siempre) producto la tecnología y el saber científicos, pero no hay píldora que no implique minimamente un imaginario y una operación simbólico-real: el acto de quien la prescribe, dependiendo para eso no solo de sus mecanismos de acción químicos universales sino de um cierto margen de efectos particulares.

Es decir, hay el trabajo de "la píldora" como significante, con toda la potencia de tal.

Tomar la píldoras al revés/ por su revés

A pesar de las olas de flujo y reflujo en el uso de los antidepresivos, entiendo que se pueden considerar, por más de una razón, como un hecho consumado dentro del conjunto del mercado de las terapéuticas concebidas para incidir en los estados de ánimo patológicos ( para algunos tambien sobre los normales). En este caso a través de mecanismos químicos en el organismo y el cuerpo. Desde la perspectiva del psicoanálisis, los psicofármacos entran en el discurso psicoanalítico a través de la escucha de la palabra del analizando sobre el medicamento, de los efectos sobre sus fantasías, de sus relaciones con el acto médico, etc. En otros términos, en sus incidencias imaginarias, simbólicas y reales. El acto de prescripción médica del psicofármaco, como de cualquier fármaco, se constituye como acto de amo, sin el cual la prescripción no es tal: el médico ordena tomar esta o aquella medicación. Mas aún cuando se trata de medicamentos de prescripción controlada, como los psicofármacos. El discurso analítico, como reverso del discurso del amo, va a tomar la medicación por su revés, o mas ampliamente, por otro bies. .

El presupuesto aqui es de um cruzamiento posible de abordajes diferentes del sufrimiento: el psicoanálisis incide en el cuerpo libidinal o cuerpo pulsional, que es um otro cuerpo, diferente del cuerpo de la biología, abordado por la medicina. De ahí que cada uno de estos abordajes no excluye necesariamente al otro : o psicofármacos o psicoanálisis puede leerse "tanto uno como el otro", y no como disyunción, siempre que la psiquiatría se permita "dialogar" y no tome la posición de amo absoluto, a través de la persona del psiquiatra.

¿ Que ofrece el psicoanálisis?

La propuesta del psicoanálisis no es nada redondo ni concreto como una píldora. Y esto sin desmerecer la complejidad de la farmacodinamia y de la farmacocinética del medicamento. Para el psicoanalisis es necesario el dispositivo analítico, la clínica en transferencia, la puesta en presencia de dos seres hablantes de la cual resultan efectos llamados "de sujeto", en función de líneas de fuerza poderosas que entran en juego en la clínica psicoanalítica, con su propia complejidad.Su abordaje minucioso excede ampliamente los limites de este trabajo. Se suele decir que los efectos terapéuticos del psicoanálisis aparecen "por añadidura", expresión que merecería todo un desarrollo porque así planteados tienden a aparecer como agregados o secundarios al método. Es la abertura al inconsciente la que va a propiciar lo que sería terapéutico para un sujeto particular, dependiendo de su historia y su estructura psíquica.

A diferencia de la clínica psiquiátrica, el comienzo y la continuidad del tratamiento analítico requieren, a lo largo de las sesiones, una"química" entre analista y analisando, una afinidad de orden diferente a la de la química de los procesos biológicos que pasa por la transferencia, en sus diferentes momentos ( conceptualizada en la orientación lacaniana como relación al sujeto supuesto saber), indisociable de los efectos terapéuticos.

Desde Sigmund Freud, fundador del psicoanálisis, es fundamental la existencia del inconsciente, "entre percepción y consciencia", por tomarlo en una de sus definiciones. Para Lacan,"entre cuero y carne" , es decir, por una metáfora esclarecedora de que no se trata, justamente, de una referencia al organismo. (3)

Freud, todavía neurólogo, abre, o mejor dicho teoriza en un texto como el de las Afasias ( transtornos del lenguaje con base en lesiones orgánicas del Sistema Nervoso Central), un espacio psíquico diferenciado de los procesos neuronales propiamente dichos.

Teniendo en cuenta que "vivimos en um mundo de proliferación incesante de objetos de todos los tipos" (4). ¿Como pensar las coordenadas del psicoanálisis como objeto ofrecido en ese maremagnum de objetos de la post-modernidad? ¿ No resulta ilusório pretender que el psicoanálisis como uno entre los objetos del mercado no esté sometido estrictamente a su lógica?

El objeto ofrecido por el psicoanálisis se encarna en el analista, pero sin confundirse con su persona. En cuanto práctica discursiva, e l discurso del psicoanálisis se constituye como impedimento al discurso del capitalista ( quinto discurso, según Lacan ), que presupone una alta rotatividad de objetos consumibles.

"La singularidad del psicoanálisis es de presentarse como um objeto erótico", es decir como objeto causa de deseo". Su via es la "cura por la palabra", o "talking cure", de Freud. No se trata de encontrarlo en una tienda de fetiches eróticos ( eroticario). El objeto, para el psicoanálisis, según afirma Freud en una respuesta a Jung sobre este punto, no es una cosa real en el sentido físico del término, sino una cosa fantasmática en el sentido psíquico del término"(5). Es decir, Freud rechaza con firmeza la suposición de considerar al objeto como si fuese uma persona real, y asegura, por el contrario, su estatuto fantasmático. Esto quiere decir que el objeto no es alguien, o el fantasma imaginado por alguien, sino una categoria fantasmática inconsciente El objeto ofrecido por el psicoanalista tiene que ver con un objeto ( míticamente ) perdido. Por otro lado, lo que define la condición de erótico es un goce con origen en el lenguaje. El analista opera como semblante ( apariencia) de objeto causa de deseo, llamado "a" por Lacan, quien se vale entonces de este bautismo para nombrar ( y resolver así parcialmente) una gran dificultad. El "a"es una categoría formal, no descriptiva, sin significación, sin sentido a priori, y sin referentes empíricos. Es un valor lógico, sin otra consistencia que una letra, articulable con otras letras" (6)

Este objeto no responde apenas al empeño del psicoanálisis en formalizar, sino que depende, en cierto modo, de limitaciones y posibilidades del psicoanálisis para poner en forma y transmitir por el escrito el enigma central del goce del cuerpo del ser que habla, o mejor , que es hablado por su inconsciente. Organizador del campo de la práctica psicoanalítica, según Lacan.

El analista toma su posición en el lugar de ese objeto causa de deseo en la transferencia, desde donde podrá abrir espacio para los objetos libidinales singulares del analizando: Lacan rescata en el seminario VIII de la Transferencia el término griego "agalmata", joya, objeto precioso, ofrecido a los dioses, en realidad un vacío ( encubierto), asimilado al objeto parcial pulsional como eje o centro del deseo humano. En el seminario X, de la angustia, el objeto parcial, causa de deseo será considerado también como un resto de una operación lógica.

Otra de las funciones del objeto "a" es como plus de goce: ganancia de goce / pérdida de goce capturado, al mismo tiempo, por otro correlativo.Todos los objetos, culturales, productos de la industria, en fin objetos de consumo, objetos imaginarios, i(a), substitutos del objeto "a", incluindo el dinero, van a llenar el vacío de la llamada castración imaginaria, formalizada como -j (-phi), aunque sin lograrlo completamente: De ahí:

Esos objetos "i(a)" se proponen para causar nuestro deseo y taponar la falta de goce, transitoriamente, porque la repetición ( en psicoanalísis ), no cesa.

Lacan inventa un neologismo, "letosas" ( alétheia + ousia)para esos objetos- tampón. Podemos considerar los psicofármacos antidepresivos como letosas, o mercaderias, propuestas por su propiedad farmacéutica de elevar, mientras dura su efecto, el "tonus" de la felicidad, a esta altura transformada en concepto de la positive psychology. Los objetos plus de goce se refieren mas específicamente a los bienes descartables. La clase de felicidad farmaco-dependiente alude al nivel del organismo que la metaboliza, hasta la dosis siguiente, así como ocurre con lo descartable que se transforma en seguida, en busca de otro bien El psicoanalista, no es descartable tan fácilmente, aunque al final de un analisis "caiga" de su posición original en el discurso.

El psicoanálisis es heterogeneo a los psicofármacos, y la singularidad de su oferta va mas allá de sus propiedades terapéuticas.No se trata, en psicoanálisis de promover y prometer el goce. Por el contrario, tiende a frenarlo, o inclusive a evaporarlo. ¿Como lo logra? Antes que nada fijando el goce: habitualmente, no se cambia de psicanalista como se cambia de televisor o de automovil por un modelo ‘mejor’ "(7) El psicoanálisis no puede ser consumismo.

La diferencia ética del psicoanálisis

Vimos hasta aqui que lo que hace la diferencia del psicoanálisis, es la oferta de una experiencia específica:

... "Él ( psicanálise) exige una prolongada ascesis subjetiva,y que jamás será interrumpida, no siendo el fin del propio análisis didáctico separable del compromiso del sujeto en su práctica "(8)

Esta exigencia de ascesis ininterrumpida (del gr iego áskesis, con acepción de "reglas y prácticas dirigidas a la liberación del espíritu y la plenitud de la virtud ") no configura una actitud monástica o religiosa preestablecida sino que apunta para un trabajo ético, basado en la condición del humano como deseante, que no termina con el fin del tratamiento. Esta ética es diferente de la ética médica que rige gran parte de las terapéuticas, e inseparable del sujeto del inconsciente.He aqui donde otras cuestiones asoman sobre la existencia y el reconocimiento del inconsciente en la postmodernidad, y sobre las modalidades que asume actualmente el psicoanálisis y el tratamiento de las cuestiones subjetivas, que seria tema para otro trabajo.

Referencias bibliográficas

1."Eu tomo antidepressivos , graças a Deus", Catia Moraes, editora Best Seller, Rio de Janeiro, marzo 2008

2.Novo Dicionário Aurélio da Língua Portuguesa, 2da edição, 4ª impressão.

3.Alusión de J. Lacan o Seminário XI, de la Identificación ( 1962) a Sigmund Freud, en Sigmund: Moises y la religión monoteísta ( 1939) – El texto de S. Freud sobre Afasias es de1891.

4.Hassan, Sara Elena, Los Gadgets, Acheronta 7, 1998, www.acheronta.org

5.Nasio, Juan: Los ojos de Laura, p 69, op.cit.Correspondance Freud-Jung, Gallimard, vol I, págs. 87 y 95.

6. Nasio, Juan: Los ojos de Laura, p 69 op.cit.Correspondance Freud-Jung, Gallimard, vol I, págs. 87 y 95.

7.Karothy Rolando H, Los tonos de la verdad, Ensayo psicoanalítico, Editora de la campana, 1996).

8. Lacan, Jacques, Escritos, P. 322. Função e campo da fala e da linguagem, (5)Jorge Zahar Editor, Rio de Janeiro, 1998

Otras referencias en Lacan: seminarios VIII, X, XVI e XVII.

Artículos de la autora sobre el mismo tema:

1.Psicanálise e psicofármacos nos discursos prevalentes ( Acheronta, Estados Gerais da Psicanálise, Revista Pulsional) 2005

2.Psicofármacos no olhar e na escuta psicanalíticas ( Congresso Belém do Pará Psicopatologia Fundamental).2006

3. O psicofármaco, põe em risco o tratamento psicanalítico ( Centro de Estudos Psicanalíticos, mesa redonda 2006)

4.Na trilha do significante "psicofármacos" ( Revista Caligrama, Universidad de São Paulo) 2007)

5.O avesso da pílula ( Foro Psicofármacos-psicanálise, Psicomundo)2008

Sara Elena Hassan
saraelenahassan@hotmail.com
sara.elena@terra.com.br
São Paulo, agosto 2008


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