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N° 9
FRENESI DE LO VISIBLE

Visible Mente

Rose-Marie Mariaca Fellmann

 

De lo serio para burlarse, o de la burla seria: todo es uno!
Wagner

El 4 de Septiembre de 1913, Ernst Wagner maestro, después de matar a su mujer y a sus cuatro hijos, con golpes de cuchillo en el cuello, en el pecho y en el corazón, llevó a cabo 14 crímenes por disparo. Incendió cuatro diferentes lugares del pueblo de Mülhausen (Alemania) donde anteriormente había residido. Fue finalmente detenido por algunos habitantes del lugar, y llevado a un hospital psiquiátrico donde permaneció hasta el año 1938 cuando murió. El diagnóstico emitido por su psiquiatra, el Dr. Gaupp , fue de paranoia. Doce años antes, en 1901 aproximadamente tuvo, (según él dice), actos sexuales con animales, a partir de los cuales, inicia un delirio de persecución en el que siente que todos los habitantes del pueblo lo saben y se ríen y burlan de él. Se calificará de sodomita, significante que no lo soltara nunca.

Antes y durante su permanencia en el hospital psiquiátrico, y después de su acto sodomita, escribió una autobiografía (1909 - 1913), así como obras de teatro y escritos que denotan una profunda influencia bíblica y de literatura alemana. Estos escritos fueron hechos con la principal intención de ser tomados en serio, de esta manera Wagner sería reconocido en su calidad de escritor y podría desbaratar el diagnóstico psiquiátrico que se le adjudicó, tratando de dar otro lugar a los actos homicidas que llevó a cabo, un lugar diferente al otorgado por la psiquiatría. Es decir, que esos actos no fueran desacreditados por el diagnóstico de paranoia, y simultáneamente que no fuera él desacreditado, pero, había una intención más….hacer saber para quien quisiera leerlo y escucharlo, sobre los motivos que tuvo para llevar a cabo esos a ctos, así como el mostrar algo que no pasó por las palabras.

Aquello que no puede ser dicho, a veces, se muestra. Esto último es lo que me permite hoy hablar de Wagner, su intento de mostrar algo y el hacer saber su versión sobre lo ocurrido a través de sus escritos, con la clara advertencia de que escribió en alemán, lo cual me limita en la lectura del caso. Sin embargo, esa estrecha relación con el mundo de las imágenes es lo que salva este obstáculo. Encontraremos en este trabajo el peso de la imagen, de una imagen en particular en la constitución identificatoria de Wagner y los efectos que ésta tuvo en sus actos.

Trabajo el texto traducido al francés de los escritos de Wagner realizada por Anne-Marie Vindras y de las entrevistas realizadas por el Dr. Gaupp, también traducidas al francés por la misma autora.

Narr es una palabra alemana utilizada por Wagner; puede traducirse según el contexto como loco o bufón. Esta palabra alemana designa tanto al loco, desprovisto de razón, al enfermo mental o al bufón del rey. Ernst Wagner hace jugar este término de Narr en oposición con su nombre, Ernst, que significa "serio"1[1]. También significa solemne, crítico, grave, formal, severo, riguroso 2[2]. Ambos términos (narr y ernst) expresarán la manera (curiosa) como Wagner se percibe a sí mismo.

En su sola persona, Wagner jugando con su nombre (Ernst), presenta el costado serio del bufón y del poder que quiere ejercer sobre su destino y, por otro lado, el costado irónico que hace que se burle de si mismo o de aquellos que se toman en serio3[3].

Al final de la primera parte de su autobiografía, terminada en octubre de 1909, cierra con estas palabras:

la vida del gran bufón Ernst Wagner4[4].

En otro de sus escritos, denominado "Nerón" (1907), pone su nombre como apellido Walther Ernst Este manejo de su nombre, este pasar movedizo en el cambio de lugar de su nombre en apellido, revela esa manera de ubicarse en el límite entre lo bufonesco y lo serio en un intento de resolverlo. Con esto quiero decir que, escribir su nombre como apellido eliminando el Wagner sería un intento de anclar ese "Ernst", ese "serio" en una escritura. Un intento sin embargo, que no cesa de no escribirse, pues no amarra nada. Permanece para Wagner lo bufón.

Que es lo que no puede tomar en serio? Y a la vez, desde otro registro no deja de tomar en serio? Porque hay siempre algo de seriedad que se juega en lo bufonesco. El bufón en muchas ocasiones era el representante del pueblo ante el rey, el que informaba, el que se atrevía a decir lo que nadie decía.

El bufón da un espectáculo de alienación y adquiere a ese precio el derecho a la palabra libre. En otros términos, la verdad sólo se hace tolerar cuando toma la máscara de la locura.

El bufón del rey juega por lo tanto a la verdad sólo de un modo burlesco, pues otro modo le es prohibido5[5].

Ahí reside su poder, si dice lo que dice en serio, lo matan.

Se representa a menudo al bufón con un espejo en la mano: ese espejo es el de la verdad. Es el espejo en el cual el príncipe, en todo momento, puede contemplar su imagen. Una imagen muy distinta que aquella que le regresa su retrato oficial. Lo que ve el príncipe, cuando mira a su bufón, es su imitación fraudulenta, grotesca6[6].

Es decir, ve su propia imagen de bufón. En Wagner, tenemos una primera imagen: la de bufón. El aspecto serio que intenta dar a esa imagen de bufón es el de escritor, y el de maestro. Esta imagen de bufón es la imagen que le viene de su acto sodomita pero, vista por otros, desde otros. Se ríen…

Ernst Wagner se siente visto como un bufón y se define como un sodomita, así como un neurasténico, un "lavette", que significa hombre débil, hombre blando, parangón del la debilidad humana.

El término sodomita en alemán tiene el significado en primer término de bestialidad y posteriormente los significados de pederastía, onanismo, relaciones contra la naturaleza y de homosexualidad7[7]. Soy sodomita (Die Sodomie), éstas son las palabras utilizadas por Wagner cuando habla de esos actos sexuales. En un diccionario alemán de psiquiatría está definido de la siguiente manera:

practica sexual nombrada de acuerdo a los desvíos sexuales de los habitantes de Sodoma (Genesis IX, 5-9). Cumplimiento de el acto sexual con animales. Se encuentra en los dos sexos. Se trata en la mayoría de los casos de débiles, dementes, (senilidad, alcoholismo) o enfermos en estado maníaco, pastores solitarios, obreros agrícolas que no pueden llevar una vida sexual normal8[8].

Y bestialidad significa de acuerdo al diccionario de autoridades:

Hecho que compete mas a las bestias que a los hombres; y aunque genéricamente comprenda esa voz cualquier operación o acción bruta, irracional y ajena de razón, por antonomasia se entiende del pecado torpísimo que se comete con las bestias. La última y más nefasta especie de este pecado de lujuria, que es cuando el hombre o la mujer tienen ayuntamiento carnal con los animales9[9].

Esto es importante para definir si en relación a su sexualidad Wagner usaba el término para referirse a una homosexualidad o a relaciones con animales, la semejanza está en que ambos son actos anales. Sodomizar es someter a alguien a actos de sodomía, es decir, a una relación anal de un hombre con otro hombre o con una mujer10[10]. En este caso Wagner pone el acento en actos cometidos con animales.

El termino de lujuria y de concupiscencia es utilizado en varias ocasiones por Wagner a lo largo de sus escritos. Lujuria significa también erotomanía, incontinencia, carnalidad, obscenidad, deshonestidad, tocamiento, fornicación, cachondería, putería, masturbación, onanismo, concupiscencia11[11], este último significa desear ardientemente12[12].

Un diccionario de teología bíblica dice lo siguiente con respecto a este último término13[13]

El deseo puede ser pecado y está prohibido en el decálogo. De la concupiscencia procede lo que hace impuro al hombre, tentaciones y pecados que encadenan al hombre al mundo y pasan por él, de suerte, que excluyen de la salud eterna. La salud consiste en la victoria del espíritu sobre la carne. La perfidia de la concupiscencia de la carne se pone de manifiesto en su encuentro con la ley, pero la azuza por la prohibición da ocasión para la transgresión. La ley no puede impedir el dominio tiránico que la concupiscencia ejerce sobre la carne13.

Cito esto porque, como lo dije mas arriba los textos bíblicos son referencias fundamentales en Wagner, aunque él se declaró ateo desde sus 18 años.

Es después de cometer en 1901 actos de bestialidad que aparece, que se constituye esta imagen de Wagner como bufón, al mismo tiempo que un delirio de persecución estructurado en base a significaciones personales, se cree el centro de burlas de los hombres del pueblo de Mühlhausen. Es decir, en primer término no aparecen palabras sino, la configuración de una imagen y luego risas, burlas, alusiones y… posteriormente palabras que empezó a escuchar, voces, pero, nunca dijo qué le decían…

Nunca dijo de qué palabras se trataba. No podía denunciarse, hubiera equivalido a asumirlas. Son palabras que vienen de Otro.

devino bajo sus propios ojos, el loco del pueblo, aquel que debe sufrir en silencio las burlas de los demás sin poder defenderse. Esta imposibilidad de defenderse estaba ligada al hecho que se despreciaba a si mismo tanto o mas que lo que se creía despreciado por los demás y sobre todo al hecho que no podía articular ninguna palabra concerniente a su bestialidad14[14].

En unos de sus escritos titulado "Delirio" (1921) Wagner a propósito de la pasión amorosa la describe con los siguientes términos: estado dionisíaco análogo a la embriagez, pérdida total del dominio de si, frenesí sexual, bestialidad natural15[15].

Existe una clara relación para Wagner entre pasión amorosa, bestialidad y embriaguez: un estado dionisíaco.

¿Qué es un estado dionisiaco? Es un estado cercano a la embriaguez que se prestó en diferentes épocas y para diferentes cultos a misas, a orgías, a fiestas desenfrenadas. Uno de ellos, por ejemplo, es el culto de príapo, llevado a cabo en la ciudad de Milán en el siglo XI.

Una vez apagada la luz, y después de la aparición de un gran gato negro, se apoderaban del individuo el mas cercano, cualquiera que fuese su sexo, y se libraban a un comercio carnal el tiempo en que sus fuerzas lo permitieran. El incesto, la violación, la sodomía, eran cosas comunes16[16].

Se trata de una sexualidad errante en relación a un paganismo natural, una sexualidad sometida a ritmos cósmicos y animales. Con la característica de excesos y desbordes. Sin fronteras.

¿Hay algo dionisíaco en Wagner? No, estrictamente hablando, el estado dionisíaco mencionado por Wagner describiría la sensación de concupiscencia sentida en la realización de su acto. Una fuerza poderosa lo empuja al establo en varias ocasiones a tener un comercio sexual con animales, digo que lo empuja porque su formación, su raciocinio, su moral le impiden absolutamente aceptar algo así. Estructuralmente hablando hay un pasaje a la paranoia desde la primera vez que esto sucede.

Algo habría empujado a Wagner a la realización de este acto, pasaje de lo humano a lo animal no en una fantasía sino en el real de un establo17[17]. Lo menos que puedo decir es que algo lo convoca fuertemente a la realización de esos actos.

Respecto al deseo presente, Lacan lo ubica muy bien:

el deseo se instituye en transgresión, no se trata de una cuestión de frontera, de limite trazado. Es mas allá de la frontera franqueada que comienza el deseo18[18].

Es un deseo que Wagner no puede reconocer como suyo, y el goce no está de su lado, sino del lado del Otro, así como la burla. Como si fuera el instrumento del goce de un dios. Entonces… que pasa con este deseo en Wagner? Hay un cierto grado estructural, a nivel del cual los deseos propiamente hablando son locos. Existe un testimonio en su escrito "El nazareno" (1913), en el que da cuenta que sus actos no fueron dirigidos por él. Dice Wagner:

Si el hombre fuera su propio amo, ¿creen ustedes que se expondría al peligro? Que se precipitaría en el deshonor? No, se le empujó a actuar como lo hizo, se le dio ojos para que vea après coup, un entendimiento para que comprenda après coup qué locura cometió y qué actos horribles COMETIÓ… hay pruebas que nos empujan a ver un diablo en la voluntad universal desconocida, un diablo que se regocija cuando nos doblamos de dolor…19[19].

Este es un testimonio de ese empuje que Wagner sintió proveniente de alguien, algo ajeno a él. El deseo y el goce están del otro lado. Del lado del Otro. Goce del Otro en su deshonor. Sin embargo, se reconoce como actor de sus actos. No hay autoría, hay actuación. Una actuación reconocida en la concupiscencia y no en la decisión primera de realizarlos.

En una carta al ministro de cultura, confiesa con ironía amarga sus actos pasados rehusando la excusa fácil de una predisposición patológica o de la fatalidad: actos que según él habían desencadenado mas placer de sensaciones y concupiscencia lasciva que una indignación a propósito de la humanidad hipócrita20[20].

El hecho es que desde el día siguiente del día en que el primer acto es cometido, Wagner se encuentra perseguido con las palabras burlonas que escucha cuando pasa cerca del los hombres de Mühlhausen en la calle, en la taberna21[21].

Wagner se rehusó a mencionar las palabras burlonas que escuchaba, así como se rehusaba hablar en su lengua materna el suabo, que denominaba como una lengua de campesinos. Según lo dijo a su psiquiatra Gaupp: pronunciar esas palabras habría equivalido a revelar la naturaleza misma de esos actos de bestialidad. Lo cual habla de la brillantez de Wagner, porque efectivamente, eso estaría revelando, pero, curiosamente, se niega a revelar algo que supone los demás ya saben y le dicen. Lo puede escuchar en boca de terceras personas, no lo puede decir en primera persona.

El estado de concupiscencia, de la pasión amorosa, hablaría de la manera como esos actos fueron llevados a cabo, mezclados de la manera mas íntima, a significantes suabos, los de su lengua materna, los de su infancia. ¿Cuáles? Eso es algo que nunca se sabrá, sin embargo podemos acercarnos un poco a las palabras que utilizaba para referirse a si mismo, a su acto.

Soy sodomita (Die Sodomi)e, estas son las palabras utilizadas por Wagner cuando habla de esos actos sexuales.

Cabe aquí recordar que en su tesis de doctorado Lacan lo denomina el pastor Wagner22[22]. Atinado si es que lo leyó en el sentido de remitir a una sexualidad que suele darse en algunos pastores… solitarios.

Ernst Wagner nació el 22 de Septiembre de 1874 en Englosheim, perteneció a una familia numerosa de campesinos, Wagner era el noveno hijo. El nombre de "sodomita" fue para Wagner el símbolo de la perversión más extrema, aquella que Yahvé no perdona. Esto esta definido de esta manera en un diccionario bíblico, donde queda claro que si no fue perdonado por Yahvé es porque se trata de una transgresión importante a una prohibición. Pero, en el caso de Wagner, la transgresión sería también a las leyes de la naturaleza, "contra natura" es la palabra que utiliza en varias ocasiones para calificar sus actos y la transgresión a una moral que Wagner tiene muy presente. Cuanto más grande es la prohibición más grande el placer obtenido en transgredirlo y más grandes las consecuencias para Wagner.

Existe también una posición ética de Wagner frente a sus actos, muy diferentes de la psiquiátrica; quiere y pide el castigo que se merece: la pena de muerte.

Wagner estaba convencido, que los otros "sabían" que había cometido esos actos innobles con animales. Aunque él mismo declaró que no había habido testigos en el momento de la realización de esos actos. Su psiquiatra, Gaupp, le hace notar que es por lo tanto imposible que alguien lo haya sabido. Entonces, ¿de dónde sale esta certeza que los demás saben? De una imagen que se plasma en el momento de la realización de su acto, una imagen visible, se le ve, por lo tanto se sabe…

En una entrevista le dice a Gaupp:

eso se veía en él, que su conducta demostraba que había una falta pesada en su conciencia23[23].

Se veía en su imagen. Hay una transformación en la imagen que tiene de si mismo, al efectuarse el acto sodomita.

Un "acto" en tanto está ahí para mostrar algo, "muestra" lo cual es un modo de decir, en este caso, mostrar algo sobre su sexualidad. Acto en tanto que hecho, no hay modo de borrarlo, de regresar hacia atrás y tiene consecuencias (para él). Su acto pasa a ser visible para los demás, ¿como? a través de su imagen corporal. Esa visibilidad lo delata. Empieza a verse a partir de como lo ven desde esa visibilidad. A partir de cómo se siente visto.

Hay un antes y un después del acto, marcado por un cambio en una visibilidad, en la percepción de su imagen corporal.

La imagen tiene un poder morfógeno, no solamente es una forma, sino que puede inducir formas, y por supuesto ahí radica lo esencial si es cierto que ella es la que va a dar forma al yo (moi)24[24].

Pero, ¿qué es lo visible? ¿qué es lo que se le ve? Se siente visto por lo demás como alguien a quien se le puede ver su bestialidad, es decir visto en el aspecto de su sexualidad animal. El veía eso en la mirada de las personas. Su acto, lo constituye en el bufón, el hombre-bestia, aquel que tiene relaciones con animales. Porque para Wagner su acto lejos de despertar el asco o la repugnancia de los demás despierta burlas y risas. Dicho por él.

Esta es una imagen que se estructura a partir de su relación con animales, lo cual muestra que el inmenso mundo imaginario, especular, subjetivo, va más allá del reflejo de una imagen humana. La gama es mucho mas amplia. Es la imagen del hombre-bestia. Hay una identificación en este caso con una bestia, y la estructuración de una imagen a partir de ahí. Es a partir de una identificación que se constituye una imagen.

Podemos preguntarnos en este caso, ¿qué ocurrió? Su anterior imagen, no estaba lo suficientemente establecida, consolidada, de lo contrario hubiera podido mantenerla. Una posible respuesta es que no hubo una identificación resolutiva con una primera imagen. Hay una falla en esa primera toma de impresión, esa impresión no es un significante, es una huella, que en la mayoría de los casos permanece como tal, y en este caso que no permaneció, estructurándose otra a partir de su acto25[25]. Esta impresión cuando es lograda produce no solamente una identificación con una singularidad sino que además como transcripción parece garantizar la validez de semejanza26[26].

"Me asemejo, me parezco a la imagen que tengo". Aquí se produce un problema en la semejanza. Lo que percibe no es semejante. El uso de su nombre (me refiero al hecho de escribir su nombre como apellido) es un síntoma que revela una imagen no consolidada, el nombre no consolidado de una imagen no consolidada. Al cual intentará mas tarde, anclarla en lo Ernst como una manera de contrarrestar esa imagen de bufón.

Hay culpabilidad, hay vergüenza, hay autoacusaciones, odio hacia sí mismo. Se despreciaba más como sodomita que como homicida. El acto sodomita no sólo tuvo repercusiones en la manera como se sintió percibido sino también en su relación al lenguaje que se encontró de un día para otro cambiado; las palabras, algunos sonidos, gritos, ruidos adquieren para él una significación personal que hacían alusión a su bestialidad. Por ejemplo: un grupo de enfermos se ponen a cantar canciones pornográficas mezclando gritos y cantos de animales (tales como los cacareos de la gallina), otro enfermo habría contado a su vecino historias de vacas y cantado cantos obscenos, todo para burlarse de él.

Una vez conocido el caso, y en boca de todos es fácil pensar que algunos sí se burlaban de él, como lo muestra esta canción cantada por sus compañeros de internamiento:

en los Alpes, hay una vaca que abre y cierra los ojos, y detrás de la vaca, hay un puerco que mira a la vaca derecho en… los ojos27[27].

Pero, independientemente de la burla dirigida a él o no, importa la manera persecutoria que esas palabras cobraban para él, que lo remitían directamente en imagen a su acto, como visto por otros. Y es esa imagen y son estas supuestas palabras escuchadas, las burlas, las alusiones, las que desencadenaron su pasaje al acto multihomicida, y digo pasaje al acto porque es un acto insertado dentro de una red delirante. Con un intento de vengarse y así resolver algo de esas burlas que "sabía" estaban en boca de los demás. Vengarse. En este sentido, se entiende pasaje al acto como advertencia, advierte que puede vengarse de aquellos que se burlan de él. El Otro esta presente como no tachado. Es un Otro absoluto con una presencia permanente que acosa. Escucha "su propia palabra, no invertida, su propia palabra en el otro"28[28] sino, a partir de esa imagen… constituida a partir de ese acto.

Tomando a Lacan: esos sonidos, gritos, ruidos, sería "algo real que habla" provienen del registro del real. "El otro del cual se trata en esta situación no esta mas allá del partenaire, está más allá del sujeto mismo -es la estructura de la alusión- se indica a si misma en un más allá de lo que dice"29[29].

Algunas palabras cobran un significado específico. Cobran un valor significante, esto sucede a partir de la constitución de esa imagen especular alterada.

He hecho una lectura minuciosa respecto a las palabras que usa Wagner para nombrarse a si mismo y para calificarse. Nombra la manera como se ve. Estas palabras importan por la manera como se relaciona con la lengua, en imágenes. Esto se confirma en una carta escrita en 1923 y dirigida a su psiquiatra el Dr. Gaupp donde dice lo siguiente:

…la falta de unidad incomoda solamente porque estamos demasiado habituados a ver la lengua más que a escucharla30[30].

Ésta es una generalización de algo que habla de él, de su manera de relacionarse con el lenguaje, haciendo imágenes. Las palabras que Wagner dice de si mismo son: "cobarde", "tu cadáver debería reposar en las vías del tren", "no eres digno de subir a los cielos"31 [31], "animal-humano", "puerco", "paradigma de la asquerosidad"32[32],"abyección catilinear"33[33], que vendría siendo una infamia, discursiva violenta y hostil. (De las 4 arengas de Cicéron contra Catilina)34[34] gueux que significa, pícaro, bribón. Mendigo35[35]. Bestia apocalíptica.

Hay un cambio en su imagen corporal que ocurre después de efectuado el acto, pero Wagner se declara enfermo desde los 18 años, con la irrupción de su sexualidad. El onanismo. Pero fíjense, no es lo mismo el onanismo que su acto sodomita. Esto que él llama enfermedad, está también relacionado con algo que puede ser visto en su cuerpo.

Lo que dio a mi vida entera su orientación profundamente desgraciada, lo que me hizo perder mi juventud y finalmente me hundió en una cloaca mas profunda todavía, es que sucumbí al onanismo. Diciendo esto no engañaba nada a aquellos que me conocían. Bastaba con mirarme para saberlo36[36].

Mas adelante continúa diciendo:

Nunca me lo dijieron directamente -seguramente no querían apenarme- pero obtuve numerosas alusiones. Una vez escribieron en mi espejo ‘pollo de estanque. Despierta!’ Esto me enervó muchísimo. Si solamente esto hubiera servido de algo… Hubiera debido ser mas razonable para comprender a dónde lleva. Cuerpo y espíritu se degradan a simple vista. Puedo asegurarles que por un gran esfuerzo de voluntad. Y poniendo aparte al masturbador, solo el morfinómano sabe lo que representa tal esfuerzo. Pude dominarme durante algunas semanas, luego meses e inclusive trimestres. Pero esto no conllevó una mejoría en mi estado físico. Hoy en día conozco la causa: la vergüenza y la tristeza me mantenían en una depresión constante, finalmente perdí toda esperanza de curarme. La naturaleza, rompe irremediablemente a aquel que la hiere en el lugar el mas sensible37[37].

Queda claro en estas líneas la repercusión directa que tuvo la masturbación en su cuerpo, su sexualidad era evidente para cualquiera que lo viera, y se sitúa aquí el inicio de algunas alusiones al respecto.

La depresión y la tristeza tienen repercusiones físicas en cualquier persona que la padezca, se puede percibir a una persona demacrada pero, mientras para una persona deprimida eso remite a una depresión, para Wagner remite directamente a su sexualidad, a su onanismo y a una degradación. Su psiquiatra al respecto, escribe:

Rápidamente creyó constatar en él las consecuencias de sus excesos. Se miró en el espejo, encontró que tenía mal aspecto, juzgando su neurastenia muy dolorosa y estuvo persuadido que su cuerpo y su espíritu se degradaban rápidamente38[38].

En 1900, a los 26 años seguía masturbándose es decir, poco antes de su acto sodomita.

Finalmente, todas mis pequeñas y grandes locuras, todos mis jaques y todos mis sufrimientos vienen en efecto de mis desvíos sexuales (mis crímenes) y de la depresión que los acompaña. Aunque pueda parecer paradojal, mi orgullo, mi vanidad han sido mas exaltados que disminuidos39[39].

Entre 1899 y 1900 tuvo algunas crisis, en una ocasión fue al consultorio del Dr. Katz en donde se quejó de dolores en diversas partes de su cuerpo, de tener un sueño agitado y de masturbación, pero el examen clínico no reveló ningún signo patológico objetivo.

Los actos sodomitas se sitúan en 1901 en Mülhausen entre julio de 1901 y noviembre de 1902, cuando es nombrado para trabajar en ese lugar. Actos contra natura (como él los nombra) desarreglos, crímenes. Las burlas persecutorias se inician. Un tal Huber cuenta sobre un incidente que se produjo en Radelstetten en la taberna del Águila que nos da una idea de sus interpretaciones delirantes.

Un día un maestro católico de nombre Wingerter habló de un libro sobre educación china y precisó que los chinos castigaban a sus hijos flojos haciendo un cerco (una areola) alrededor de los ojos (como ojeras). Wagner sin razón se sintió concernido y habría dicho al regresar al suegro de Huber que Wingerter había querido tratarlo de viejo libertino, disoluto. Además Wagner hizo él mismo el reproche a Wingerter de haberlo acusado de onanismo40[40].

Esta es una lectura de Wagner. Una lectura que denota la manera alusiva en la que se siente concernido.

Las ojeras en un época y para muchos eran parte de los signos corporales que podían observarse en masturbadores. Michel Foucault41[41] ubica desde los años 1780 aproximadamente un gran discurso sobre la masturbación que no se interrumpirá durante todo un siglo; localizado principalmente en Inglaterra, Suiza, Alemania. Es un discurso completamente diferente al discurso cristiano de la carne en relación al pecado, y la culpa. Es decir, no se trata de una moralización sino de una somatización, una patologización. Un discurso dirigido a niños y adolescentes. Son descripciones fabulosas de una especie de enfermedad polimorfa, absoluta, sin remisión, que acumula en sí misma todos los síntomas de todas las enfermedades posibles o, en todo caso, una cantidad considerable de síntomas. Un ejemplo:

Ese joven se encontraba en el marasmo más absoluto; su vista estaba completamente apagada. Allí donde se encontrara, él satisfacía las necesidades de la naturaleza. Su cuerpo exhalaba un olor particularmente nauseabundo. Tenía la piel terrosa, la lengua vacilante, los ojos hundidos, toda la dentadura descarnada, las encías cubiertas de ulceraciones que anunciaban una degeneración escorbútica. La muerte ya no podía ser para él sino el final de sus prolongados sufrimientos42[42].

Todo por masturbarse. Las características fundamentales eran: agotamiento, pérdida de sustancia, cuerpo inerte, diáfano y debilitado, derrame constante, chorreo inmundo de adentro hacia afuera, aura infecta que rodea el cuerpo del enfermo, imposibilidad de que los otros se acerquen a él, polimorfismo de los síntomas. Todo el cuerpo está cubierto e invadido. La masturbación ya no está en el origen de una enfermedad sino como causa posible de todas las enfermedades posibles, oculares, del corazón, tuberculosis, inclusive de la locura. Procuraban conseguir que los enfermos mismos asociaran todos los síntomas que experimentaban con esa falta primera y fundamental que sería la masturbación. Lo que hacía al sujeto responsable de la enfermedad que experimentaba, ya sea por abuso, por exceso, por imprudencia, etc.

Se encuentran textos en los que se señala una diferencia entre la masturbación y la sexualidad normal, relacional, una diferencia de naturaleza y no serían los mismo mecanismos los que hacen que alguien se masturbe o pueda desear a alguien.

La condena de Onán expresada en la Biblia se encuentra en los trabajos de los higienistas del siglo XIX. En ese sentido Onán es uno de los modelos de la perversión no productiva. Las racionalizaciones para combatirlo son múltiples, el objetivo es el mismo, canalizar la misteriosa energía sexual en un modelo único y utilitario. Para la óptica del moralista todo aquello que no es productivo es onanismo. Es el desenfreno lo que está aquí señalado. Aparte de la masturbación en sus diversas formas, es el frotamiento, la pedofilia, la sodomía, la bestialidad, el lesbianismo, etc., todo lo que no entra en el esquema genital clásico es tildado de onanismo "que comprehende rigurosamente toda práctica o maniobra… que tiene por objetivo y efecto la emisión o la efusión del líquido seminal fuera de las vías naturales de fecundación43[43].

Dice Wagner al respecto:

Lo que hoy en día arruina al hombre es el pecado contra la mujer, el pecado de Onán, el pecado de Sodoma, todo el fango del placer bestial Esto es lo que debilita los nervios, corrompe la sangre, y debilita al cuerpo entero44.

Un placer bestial… el pecado de Sodoma está tanto del lado de la masturbación como del lado de la bestialidad, en el sentido de placer bestial. Ambos serían no relacionales.

Enfermedad de Poppenweiler es la manera como Wagner nombra su padecer, el significado de este significante parece referirse a esta amplitud sexual, de la cual la madre también padecía. Exceso, desenfreno, debilidad. La causa de todo. Poppenweiler es el nombre de la ciudad donde nació la madre de Wagner44[44].

Wagner Dice:

Para mí, el que tiene un cuerpo sano no tiene ninguna dificultad en mostrarse bueno. Por el contrario mantengo que mis deslizamientos -cuantas litotas y eufemismos no se han encontrado para designar al pecado- no podrían haber quedado sin consecuencias para mi. Tanto como mi onanismo. Mi constitución es demasiado frágil, mi consciencia no soporta nada. Hubiera tenido ante los ojos noche y día, esos bellos recuerdos y ante la menor contrariedad hubiera visto una prueba y un castigo justificados. Que el señor haya podido imponerme actos tan terribles, a mi que una nada basta para desarmar, esto sobrepasa el segundo mandamiento. Comprenderán porque mi ideal es el individuo con un cuerpo y conciencia robusta, porque me imponen los fuertes, los despreocupados, los riesgosos, los criminales y las bestias humanas. Ellos son todo mi contrario45[45].

En un intento de querer resolver esa debilidad (la debilidad del masturbador), cae en el deshonor (el peor de sus temores) y termina por consolidar esa debilidad.

Está presente en Wagner la culpa, la moral, el quebrantamiento de la ley de la naturaleza. No es, por lo tanto una somatización en el sentido de Foucault sino los efectos de una moralización.

La diferencia entre los efectos de la masturbación en su cuerpo y los efectos de su acto sodomita son, en el caso de la masturbación, una repercusión directa en su cuerpo, un debilitamiento. En el caso del acto sodomita; una repercusión directa en su imagen corporal, la estructuración de una imagen del hombre-bestia bufón que, una vez establecida permanecerá hasta el final de sus días. En ambos casos el pecado es la falta relacional, la ausencia de una mujer. Esto sería lo anti-natura.

Importa desde la clínica ubicar la distinción entre los efectos psíquicos de la masturbación y los efectos de los actos sodomitas. Cuando Gaupp le pregunta cuándo notó por primera vez que hablaban de él a sus espaldas, responde que fue inmediatamente después del acto, desde la mañana siguiente. Dice Gaupp:

Después del delito, se pone en marcha un cambio considerable; la percepción del mundo exterior se falsea por el efecto de un sentimiento exacerbado de angustia y de culpabilidad. Wagner percibe lo que en su angustia piensa que debe percibir, su mala consciencia transparenta en su apariencia exterior, su aspecto y sus gestos, las personas ven y notan esto, deviene el objeto de interés y de observación46[46].

Es decir que, si bien para Wagner había cambios físicos que evidenciaban su masturbación y un inicio de alusiones, la persecución definitivamente se establece después de los actos sodomitas. A partir del establecimiento de una imagen corporal bestial y bufonesca.

La sintomatología paranoica se establece a partir de su acto sodomita, no antes, el Otro esta presente de otra manera que en el tiempo de su masturbación. Ya no son simples alusiones lo que escucha sino, risas y burlas, voces, la persecución está totalmente estructurada. Hay una certeza establecida.

Los años que pasan hasta mayo de 1912 no hacen mas que reforzar la certeza inquebrantable de Wagner de que es ridiculizado, y perseguido como una bestia salvaje, cercado por enemigos por todos lados. Cuando encuentra un cierto reposo, su espíritu crítico trata de verificar si sus presentimientos no lo engañan47[47].

Sin poder hacer nada al respecto por el temor permanente de ser arrestado. Wagner está listo para suicidarse en caso de que eso ocurriera, entonces, más se interesaba en los responsables de sus tormentos, y el delirio se extendía más y más, (de los habitantes de Mülhausen a Degerloch, lugar en el que vivía en esos momentos). En estas condiciones lleva a cabo su venganza el 4 de septiembre de 1913.

En este caso el pasaje al acto no resuelve el delirio, seguirá sintiéndose perseguido hasta el final. Es decir, su pasaje al acto multihomicida no resuelve nada. Esto es importante por cierta idea que circula en el medio psicoanalítico que todo pasaje al acto resuelve algo de orden subjetivo.

Parte de los síntomas físicos que describe un poco antes de la matanza son los siguientes:

No se burlen de mi, estoy verdaderamente en un triste estado de salud. No me atrevo ni siquiera a consultar con el médico… En el día escalofríos de fiebre me sacuden, en la noche me baño en sudor. Sueños terribles espantan mi sueño, despierto sufro el martirio48[48].

El sentirse mal consigo mismo, es algo que acompañó a Wagner desde niño:

Ya en el seno de mi madre, era pesimista, llegué al mundo con los nervios frágiles. De pequeño todavía inocente, estaba mal en mi piel. Experimentaba angustia aun cuando no sabía lo que era una falta. Ahora que la falta está ahí, mi sufrimiento alcanzó su paroxismo49[49].

La vergüenza es un sentimiento que lo acompañó siempre:

Tengo un deseo loco, el de ver al fin a la gente experimentar un sentimiento de vergüenza, una vergüenza tan poderosa que se sentirían profanados en su condición de hombres por mi sola existencia y de esta manera sufrirían tanto como yo. Es el sufrimiento el que me hace formular este deseo50[50].

Cuando tomaba demás, y lo hacía con frecuencia. Se volvía megalómano, vulgar, agresivo, violento. Diciendo que él era dios. Muchos de sus escritos tenían un tono cínico y frívolo, megálomano. En su autobiografía hay una declaración en relación a las emociones sexuales despertadas por la vista de mujeres, y una en especial que relaciona mujeres con animales.

¿Hay en esta asamblea que festeja en medio de risas una sola alma que se acuerda que el salvador debió sufrir por sus pecados? Ciertamente no la mía, que esta tomada en las redes de la mujer bonita quien, ahí arriba está puesta sobre este animal fogoso. Voy a subir, sentarme sobre sus rodillas, abrazarla y besarla51[51].

"Animal fogoso" la palabra usada es fougueux que también significa ardiente, caliente, endiablado, endemoniado, rabioso. Curiosa manera de referirse a un animal, un animal ardiente, fogoso… y lo relaciona con mujeres, lo cual no indica en definitiva nada claro respecto a su elección sexual. Su acto sodomita es una declaración de sexo cuyo objeto sexual son animales, esto es en definitiva lo que queda declarado. Y con carácter persecutorio también por la concupiscencia asociada. Estos son los efectos subjetivos de su acto y de la imagen de hombre-bestia-bufón que se instaura en ese momento.

Notas

E Anne-Marie Vindras, Ernst Wagner, Robert Gaupp: Un montruo y su psiquiatra, EPEL, París, 1966, p. 20.

2[2] Diccionario Langensheidts Handwörterbuch, Langensscheidts, 1995.

3[3] Wagner. Un monstruo y su psiquiatra, op. cit., p. 20.

4[4] Ídem,

5[5] Maurice Lever, Le sceptre et la marotte. Fayard, París p. 153.

6[6] Ídem.

7[7] Diccionario etimológico de la lengua alemana, Duden, Meyers, 1989.

8[8] Ídem.

9[9] Diccionario de autoridades. Editorial Gredos. Real Academia Española.

10[10] Diccionario del español actual. Manuel Seco, Olimpia Andrés, Gabino Ramos. Edit. Aguilar.

11[11] Diccionario español de sinónimos y antónimos. Edit.Aguilar.

12[12] Diccionario etimológico de la lengua castellana, Gredos.

13 Diccionario de teología bíblica, Herder.

14[14] Vindras Wagner. Un monstre et son psychiatre, op. cit .p.23

15[15] Íbidem, p. 30

16[16] Michel Maffesoli, L´ombre de Dionysos. Biblio essais, p. 224

17[17] Wagner, Un monstre et son Psychiatre, op. cit., p. 32

18[18] J. Lacan, Seminario La identification, versión J. L., sesión del 9 de mayo 1957, Traducción mía

19[19] Vindras, Wagner, Un monstre et son psyquiatre, op. cit., p. 217

20[20] Íbidem p. 324

21[21] Ibídem, p. 33

22[22] Jacques Lacan, De la psicosis paranoica en sus relaciones con la personalidad, Siglo XXI, México, 4ta edición, p. 58

23[23] Vindras, Ernst Wagner, R. Gaupp. Un monstre et son psyquiatre,op. cit., p. 40

24[24] Guy Le Gaufey, Le lasso spéculaire. Una étude traversière de l´unité imaginaire, EPEL, París, p. 65

25[25] Jean Allouch, Vous êtes au courant, il y a un transfert psychotique, Littoral 21, París, p 97

26[26] Ídem

27[27] Vindras, Wagner. Un monstre et son psychiatre, op. cit., p. 325

28[28] J. Lacan, Seminario Las estructuras las psicosis, p. 63

29[29] Íbidem, p. 64

30[30] Íbidem, p. 88

31[31] Vindras, Wagner, op. cit. p. 43

32[32] Íbidem, p. 82

33[33] Íbidem, p. 139

34[34] Diccionaire Petit Robert.

35[35] Larousse. Modern

36[36] Vindras, Wagner, op. cit. p. 138

37[37] Ibídem, p. 139

38[38] Ibídem, p. 286

39[39] Ibídem , p. 139

40[40] Íbidem, p. 149

41[41] M. Foucault, Los anormales, Fondo de cultura económica, México, 1999

42[42] Ibídem, p. 222

43[43] Michel Maffesoli, L´ombre de Dionysos. Contribution à une sociologie de l´orgie, p. 48

44[44] Vindras, Wagner, op. cit., p. 399

45[45] Vindras, Wagner, op. cit., p. 194

46[46] Ibídem, p. 290

47[47] Vindras, Wagner, op. cit., p. 298

48[48] Ibídem, p. 212

49[49] Ibidem, p. 216

50[50] Ibídem, p. 213

51[51] Íbidem p.182

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