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N° 9
FRENESI DE LO VISIBLE

Ernst Wagner declara: "Ich bin Sodomit"

Anne-Marie Vindras

¿Por qué retomar aquí el caso "Ernst Wagner"? 2[1] ¿A partir de qué interrogante? ¿Qué hilo aún no desenredado precisa serlo ahora? Durante su vida entera, Ernst Wagner nunca dejó de pedir que lo tomaran "en serio", alegando que su nombre Ernst significa "serio" en alemán. "He jugado con mi suicidio de la misma manera en que siempre he jugado antes que el asunto se tornase ‘serio’ hasta la sangre". En la primera parte de su autobiografía, narra su infancia y su juego favorito: jugar a casarse. "Pese a las burlas con las que me agobiaban mis toscos compañeros, yo, el aficionado a las jovencitas [Mädlesschmecker], permanecía fiel al gran amor [Minne]"3[2]. Esta declaración de fidelidad, insisto en tomarla en serio y en interrogar sus actos de "sodomía" y su labor como escritor a la luz de ese compromiso que remonta a su infancia. No existe en francés ni en español un vocablo único para traducir con exactitud ese Minne. En este contexto, ha sido traducido como "gran amor", aunque de hecho designa más bien lo que se ha dado en llamar "amor cortés". Ese amor no puede ser separado del cantor que lo canta, tal como lo indica la palabra alemana, Minnesänger. He decidido pues interpretar a la luz de esta acepción, la más fuerte, lo dicho por Wagner sobre el objeto de su fidelidad. El equivalente en español de los Minnesänger son los "trovadores" del siglo xii; para volver a interrogar el caso "Ernst Wagner", acepto de entrada la postura fijada por J. Roubaud: "lo que los trovadores inventan o descubren no es el amor, sino que el amor es inseparable de la poesía, es el motor de la poesía en el canto. Los trovadores inventaron que existe un lazo indisoluble: el que une el amor a la poesía"4[3].

Recordemos que ese lazo interesó en grado sumo a Lacan para dilucidar el concepto freudiano de sublimación. En su seminario sobre la Ética, se detiene varias sesiones en torno a él para abordar la sublimación.

Ernst Wagner se empeña en distinguir en sí mismo lo que él llama, retomando una expresión suévica, el Mädlesschmecker. ¿Cómo traducirla cabalmente al español? "Catador de jovencitas" sería quizá lo más literal, pues el verbo schmecken significa "catar, paladear", "probar el sabor" de lo que se come. La oralidad es aquí totalmente explícita.

¿Qué otros indicios me incitaron a seguir la pista del amor cortés? Por supuesto, debemos tomar en cuenta el uso de la palabra Treue, "fidelidad"; es un vocablo perfectamente adecuado, ya que es una de las palabras claves del vocabulario para referirse al vínculo que une al trovador con su dama.

mi ingreso entre los poetas

Para firmar las dos primeras obras de teatro que mandó imprimir en el hospital psiquiátrico de Winnenden, Wagner usa como seudónimo "Walther Ernst". Su nombre se convierte en apellido. Pero ¿por qué haber elegido "Walther" como nombre de pila? ¿Remite acaso al más famoso de los Minnesänger, Walther von der Vogelweide?

En poesía, Wagner vio en Heine a su maestro; Heine, al que Lacan describe "en devoción" ante los manuscritos de los Minnesänger que albergaba aún en su época la Biblioteca Nacional de París. "Heine es pues responsable de mi ingreso entre los poetas"5[4], declara Wagner; estudió detenidamente sus obras líricas y satíricas y habla de un "parentesco formal" con él. La ironía corrosiva mezclada con los arrebatos líricos más tiernos de Heine hallaron en Wagner un eco. Heine, en efecto, se inscribe dentro de la tradición del "gran canto" que remonta a las cortes de amor medievales6[5]. G. de Nerval, que llevó al francés la obra de Goethe, Schiller y Heine, presenta su traducción del poema Intermezzo de la siguiente manera:

¿De qué trata Intermezzo? Une muchacha que el poeta amó primero y que lo abandona por un novio u cualquier otro amante rico o estúpido. Nada más ni nada menos; es algo que ocurre todos los días. Ese dato tan vulgar que apenas daría para dos páginas de novela se convirtió en manos de Heinrich Heine en un admirable poema, cuyas peripecias son plenamente morales; el alma humana vibra entera en sus pequeñas piezas, de dos o tres estrofas cuando mucho 7[6].

harán perecer a la bestia

Para avanzar en la exploración del vínculo entre los escritos de Wagner y la tradición de la poesía cortés, debo retomar primero lo que él llamó sus actos de sodomía. Durante el otoño de 1909, es decir, cuatro años antes de perpetrar sus crímenes, Wagner toma la pluma para escribir su autobiografía. Empieza por una confesión angustiada: "Quisiera de entrada librarme de una confesión: soy sodomita"8[7].

Ya hemos señalado en otra oportunidad lo parcial que resulta la traducción de Sodomit, palabra en apariencia transparente, conservada tal cual en francés y en español debido a la referencia a la Biblia. En alemán, Sodomie significa "bestialidad". Es indispensable hacer ahora un recorrido a través de lo que resultó ser un auténtico laberinto, para delimitar la extensión de los conceptos de sodomía y de bestialidad. Quizá la declaración de Wagner despliegue entonces plenamente sus resonancias y halle su lugar en la estructura del caso.

Empecemos por las definiciones del diccionario Le Petit Robert:

Sodomía: una de las formas de la homosexualidad masculina*

Bestialidad: 1. cualidad de bestial

2. perversión sexual, relación con los animales**.

En ambos casos, se habla de una práctica sexual definida con precisión en cuanto a la pareja sexual se refiere: por un lado, varón con varón; por el otro, hombre y bestia. Empero ¿cómo determinar los atributos de lo "bestial"?

En el libro vii de la Ética nicomaquea, que lleva por título "De la continencia e incontinencia", Aristóteles establece una distinción entre tres tipos de defectos que es preciso evitar en cuestión de costumbres: el vicio, la incontinencia y la bestialidad o brutalidad.

Para definir la bestialidad, Aristóteles propone primero aquello a lo que puede ser opuesta: "La [forma] que se opone a la brutalidad convendría propiamente llamarla una virtud sobrehumana, heroica y divina, como la que expresó Homero al hacer hablar a Príamo con respecto al varón por extremo esforzado que fue Héctor: ‘No parecía/ ser hijo de varón mortal, sino de un dios’"11[8].

La bestialidad se sitúa más allá del ámbito ordinario de los vicios, al igual que la virtud de Héctor lo eleva más allá de la filiación humana. La dimensión del exceso es un rasgo distintivo de la bestialidad. En el capítulo v del mismo libro, Aristóteles hace una lista de cosas naturalmente agradables y de otras que se tornan tales "ya por efecto de un incompleto desarrollo orgánico, ya por la costumbre, ya por depravación original". Enumera entonces ciertos "hábitos bestiales": "aquella hembra de quien cuentan que desgarraba el vientre de las mujeres grávidas para comerse los fetos; [...] algunos salvajes del Ponto Euxino, de los cuales unos comen carne cruda, otros carne humana, otros se ofrecen recíprocamente los hijos para banquetearse con ellos", etcétera.

Aristóteles concluye la lista de cosas que se tornan agradables bajo el efecto de la enfermedad o de la locura citando "el comercio sexual entre los machos": "En unos se presentan estas cosas por naturaleza, en otros por costumbre, como en los que han sido violados desde niños"12[9].

Homosexualidad y bestialidad, en el sentido de brutalidad o salvajismo, son clasificadas dentro de un mismo conjunto. Partiendo de esa clasificación, Aristóteles problematiza la cuestión del dominio de sí, tema al cual Ernst Wagner volvió una y otra vez.

La acepción de la palabra "sodomía" en español, al igual que la de sodomie en francés, remite al pasaje del Génesis en el que los emisarios de Jehová, hombres o ángeles, tras haber visitado a Abraham y a Sara para anunciarles que próximamente habrán de tener un hijo, se dirigen hacia Sodoma.

"El clamor de Sodoma y Gomorra se aumenta más y más, y la gravedad de su pecado ha subido hasta lo sumo. Quiero ir y ver si sus obras igualan al clamor que ha llegado a mis oídos; para saber si es así o no"13[10]: los emisarios de Jehová se dirigen al sitio del supuesto pecado para que Jehová sepa al fin. Y el relato bíblico no tarda en proporcionar la respuesta; en cuanto los ángeles entran a casa de Lot, todos los varones de Sodoma, jóvenes y ancianos, cercan la casa y dicen: "¿En dónde están aquellos hombres que al anochecer han entrado en tu casa?, sácalos acá afuera para que los conozcamos"14[11]. En la traducción francesa de A. Chouraqui, se lee: "Où sont les hommes qui sont venus vers toi cette nuit? Fais-les sortir vers nous: pénétrons-les!"15[12]. Esta última traducción no deja margen alguno de ambigüedad en cuanto al "pecado" de los habitantes de Sodoma: se trata de lo que en francés se llama sodomie y en español sodomía.

Si nos remitimos al Levítico, mencionado en una nota de la Biblia de Jerusalén, ¿con qué reglas relativas a la unión conyugal nos encontramos?

1.   "No te echarás con varón como con mujer: es abominación.";

2.   "Ni con ningún animal tendrás ayuntamiento amancillándote con él; ni mujer alguna se pondrá delante de animal para ayuntarse con él: es confusión"16[13].

Estas mismas reglas son repetidas dos veces en el Levítico. En la traducción de A. Chouraqui, la línea divisoria entre lo puro y lo impuro cobra un matiz aún más violento:

"L’homme qui couchera avec un mâle à coucherie de femmes

ils font une abomination, les deux.

Ils sont mis à mort, à mort, leur sang contre eux."

"L’homme qui donne sa coucherie à une bête

il est mis à mort, à mort; vous ferez périr la bête"17[14].

Tanto en la Ética de Aristóteles como en los mandamientos bíblicos, la homosexualidad y la bestialidad —en sus dos acepciones— son incluidos en la misma lista de "actos contra natura". Esta expresión requiere ser precisada y matizada, pues su uso durante la Antigüedad (griega o latina) difiere del que le dan los autores cristianos. Según P. Veyne18[15], durante la Antigüedad se consideraba que algo no es natural cuando perturba el orden social o cuando resulta falso o artificial al ser referido a una especie de ideal ecológico. Respecto de la noción de pecado "contra natura", J. Le Goff escribe que ésta "va a dilatarse durante la Edad Media con la extensión del concepto de sodomía (así, homosexualidad, sodomización de la mujer, coito anal o la mujer montada arriba del hombre serán proscritos)"19[16]. Wagner, al hablar de sus propios actos, usa el mismo discurso medieval, según puede comprobarse por lo que le hace decir a Jesús en su obra El Nazareno:

Mueve a piedad el cuerpo del hombre. Y no hablo del asco que nos invade cuando pensamos en sus funciones naturales... ¡Si al menos nos comportáramos conforme a la naturaleza, si al menos nos comportáramos tan naturalmente como los animales! ¡Los animales son solidarios, pero los hombres...! He aquí cuáles son las actividades preferidas de la mayoría de los hombres, y no de algunos individuos aislados: onanismo, actos contra natura con niños y animales y otras infamias que sólo la locura humana pudo inventar.

[...] los actos contra natura son la causa principal de la enfermedad, sus efectos son más devastadores que todas las epidemias, son peores que la lepra20[17].

dante: "la lengua vulgar"

Nuestro recorrido a través de textos en los que se indica muy explíci tamente la referencia a Sodoma nos lleva hasta Dante y su Divina Comedia. En el Canto xv del séptimo círculo del Infierno se da el primer encuentro de Dante y su guía con una "legión de almas" de sodomitas. Brunetto Latini, "querida, buena y paternal imagen" del pasado de Dante, los presenta así: "Sabe pues que todos ellos fueron clérigos y literatos de gran fama, y el mismo pecado los contaminó a todos en el mundo"21[18].

Pero ¿por qué razones se halla el mismo Brunetto Latini en ese círculo en donde el fuego purifica a quienes fueron mancillados por el "pecado contra natura", en un sentido bíblico? Él es culpable de un pecado contra "un amor natural". ¿Cuál es ese amor que, de ser ofendido, hace recaer sobre el pecador la condena por sodomía? Es el amor que se le debe a su lengua materna. Debido a este significado específico, Brunetto Latini ha ido a parar bajo la lluvia de fuego en medio de aquellos que violentaron la naturaleza, es decir, los sodomitas. Su caso amerita singular atención en el marco de nuestra investigación, que intenta entretejer los lazos entre la fidelidad declarada de Wagner a Minne y su confesión por Sodomietaten, actos de sodomía.

Los sodomitas son presentados por Dante como culpables de violencia contra natura; ésta es una manera de afectar a Dios menoscabando su creación, la naturaleza. ¿De qué violencia se ha vuelto culpable Brunetto Latini, qué acto reprobable ha cometido, contra qué o contra quién? La condena de Dante se concentra en torno a la manera en que Brunetto Latini, en su calidad de escritor y poeta de gran renombre, trató su lengua materna. Dante define con gran precisión esta última en Sobre la lengua vulgar: "El habla vulgar, según nuestra opinión, es la que enseñamos los circunstantes a los niños apenas empiezan éstos a distinguir los sonidos; o, para decirlo con mayor brevedad, llamamos lengua vulgar a la lengua que aprendemos sin regla alguna, imitando a nuestra nodriza"22[19].

Dante no le reprocha a Brunetto Latini haber escrito en francés su enciclopedia Livre des trésors, sino haber maltratado el italiano al escribir sus poemas, especialmente al elegir sus rimas. Esta acusación cobra toda su dimensión desde la perspectiva que preconiza Dante sobre el amor que los humanos le deben a su "lengua vulgar". A. Pézard, quien tradujo y tuvo a su cargo la edición de las obras completas de Dante en la colección Bibliothèque de la Pléiade, lo expresa de la siguiente manera en una de sus notas:

Dante le reprocha a Brunetto Latini el haber "despreciado su propio vulgado", en vez de empeñarse en embellecerlo. Ya que el habla, la lengua materna, es el primer don que Dios o la naturaleza otorgan al hombre, y desdeñar ese don es una blasfemia, máxime que el habla constituye el lazo indispensable de la familia y de toda sociedad humana, según la voluntad del Creador23[20].

los violentos contra natura

En el Canto xvi del Infierno, tres nuevas sombras escapan de entre la multitud que padece "el áspero martirio". Entre ellos se encuentra Jacopo Rusticucci, rico y honorable caballero florentino de la primera mitad del siglo xiii, quien afirma: "nadie me causó más daño que mi fiera mujer"24[21]. La razón que este personaje invoca para justificar su estancia entre los sodomitas precisa ser comentada. ¿Si esa cruel esposa —fiera moglie— no le convenía, por qué no buscó una amante? Tal es el razonamiento inicial de A. Pézard. Para explicar la presencia de J. Rusticucci entre los violentos contra natura, prosigue así:

Si la mujer de Rusticucci, demasiado hermosa, e incluso demasiado enamorada, se negaba a tener hijos y abusaba por ende de la más elemental higiene, convertía al esposo-amante en un "sodomita", según la nomenclatura especial de los pecados. El caso había sido formalmente previsto por los tratados de moral y confesión medievales, entre las seis u ocho variedades analógicas de la sodomía. El onanismo era otra de ellas25[22].

En el Canto xxvi del Purgatorio, las almas que deambulan por el camino en llamas a la orilla del cual siguen ascendiendo Dante y Virgilio, profieren los siguientes clamores: "¡Sodoma y Gomorra!" y "En la vaca entró Pasifae, para que el toro acudiera a su lujuria"26[23]. Respondiendo a las preguntas de Dante en torno a la identidad de esas almas y las razones de su suplicio, una de ellas le explica: "Nuestro pecado fue hermafrodita; pero no habiendo observado ley humana, y sí seguido nuestro apetito al modo de las bestias, por eso, al separarnos de los otros, gritamos para oprobio nuestro el nombre de aquélla, que se bestializó en una envoltura bestial" 27[24]..

Así se saludan las dos mesnadas de sodomitas cuando se encuentran el camino del Purgatorio. En su griterío se entremezclan nombres bíblicos —"Sodoma y Gomorra"— con la mitología griega —"Pasifae"—. Dice la leyenda que Pasifae, para satisfacer su pasión hacia el toro enviado a su esposo Minos por Poseidón, ordenó a Dédalo construir una novilla de madera tan perfectamente lograda que el toro cayó en el engaño. ¡Artificio sodomita!

"il nome di colei / che s’imbestiò ne le ‘mbestiale schegge": Pasifae se dejó llevar por sus instintos como una bestia; peor aún, se "bestializó" en una bestia de madera. Esto atañe a la sodomía según el significado usual en la Edad Media: hacer lo que en Sodoma, donde el orden natural fue trastocado a tal punto que los clamores llegaron hasta Jehová para advertírselo, para hacérselo saber.

una tercera lengua, bíblica

¿Qué resonancia halla aquí el clamor de Wagner que da comienzo a su autobiografía: "Ich bin Sodomit"? ¿En qué lengua intenta darnos a entender lo que podríamos llamar su declaración de género? ¿Acaso una tercera lengua, es decir, en "bíblico", que cabría distinguir del suévico y del alemánico? Wagner no declara ser varón ni hembra, sino estar afectado como sujeto por Sodomietaten , actos de sodomía. ¿Es preciso entender ahora en esa misma lengua los gritos de horror que profirió sin cesar en sus escritos acerca de su onanismo? Este término se ha vuelto tan común para hablar de la masturbación que resulta fácil olvidarse de la referencia a Onán, el personaje bíblico.

"Empero, lo que imprimió a mi vida entera su orientación profundamente desdichada, lo que me hizo perder mi juventud y me hundió finalmente en una cloaca más profunda todavía, fue el haber sucumbido al onanismo" 28[25]. ¿Qué le ocurrió a Onán, qué hizo que su nombre se convirtiera en una "variedad analógica" de pecado que se inscribe dentro del crimen de sodomía? Onán, a la muerte de su hermano mayor Her, casado con Tamar, rehusa someterse a la ley del levirato. Se niega a "dar sucesión a su hermano". Prefiere derramar en tierra el semen, teniendo relaciones incompletas con Tamar. ¿Cabe entender también este caso como el recurso a un artificio, que hace de Onán una especie de habitante de Sodoma?

En 1893, Wagner tiene 19 años. Su hermana mayor Paulina se casa con su cuñado, G. H. Müller, viudo de L. M. Wagner, primogénita de la familia. Paulina dio por cierto descendencia a la familia Müller, y Ernst Wagner se refiere en varias ocasiones a esa hermana suya como al pilar "sano" de su familia de "degenerados". Ella es el único miembro de la familia al que Ernst no intima a matarse. Según su plan de exterminación, la familia de su hermano mayor Karl y la suya propia debían ser erradicadas antes del incendio final del castillo de Ludwigsburg, donde también tenía previsto morir. Lleva efectivamente a cabo su plan en lo que a su mujer y sus cuatro hijos respecta.

¿Cómo hacer caso de esa tercera lengua a la que, en mi opinión, Wagner recurre para hablar de lo más íntimo para él, su sexualidad? ¡En la misma época en la que inicia su empresa autobiográfica imposible, acomete también la composición de una trilogía bíblica: Saúl, Joab, Absalón! Siempre se ha jactado de ser un gran lector de la Biblia debido a las excepcionales cualidades literarias que reconoce en ella. Si los clamores contra Sodoma, sitio de pecadores, ascendieron hasta Jehová, también persiguieron a Ernst Wagner desde Mühlhausen hasta Degerloch, desde 1901 hasta 1913. Es una cuestión de localización del pecado: el significante "Sodomit" halla sitio en ese pueblo y ese pueblo debe desaparecer presa de las llamas, junto con sus habitantes varones, cual sucedió en Sodoma.

Luego amplié mis ideas de asesinato a Mühlhausen por haber sido el lugar de mis desvaríos. Es cierto que resulta ingenuo —me lo repito una y otra vez— conferir responsabilidad a las casas y a los habitantes de Mühlhausen en los trastornos que pesan sobre mí. Pero así es el hombre, se deja llevar contra los lugares donde incurrió en falta29[26].

la papilla ácida

En primer lugar de la lista de actos de "loca bestialidad", Aristóteles incluye el de la mujer que en un acto de desesperación absoluta, a la muerte de su hijo, abre el vientre de las otras mujeres embarazadas para comerse a las criaturas. ¿Vamos acaso demasiado lejos si nos preguntamos a qué exceso en la desesperación hubo de llegar Christiane Roth, madre de Wagner, a la muerte de su hijo "natural" Karl Gottlieb (de padre desconocido pero inscrito pese a todo en el registro con su nombre de pila y sus fechas de nacimiento y de muerte)?

En 1922, Wagner escribe su última obra de teatro, La preceptora, inspirada en la historia de la familia real del Wurtemberg. En su mayoría, los personajes puestos en escena existieron realmente y forman parte de las figuras históricas más populares de esa región; tal es el caso, en particular, de la duquesa que en la obra lleva por nombre "la Dama blanca". Su rostro, plasmado en sus retratos, se ha vuelto famoso debido a una profunda tristeza atribuida a su esterilidad. En una muy breve escena entre esta duquesa y su camarera, a la hora del desayuno, doblan las campanas. Tocan por la muerte de una joven campesina que acaba de quitar la vida a su hijo, arrojándolo a la charca. La camarera comenta así el suceso:

Camarera — Podría haberlo hecho de otra manera. Mucho peor.

Duquesa — ¿Cómo así?

Camarera — Con papilla ácida.

Duquesa — ¿Con papilla ácida?

Camarera — Así no hubieran podido atraparla. Cuando se alimenta
durante semanas o meses con papilla ácida a un gusanillo, se muere solo.

Duquesa — ¡Qué horror! ¿Y eso suele ocurrir?

Camarera — Todos los días.

Duquesa — ¿Y nadie lo sabe?

Camarera — Sí, más o menos se sabe. Pero a la gente le importa muy poco el dolor de entrañas ajeno30[27].

¿ "A qué sombrías impresiones de infancia" acude Wagner para crear esta escena, que aparece en la acción de la obra de manera incongruente? En lo que a la madre de Wagner respecta, no nos parece fuera de lugar hacer conjeturas acerca de actos "teñidos de salvajismo" al estilo suévico ni reconsiderar esta escena de muerte provocada dentro del marco de la sodomía.

Podría parecer que he dejado de seguir el hilo conductor inicial de este trabajo: tomar en cuenta la declaración de Wagner relativa a su propia fidelidad, Treue; al amor de los trovadores, aquel que de generación en generación, permite a algunos —entre ellos a Heine— "fabricar" una lengua para cantar su deseo.

como el caballo y el mulo

¿Cómo podría Wagner amar su lengua materna, el suévico, cuando negarse a hablarla es lo que le permite comerciar con sus semejantes? Tal evidencia se desprende, en todo caso, de muchos testimonios recabados durante la instrucción de su proceso, en 1913-1914. Es verdad que el suévico es una lengua principalmente hablada, por lo que escribir en alemánico es algo normal para cualquier suevo culto deseoso de dedicarse a la creación literaria. Hegel y Schiller son ejemplos ilustres de lo anterior, pero también sabemos que seguían arraigados en su lengua y su acento cuando tomaban en público la palabra. C. J. Burckhardt31[28] narra un encuentro entre Rilke, Lucien Herr y él mismo en la trastienda de una librería parisina, en 1924. Charlan sin orden ni concierto sobre poesía y de poetas alemanes y franceses, especialmente del más francés de los poetas, La Fontaine, y luego de un poeta alemán "hermano menor de La Fontaine", Johann Peter Hebel. Lucien Herr, bibliotecario de la Escuela Normal Superior de Estrasburgo, se pone a recitar con acento de Alta Alsacia un poema de Hebel, en alemánico. Rilke, cuyo "altoalemán un tanto eslavo" le dificulta captar los matices, pide a Herr que repita el poema:

Y Herr entona nuevamente con su voz profunda, mientras escande ligeramente con la mano:

Der Vogel schwankt so tief und still,

Und wei nit, woner ane will.

—No entiendo el ane— dice Rilke.

—Pues bien, quiere decir— repitió con cierta impaciencia el bibliotecario:

Der Vogel fliegt so tief und still,

Und wei nicht, wo er hin will.

y nada más, sin significado poético alguno, todo estriba en el ane . Por ende no hay que separar nada, la lengua y el poeta son un mismo y único fenómeno. El individuo no tiene nada que ver, todo radica en la coincidencia entre el hombre y el medio de expresión, la época y el lugar; sólo una fórmula algebraica podría dar cuenta de ello32[29].

La coincidencia entre el hombre Wagner y su medio de expresión, la lengua suévica, se ha roto. No es posible entrelazar ambas lenguas, la del niño y la del hombre culto.

¿Merecería Wagner compartir el séptimo círculo del infierno de Dante con Brunetto Latini, por haberse vuelto culpable de violencia contra el suévico, que había mamado del seno materno?

"No hablar la lengua de los campesinos". En la sociedad cortés de los siglos xii y xiii, la cohesión del conjunto — caballeros, trovadores y Damas— parece estar basada en una exclusión, la de los campesinos. No la de la clase campesina —hombres y mujeres—, sino la de los varones, los "destripaterrones". El tratado del amor cortés redactado por A. Le Chapelain, que data de finales del siglo xii, enumera y justifica de manera muy explícita este prejuicio:

Del amor entre los campesinos

Para que no vayas a pensar que lo que dijimos anteriormente sobre el amor entre los plebeyos se aplica también a los campesinos, añadimos ahora algunas observaciones a este respecto. Decimos en efecto que es perfectamente imposible encontrar campesinos que sirvan en la corte de Amor; empero, naturalmente se ven llevados a cumplir con las obras de Venus como el caballo y el mulo, tal como les enseña a hacerlo el instinto natural. Y es que los incesantes trabajos de la tierra y los placeres ininterrumpidos de la labranza y el barbecho bastan a los campesinos 33[30].

Reaparece en este texto la idea de "al modo de las bestias", el argumento analógico en que se basa Dante para poner a los "hermafroditas" y a Pasifae en el mismo círculo del purgatorio, en el Canto xxvi.

Wagner habría entonces tenido que lidiar con una ecuación insoluble. ¿Cómo amar su lengua materna para cantar a una Dama, arriesgándose así a perder su honor al ponerse del lado de los campesinos?

mi corazón está acongojado

No obstante, durante varias décadas, presa del delirio de persecución y posteriormente internado en el asilo psiquiátrico como criminal paranoico, Wagner escribe, no deja de escribir; intenta de esa manera permanecer fiel, Treue, a cierta idea del amor, Minne. Con esa postura hace entrar en escena al personaje de David, poeta trovador, durante el acto ii de Saúl. David acaba de llegar a la corte del rey Saúl para curar a éste de la melancolía con su canto; sin embargo, antes de encontrarse con el monarca, aparece solo en escena: está en la sala del castillo de Gabaa, ante su escribanía, pluma en mano. Escribe a escondidas un poema de amor a la hija de Saúl, Micol. Para cerciorarse de la calidad de los versos recién escritos, se los lee a sí mismo:

Voy a recitármelos, para ver. Vosotros, moscas sobre la pared, escuchadme. ¡Si os placen, decid, lo más fuerte posible: tse-tsé! ¡Si no os placen, rascaos tras las orejas!

(Recita, echando de vez en cuando una ojeada furtiva a su escribanía)

Una rosa florece en Sarón

Florece en canción, en amor [Minne]

Florece en el jardín del rey

Reina de las rosas 34[31].

El poema sigue así seis estrofas más, en un tono de lo más convencional que desgrana las imágenes más sobadas de la poesía medieval. David resulta más convincente cuando trata con las moscas.

En el segundo acto de la obra Delirio (Luis ii, rey de Baviera), escrita en el asilo psiquiátrico en 1921, Ernst Wagner decide dar exclusivamente a escuchar la voz de los personajes: Rey, Esfinge, Babel, Bel, Afrodita, Fama, Presidente del congreso, Luna, ¿Quién? y Cometa. Cada escena exige un decorado diferente, muy rebuscado. Durante la escena iii, Wagner hace salir la voz de Afrodita de un pequeño templo de amor. El monólogo de Afrodita va salpicado por apariciones silenciosas del Rey, que pasa en una góndola. El Rey permanece impasible e indiferente a los acentos amorosos de la diosa. Durante esta escena, Wagner saca a relucir en voz de Afrodita una concepción del amor centrada en torno a la ausencia y al sufrimiento que de ella deriva:

Mi corazón está acongojado,

Las penas del amor van a romperlo.

Pero no quiero que la amargura se mezcle con mis lágrimas,

Que mis quejidos se tornen queja.

¡Oh, mi rechazado amor, sigue amando!

¡Así se confirman el amor y su grandeza!35[32]

Durante la escena v, intervienen la Luna, el Cometa, ¿Quién? y el Rey. La Luna es presentada bajo la apariencia de una cortesana "cuya beldad no es sino frialdad y su nobleza, sequedad [...]. Sólo rinde culto a sí misma." Wagner evoca a esa cortesana, la Luna, como la prenda de todas las justas de amor cortés. Y los caballeros que frecuentan esas cortes de Amor son tachados por el Cometa de "desharrapados que por la noche salen en busca de una ramera". Al amor narcisista de la Luna contemplándose en el espejo, Wagner le opone otro rostro, el de Afrodita en llanto, que saca fuerzas del amor no correspondido.

En 1908, en cuanto acaba de escribir su obra Saúl, Wagner la envía a los directores de veinte teatros para que la pongan en escena. Espera el recibimiento del público. Pese a haber sufrido cuantiosas negativas de publicar o montar la obra —ya sea antes, ya sea después de sus actos criminales en Mühlhausen—, no se deja desalentar en su búsqueda pertinaz de un público. Ese grandiosa tozudez dura hasta 1936. Así lo confirma el expediente psiquiátrico de Winnenden: "conducta tranquila y ordenada, ya no escribe, visiblemente ha acabado con su carrera literaria." La pluma cayó de su mano ante la postrera negativa recibida de parte de las autoridades médicas, cuando exigía hacer valer sus derechos, durante un juicio público, en contra del escritor F. Werfel. Éste acababa de hacer escenificar en Stuttgart, con gran éxito, su obra Der Schweiger (El que calla). Wagner fracasó; su actividad creadora, poética, no le permitió lograr el reconocimiento social por él anhelado. No me queda sino hacer constar que el significante Sodomit, en esa lengua bíblica que Ernst Wagner decía amar más que ninguna, no pudo intervenir para apuntalar su deseo; muy por el contrario, signaba su condena a muerte.

Adenda:

Sire Konrad von Altstetten.

Este Minnesänger pertenecía a una familia suiza establecida en Altstaetten, en el valle del Alto Rhin; ocupaba el cargo de regidor en el claustro de San Gall. Es probable que este poeta, al que se menciona en 1268, sea el segundo de los tres personajes sucesivamente conocidos con el nombre de Konrad. La peculiaridad lingüística del tercero y las fechas que a él se refieren lo excluyen, por ser definitivamente demasiado tardío.

De Konrad von Altstetten se conservan tres poemas escritos con un ritmo bailable: dos de ellos elogian la belleza de la mujer amada e imploran su merced; pertenecen por lo tanto, en cuanto al fondo atañe, a la más estricta tradición cortés. El tercer poema fue explícitamente denominado por su autor "canción de baile" (o "canción de verano", Sommerlied). Gottfried von Neifen sirvió como modelo para esas finas y amables composiciones.

Sire Hugo von Werbenzvag.

Minnesänger de origen suévico, Hugo von Werbenzvag fue miembro asiduo de la corte del conde de Hohenberg-Haigerloch. Se sabe de su existencia entre 1258 y 1279. Al parecer, fue ordenado monje en el monasterio de Salem, donde habría muerto en 1292.

Pertenece a la escuela de poetas suévicos que se ceñían a las tradiciones literarias de la corte del emperador Enrique viii, que encomian —con estilo brillante y rebuscado — la lealtad a las Damas y el amor de Mayo. Su obra incluye sin embargo piezas de tono más realista o familiar, donde se percibe la influencia del arte y la manera de Ülrich von Lichtenstein. Así, en uno de sus poemas, declara que para obtener al fin la recompensa merecida por sus amorosos servicios levantará una queja contra su dama ante el emperador y ante el Papa. Obviamente, la dama no toma en serio la amenaza, y responde en el mismo tono irónico.

El margrave de Brandenburgo, jugador de ajedrez.

Otón iv, "el de la flecha" (mit dem Pfeile), margrave de Brandenburgo, segundo hijo de Juan i, fue uno de los mejores caballeros de su tiempo. Combatió en 1266 junto con Ottokar de Bohemia. Contra la voluntad del cabildo, intentó hacer nombrar a su hermano Eric como arzobispo de Magdeburgo; alcanzó sus fines en 1283, no sin haber sufrido crueles derrotas y tras permanecido cierto tiempo en cautiverio.

Su gobierno estuvo marcado por pleitos contra Polonia y Brunswick, así como con los obispos de Brandenburgo y Havelberg. Empero, gozaba de considerable prestigio en el imperio; el rey Adolfo lo nombró en 1295 supremo Juez de Paz de Sajonia.

Posteriormente, Otón participó en la destitución de Adolfo, aunque nunca levantó sus armas contra él.

Protector de los Minnesänger y aficionado a las artes, Otón compuso varios Minnelider, algunos de los cuales han llegado hasta nosotros. Cantan la fidelidad a la dama y el espíritu caballeresco. El Codex Manesse nos lo presenta jugando ajedrez.

Reinmar der Alte.

Reinmar el Viejo, conocido como "el ruiseñor de Hagenau" nació hacia 1155. Se dedicó desde muy joven a la poesía y vivió muchos años en la corte del duque Leopoldo vi de Austria. Murió hacia 1210.

Pertenece al Minnesäng clásico y canta el amor a la manera de los trovadores, retomando sus principales temas líricos: el elogio de la primavera, la exaltación del Joy —al que se atribuye la inspiración de la felicidad y de las nobles virtudes—, sin olvidar las ineluctables menciones a los infieles felones. También fue influenciado por los troveros, principalmente por Gace Brûlé, tributario a su vez de la lírica occitana. Pese a estas imitaciones, las poesías que de Reinmar el Viejo se conservan no pecan por falta de invención u originalidad.

Este poeta fue maestro de Walther von der Vogelweide.

Walther von der Vogelweide.

Walther von der Vogelweide, cuya vida transcurrió al parecer entre 1170 y 1230, aprendió el arte de Singen und sagen en Viena, en la escuela de Reinmar el Viejo. Su nombre significa "Walther de la pradera de los pájaros". Tras un largo peregrinar a través de Alemania, Francia e Italia, y habiendo llevado una vida errante y laboriosa, encontró temporalmente abrigo en Wartburgo, el castillo del landgrave de Turingia, en donde conoció quizá a Wolfram von Eschenbach. El emperador Federico ii, su protector, terminó concediéndole un pequeño feudo en Wurzburgo (Franconia). Fue enterrado en el claustro de la catedral. "Su nombre se prestó naturalmente al desarrollo de una leyenda, según la cual Walther pidió que se alimentara sobre su tumba a las aves que poblaban las galerías del claustro" (cf. G. Rabuse, Anthologie de la poésie allemande, 1943). Una bella miniatura del Codex Manesse lo representa con su blasón (un ave enjaulada).

Walther von der Vogelweide es muy probablemente el mayor y más completo de los Minnesänger. Enalteció tanto la Hohe Minne, el amor más depurado, con acentos que prefiguran el Dolce stil nuovo de los italianos ("De ángeles las damas tienen la belleza", dice), como la Niedere Minne, el amor burgués o aldeano, con un fresco realismo similar al de los troveros.

Fue también, por otra parte, un poeta político enteramente adicto al emperador y lleno de desconfianza hacia Roma. Aunque el estremecimiento de sus poemas de circunstancias sigue produciendo cierto efecto, el lector de hoy no puede sino preferir alguna de sus canciones o elegías que, muy por encima de la lírica medieval, alcanzan el nivel de los poemas que habrán de perdurar para siempre.

Wolfram von Eschenbach.

Este inmenso poeta era probablemente originario del burgo de Eschenbach (situado, en el siglo xii, en el ducado de Franconia, pero que anteriormente había pertenecido a Baviera): él se consideraba a sí mismo bávaro. Tenía quizá orígenes nobles. El Codex Manesse lo muestra vestido de caballero e incluso indica su blasón; sin embargo, actualmente se piensa que el miniaturista le atribuyó el escudo de armas de los señores de Eschenbach, sus primeros protectores [?]. Sea como fuere, Wolfram conocía perfectamente el oficio de las armas.

Fue protegido del landgrave Herman de Turingia, y quizá pasó una temporada en Wartburgo, al mismo tiempo que Walther von der Vogelweide. Afirmaba no saber leer ni escribir, pero ello no le impidió ser un notable erudito: probablemente había aprendido mucho de sus viajes por las diversas regiones de Alemania.

Nació hacia 1175 y murió alrededor de 1220.

Wolfram von Eschenbach nos legó cierta cantidad de poemas líricos, pero debe su fama a su Parzival; aunque imita a Chrétien de Troyes y quizá a un hipotético Kyot de Provence, brilla por su originalidad y su fuerza. Es la primera novela de educación (Bildungsroman) de la literatura alemana, pero también y ante todo la gran epopeya del espíritu que se eleva hacia el conocimiento y la salvación tras haber sorteado los escollos que genera el dualismo universal. Wolfram había asimismo empezado la composición de un Willehalm (Guillermo de Orange), interrumpida a su muerte, y la de un Titurel —600 ó 700 versos repartidos en 170 estrofas— que abandonó por razones desconocidas. El fragmento existente narra los amores de Siguna —la cautiva con la que Parsifal se encuentra cerca del castillo del Graal— y Schionatulander, el joven caballero que fue muerto a causa de ella; fue retomado en el Nuevo Titurel, un larguísimo poema de 6207 estrofas isométricas atribuido a un cierto Albrecht (¿von Scharpfenberc?), quien lo habría escrito entre 1270 y 1280.

Ülrich von Lichtenstein.

Este Minnesänger nació en Lichtenstein (Estiria), hacia 1200; murió entre 1274 y 1277. Debe su fama principalmente a dos poemas: el Servicio de las damas (1255) y el Libro de las damas (1257). Al igual que Wolfram von Eschenbach, no sabía leer ni escribir. Confiesa en el Frauendienst que al recibir una carta de su dama, para enterarse del contenido le es preciso esperar la llegada de su secretario.

Al parecer, en el Frauendienst buscó ridiculizar un poco si no el principio, al menos el carácter de las pruebas que imponían las damas a sus caballeros. Para dar gusto a una de ellas, se ve obligado a correr de torneo en torneo o a disfrazarse de diosa Venus; para obedecer a otra, debe sufrir una operación en el labio o incluso dejarse cortar el dedo.

El estilo de Ülrich von Lichtenstein, muy influenciado por los trovadores y troveros (y probablemente por Robert de Blois, autor de l’Honneur des dames) está teñido por lo general de gracia y sutileza.

Una miniatura del Codex Manesse lo representa vestido para la guerra y nos permite conocer su escudo.

Tannhaüser.

Hubo también un Minnesänger llamado Tannhaüser o Tannhuser. Algunos afirman que vivió entre 1240 y 1270 en la corte vienesa del conde Federico ii de Babenberg y que, a la muerte de su mecenas, dilapidó todo lo que éste le había dejado; emprendió entonces una vida azarosa que lo llevó a tomar la cruz y a viajar a Tierra Santa. Otros pretenden que, habiéndose fugado de cierto monasterio, erró por el mundo a la manera de los goliardos. Sus poesías pertenecen al período de decadencia del Minnesäng, de cuyo preciosismo hacían mofa. Según sostiene Otto Rahn, las canciones de baile son su verdadero fuerte.

Muy pronto el Minnesänger real se confundió con un personaje de leyenda: supuestamente, pasó una larga temporada junto a "Dama Venus", quien se negaba a dejarlo ir. Finalmente, obtuvo el permiso de partir. Tannhaüser se dirigió entonces a Roma para suplicarle al Papa —¿Urbano iv?— que perdonara su pecado. Sin embargo, el Papa, mostrándole su bastón, le espetó: "Obtendrás el perdón cuando esta vara seca se cubra de rosas. Ahora ¡vete!, estás condenado." Desesperado, Tannhaüser decidió volver ante Dama Venus, que era más clemente. Así pues, emprendió el camino de regreso. Al tercer día, su bastón se cubrió de magníficas rosas: ¡el cielo le había concedido la gracia por el amor de Venus!

Se conserva bajo la autoría de Tannhaüser una canción que cuenta el siguiente milagro pagano: "Cuando el tercer día llegó el bastón empezó a reverdecer. El Papa mandó preguntar por todos los países a dónde había partido Tannhaüser. Estaba de nuevo en la montaña con la amiga que había elegido. ¡Y así fue como ocurrió la perdición eterna de Urbano iv, el Papa!"

No obstante, sería poco prudente atribuir esta bella canción amorosa, pagana y anti-romana al Tannhaüser del siglo xiii.

El Codex Manesse incluye una miniatura que representa a este poeta bajo una apariencia convencional. Se sabe que Wagner lo enalteció como símbolo del Minnesäng antes que como personaje real.

Cf. René Nelli, Troubadours et trouvères, Paris, Hachette, 1979.

Presentamos a continuación, como parte del legado de esta tradición y de las prohibiciones del Levítico, el texto de Burchard de Worms, canonista alemán del siglo xi, cuyo Decreto tuvo amplias repercusiones en lo que al "abuso de matrimonio" se refiere:

"¿Con tu esposa o con alguna otra, te has ayuntado por detrás, a la manera de los perros? De ser así, harás penitencia diez días a pan y agua.

"¿Te has unido a tu esposa durante sus reglas? De ser así, harás penitencia diez días a pan y agua. Si tu mujer entró a la iglesia después del parto y antes de haber sido purificada de su sangre, hará penitencia tantos días como los que debería haber permanecido alejada de la iglesia. Y si te ayuntaste con ella en esos días, harás penitencia veinte días a pan y agua.

"¿Te has ayuntado con tu esposa después de que el niño se movió en el útero? ¿o al menos cuarenta días antes del parto? De ser así, harás penitencia veinte días a pan y agua.

"¿Te has ayuntado con tu esposa el día del Señor? Debes hacer penitencia cuatro días a pan y agua.

"¿Te has mancillado con tu esposa durante la Cuaresma? Debes hacer penitencia cuarenta días a pan y agua, o dar 130 céntimos de limosna. Si ocurrió mientras estabas borracho, harás penitencia veinte días a pan y agua. Debes conservar tu castidad veinte días antes de Navidad, y todos los domingos, y durante todos los ayunos que marca la ley, y durante la natividad de los apóstoles, y durante las principales fiestas, y en los sitios públicos. De no conservarla, harás penitencia cuarenta días a pan y agua."

Amour et sexualité en Occident, París, Seuil, 1991, p. 185.

Notas

* Edición original en L’unebévue, núm. 11, París, E.P.E.L., 1998. traducción de H. Silva.

2[1] A. M. Vindras, Louis II de Bavière selon Ernst Wagner paranoïaque dramaturge, París, E.P.E.L., 1993. Ernst Wagner, Robert Gaupp, un monstre et son psychiatre, París, E.P.E.L., 1996.

3[2] Cf. A. M. Vindras, Ernst Wagner, Robert Gaupp..., op. cit., p. 136.

4[3] L ’invention ou découverte, chez les troubadours, n’est pas l’amour; elle est que l’amour est inséparable de la poésie, est le moteur de la poésie dans le chant. Les troubadours ont inventé qu’il est un lien indissoluble: celui qui unit l’amour à la poésie. Jacques Roubaud La fleur inverse. L’art des troubadours, París, Les Belles Lettres, 1994, p. 10.

5[4] Cf. A. M. Vindras, Ernst Wagner, Robert Gaupp..., op. cit., p. 161.

6[5] He aquí un ejemplo que ubica explícitamente a Heine en la tradición de los Minnesänger: «Sur les yeux de ma bien-aimée j’ai fait les plus beaux canzones ; sur la petite bouche de ma bien-aimée j’ai fait les meilleurs terzines ; sur les yeux de ma bien-aimée j’ai fait les plus magnifiques stances. Et si ma bien-aimée avait un cœur, je lui ferais sur son cœur quelque beau sonnet. » ["Sobre los ojos de mi bien amada he compuesto los más bellos canzones; sobre la boquita de mi buen amada he compuesto los mejores terzines; sobre los ojos de mi bien amada he compuesto las más magníficas stances. Y si mi bien amada tuviere corazón, compondríale sobre su corazón algún hermoso soneto."], Heinrich Heine, Poésies [poesías traducidas y comentadas por Gérard de Nerval], París, Fourbis, "Colección S.H.", 1994, p. 107.

7[6] Quel est le sujet d’Intermezzo? Une jeune fille d’abord aimée par le poète et qui le quitte pour un fiancé ou pour tout autre amant riche ou stupide. Rien de plus, rien de moins ; la chose arrive tous les jours. Cette donnée toute vulgaire qui ne fournirait pas deux pages de roman est devenue entre les mains de Henri Heine un admirable poème, dont les péripéties sont toutes morales; toute l’âme humaine vibre dans ses petites pièces, dont les plus longues ont deux ou trois strophes. Heinrich Heine, op. cit., p. 99.

8[7] Cf. A. M. Vindras, Ernst Wagner, Robert Gaupp..., op. cit., p. 163. El texto en alemán dice: "Ich bin Sodomit", mientras que nuestra traducción al francés en 1996 propone: "je suis un sodomite". Optamos ahora por una traducción más literal, suprimiendo el un. Ya no vemos esta confesión de Wagner como una autodenominación; abordaremos este problema más adelante. "Je suis sodomite" nos parece más acertado.

* En español, el Diccionario de la Real Academia Española define la sodomía como el "concúbito entre varones". [T.]

** El Diccionario de la Real Academia Española consigna como segunda acepción de bestialidad "2. bestialismo", definido a su vez páginas más adelante como la "anormalidad consistente en buscar gozo sexual con animales". [T.]

11[8] Aristóteles, Ética nicomaquea / versión española e introducción de Antonio Gómez Robledo, México, Porrúa, 1973, p. 85.

12[9] Ibid., p. 91.

13[10] Biblia católica guadalupana, México, Apostolado de la prensa, 1990, p. 23.

14[11] Idem. Una nota al pie puntualiza: "‘Conocer’ aquí denota el pecado deshonesto. " [T.]

15[12] "¿Dónde están los hombres que hacia ti vinieron esta noche? Hazlos salir ante nosotros: ¡penetrémoslos!". La Bible [traducida y presentada por A. Chouraqui], París, Desclée de Brouwer, 1989, p. 45.

16[13] La Santa Biblia, México, Sociedad Bíblica Americana, s.f., p. 86.

17[14] "El varón que se acostase con un macho cual si se ayuntase con mujer / cometen una abominación, ambos. / Se les dará muerte, muerte, su sangre contra ellos."; "Al varón que se ayunta con una bestia / se le da muerte, muerte; ustedes harán perecer la bestia."

18[15] Cf. P. Veyne, L’homosexualité à Rome in Amour et sexualité en Occident, introduction de J. Duby de l’Académie française, París, Seuil, "Points Histoire", 1991, p. 69.

19[16] Cf. J. Le Goff, Le refus du plaisir, ibid., p. 181.

20[17] Cf. A. M. Vindras, Louis II de Bavière..., op. cit., p. 133-134.

21[18] Dante, La divina comedia / introducción y comentario de Francisco Montes de Oca, 9a ed., México, Porrúa, 1974, p. 36-37.

22[19] Dante, Sobre la lengua vulgar, libro i / traducción de José Luis Gutiérrez García, en Obras completas de Dante Alighieri, Madrid, Biblioteca de Autores Cristianos, 1994, p. 745.

23[20] Cf. Dante, Œuvres complètes [traducidas y comentadas por A. Pézard], París, Gallimard, "Bibliothèque de la Pléiade", Enfer, Chant xv, p. 972.

24[21] Dante, La divina comedia, op. cit, p. 38. En su comentario, Francisco Montes de Oca especifica: "Basándose en estas palabras de Dante, se suele afirmar que [J. Rusticucci] tuvo una mujer esquiva de la cual se separó para entregarse a la sodomía". [T.]

25[22] Cf. Dante, Œuvres complètes, op. cit., p. 981.

26[23] Dante, La divina comedia, op. cit., p. 152.

27[24] Idem.

28[25] Cf. A. M. Vindras, Ernst Wagner, Robert Gaupp..., op. cit., p. 138.

29[26]Ibid., p. 239.

30[27] Cf. E. Wagner, La preceptora, obra inédita, escrita en Winnenden en 1922.

31[28] Cf. Carl Jacob Burckhardt, Une matinée chez le libraire suivi de Souvenirs de Rainer Maria Rilke, La Grande-Motte, Éd. de l’Anabase, 1994, p. 41.

32[29] "El pájaro se mece tan profunda y silenciosamente/ y no sabe adónde quiere ir". Marc Donner aporta las siguientes precisiones acerca del ane: "En efecto, ane tiene un significado más íntimo que hin. Hin indica únicamente la dirección, en tanto que ane indica al mismo tiempo una dirección y un lugar en donde uno desea estar, quedarse." Le agradezco a M. Donner estos matices.

33[30] Cf. André Le Chapelain, Traité de l’amour courtois [introducción, traducción y notas de Claude Buridant], París, Éd. Klincksieck, 1974, p. 148.

34[31] Cf. E. Wagner, Saúl, inédito.

35[32] Cf. A. M. Vindras, Louis II de Bavière..., op. cit., Acto ii, Escena iii, p. 58.

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