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Número Aniversario (10 años!!) - Noviembre 2008

Análisis comparativo del afrontamiento entre adultos y mayores
con Síndrome de Fibromialgia

J. F. López Paz, I. Amayra Caro y S. Martínez Rodríguez
jlopez@fice.deusto.es

ABSTRACT

This study has been to collect data on personality traits as well as situational coping strategies in patients with Fibromyalgia Syndrome and analyze such information in the light of the confrontation as the main variable thumb. The instruments used are: Situation Personality Questionnaire (Fernandez Seara, and Dogfish Seisdedos, 1998) and Coping Strategies Questionnaire (Rodriguez, Cano and White, 2004).

The sample consists of 247 patients from hospitals and associations of patients with this disorder to be, on the one hand, 87 subjects aged over 60 and on the other hand, 46% of the sample contains a symptom of pain. This sample has been collected in the provinces of Vizcaya and Navarra with a random sample and 85% female.

By a multivariate analysis (MANOVA) establishes complex interrelationships between personality traits and coping strategies combined with variables such as age, sex, presence of pain, fatigue demonstrations, activities of daily living, ...

RESUMEN

El presente estudio ha consistido en recoger datos relativos a rasgos de personalidad situacional así como a estrategias de afrontamiento en pacientes con el Síndrome de Fibromialgia y analizar dicha información a la luz del afrontamiento como principal variable empírica. Los instrumentos utilizados son: Cuestionario de Personalidad Situacional (Fernández Seara, Seisdedos y Mielgo, 1998) y Coping Strategies Questionnaire (Rodríguez, Cano y Blanco, 2004).

La muestra está formada por 247 pacientes procedentes de centros hospitalarios y de asociaciones de pacientes con esta patología siendo, por un lado, 87 sujetos mayores de 60 años y, por otro lado, el 46 % de la muestra presenta un cuadro sintomático de dolor. Esta muestra ha sido recogida en las provincias de Vizcaya y Navarra con un muestreo aleatorio siendo el 85 % mujeres.

Mediante un análisis multivariante (MANOVA) se establecen interrelaciones complejas entre rasgos de personalidad y estrategias de afrontamiento combinado con variables como edad, sexo, existencia de dolor, manifestaciones de fatiga, actividades de la vida diaria, ...

 

1. Introducción.

El afrontamiento de la enfermedad crónica requiere ser enfocado atendiendo a los múltiples factores que inciden sobre dicha enfermedad. Las actividades de la vida diaria, por ejemplo, a menudo cambian, necesitan ser modificadas en su forma de proceder o, simplemente, algunas de ellas deben ser abandonadas. Al mismo tiempo, se presentan nuevos temores como la preocupación a la propia evolución de la enfermedad y, sin duda, puede también ser necesario cambiar los planes de futuro.

En los últimos 50 años, muchas de las enfermedades estudiadas, tales como la diabetes, hipertensión, enfermedades gastrointestinales, ... no han sido enfermedades que se puedan olvidar completamente; aparecen periódicamente una serie de síntomas que, en mayor o menor medida, pueden limitar al sujeto que las padece en su vida cotidiana. Es decir, estas enfermedades generalmente no tienen cura con un tratamiento específico (Neerinckx et al., 2000; Jasón et al., 2003).

Los pacientes deben a menudo aprender a afrontar determinados síntomas como el dolor que les puede llegar a producir insatisfacción, impedimento físico y cambios destacados en las actividades de su vida cotidiana asociados tanto con la propia enfermedad como con su tratamiento (Boothby et al., 1999; Taylor et al., 2001). Estas enfermedades requieren habilidades especiales de afrontamiento y cuidado de la salud.

Algunas formas de tratamiento, tales como la farmacoterapia, a menudo ofrecen diversos efectos colaterales que pueden dañar sensiblemente el nivel de conformidad o aceptación con los actuales síntomas de la enfermedad del paciente.

Tanto los pacientes como los profesionales de la salud nos enfrentamos con destacadas dificultades asociadas con la enfermedad crónica y su tratamiento. Importantes temas de afrontamiento son comunes en el amplio rango de enfermedades crónicas como es la percepción de control, el rechazo o adhesión, el apoyo social, ... (Bockian et al., 2000; Cano García y Rodríguez Franco, 2003).

La mayoría de los esquemas teóricos utilizados para la conceptualización del afrontamiento se basan en el modelo transaccional de estrés. Este modelo fue originalmente introducido por Lazarus y Folkman (1986, 1999), y plasma un número importante de factores y procesos implicados en el afrontamiento del estrés asociados con las enfermedades crónicas. Estos factores incluyen variables disposicionales tales como la personalidad del individuo, los roles sociales, las características biocomportamentales que pueden afectar en su respuesta a estresores.

Es de destacar el papel que juega el ocio en el proceso de afrontamiento. Alude a las experiencias que tiene el individuo cuando realiza actividades orientadas a alcanzar satisfacción, autoexpresión, autoconocimiento y desarrollo personal e implica percepción de libertad de elección, autonomía y capacidad de decisión (Driver, Brown y Peterson, 1991).

En concreto, San Martín e Iso-Ahola consideran que la percepción de libertad de elección es la condición sine qua non para poder hablar de ocio; y, en relación con esta percepción, Iso-Ahola enunció la existencia de un umbral de ocio diferente en cada persona, por encima del cual el individuo experimenta falta de control de sus decisiones. Así mismo, Dumazedier (1998) define el ocio de forma similar, centrándose en la voluntad personal de realizar actividades que sean satisfactorias en sí mismas, pero añade el factor sociocognitivo, pues las actividades de recreo favorecen la interacción adecuada con el ambiente y el establecimiento de relaciones sociales satisfactorias, sean informales o formales.

Es un medio que proporciona las oportunidades que necesita el individuo para plantearse retos constantes que desafíen su personalidad, le procuren nuevas habilidades y conocimientos y contribuyan al bienestar físico y psicológico, sin que haya lugar para el aburrimiento y el tedio, puesto que motiva que la persona tenga siempre nuevas experiencias (CsikszentMihalyi y Kleiber, 1991).

La patología que nos ocupa se asocia fundamentalmente con fatiga persistente, trastornos del sueño, neuroendocrinos y psicológicos. El proceso se cronifica y provoca generalmente una importante alteración de la calidad de vida (Soriano y Monsalve, 1999; Mayer, 2000).

En consecuencia, el objetivo de nuestro estudio es reconocer la relación que existe entre los rasgos de personalidad y el estilo de afrontamiento en aquellas personas diagnosticadas con la enfermedad crónica de Fibromialgia.

Nuestra investigación viene guiada por la creencia de que estos pacientes pueden presentar mayor tendencia a puntuar alto en el rasgo de Ansiedad y bajo en los rasgos de Eficacia, Control Cognitivo, Liderazgo y Deseabilidad Social cuando de forma habitual padecen cuadros de dolor o fatiga; incluso, la tendencia es mayor cuando predomina el cuadro sintomático de fatiga. Así mismo, consideramos que estos pacientes pueden presentar mayor tendencia a un afrontamiento adaptativo cuanto mayor es su evolución en número de años.

 

2. Metodología de investigación

La muestra está compuesta por 247 pacientes diagnosticados con el Síndrome de Fibromialgia que acudieron a hospitales de Navarra y Vizcaya, así como aquellos que pertenecían a las Asociaciones de Pacientes con Fibromialgia en ambas provincias.

Los sujetos fueron incluidos en la investigación de forma aleatoria conforme a una citación médica previa en el caso de los hospitales y, en el caso de las asociaciones, por asignación aleatoria atendiendo a listados confidenciales. Todos ellos presentan un informe médico donde aparecen diagnosticados con dicha patología.

La muestra total de los sujetos son adultos que cubren el intervalo de edad entre los 34 y 77 años, siendo el 85 % mujeres. La grupo muestral, en la primera fase del estudio, que nos interesa es aquella que corresponde con los mayores de 60 años y que representa el 35,22 % de la muestra total. Este colectivo de mayores, a su vez, presenta habitualmente un cuadro sintomático de dolor asociado a esta patología en un 46,1 % y una sintomatología de fatiga en un 87,8 %.

La evolución de la enfermedad en esta muestra de mayores se presenta repartida entre 0 y 15 años, con destacados picos de un 30 % aproximadamente en diversos intervalos (0-3 años, 4-6 años, 7–9 años, 10-12 años, 13-15 años).

El nivel educativo en un 63 % se sitúa en la Educación básica, en un 24 % en el Bachillerato y escasamente el 12 % alcanza estudios universitarios.

2.1. Instrumentos

Los instrumentos aplicados a esta muestra han sido principalmente dos: el Cuestionario de Personalidad Situacional (CPS) y el Coping Strategies Questionnaire (CSQ).

El Cuestionario de Personalidad Situacional (Fernández Seara, Seisdedos y Mielgo, 1998) consta de 233 items y comprende 15 rasgos de personalidad y 3 estilos o tendencias de comportamiento. Las variables de personalidad subyacentes a las 15 escalas tienen su correspondencia con parecidas denominaciones en otros tests de personalidad, por ejemplo, EPI de Eysenck, CEP de Pinillos, 16PF de Catell, ... Y, estos autores han contribuido con 5 factores de buena estabilidad en la personalidad como son el ajuste, el liderazgo, la independencia, el consenso y la extraversión.

El Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento (Rosenstiel & Keefe, 1983) adaptado por Rodríguez Franco, Cano García y Blanco Picabia (2004). Consta de 8 escalas de 6 items cada una: distracción, reinterpretación de la sensación dolorosa, autoverbalizaciones de afrontamiento, ignorar la sensación dolorosa, rezos y esperanza, catastrofización, incremento del nivel de actividad e incremento de las conductas dirigidas a disminuir el dolor. En un análisis factorial de segundo orden agrupan las estrategias de afrontamiento atendiendo a la denominación de adaptativo y desadaptativo (fe y plegarias, y catastrofización).

2.2. Procedimiento

Los sujetos que componen la muestra de pacientes con Síndrome de Fibromialgia fueron entrevistados la primera vez en las Consultas Externas de los distintos hospitales remitidos por el equipo médico y en los despachos de las asociaciones por citación telefónica previa y aleatoria, en ambas provincias (Vizcaya y Navarra).

Las entrevistas fueron realizadas oralmente, por un lado, para recoger los datos referidos a las variables de identificación (edad, sexo, residencia, estado civil, situación laboral, nivel educativo, años de evolución de la enfermedad, cuadro sintomático, actividades de ocio y formativas y su frecuencia). Por otro lado, y en un segundo momento debido al nivel cultural de aproximadamente los dos tercios de la muestra, se aplicaron también oralmente ambos cuestionarios. Estas entrevistas se realizaron individualmente y con la previa aceptación voluntaria de participación en el estudio.

3. Resultados

Los datos recogidos en la presente investigación fueron sometidos al estadístico alfa de Cronbach con el fin de determinar el nivel de fiabilidad de los mismos. A continuación se presentan los cuadros diferenciando la muestra total de la muestra relativa a personas mayores de 60 años (cuadro 1.1).

Pruebas aplicadas

N (total)

N(>60años)

%

Alfa-Cronbach

Elementos

CPS

247/ 87

100

0,693/0,789

18

CSQ

247/87

100

0,724/0,931

8

Cuadro 1.1: Estadístico de Fiabilidad (Alfa de Cronbach) en la muestra total y en la muestra de mayores de 60 años. .

Constatamos que en la muestra total de la investigación el índice de fiabilidad es alto tanto en lo que corresponde al Cuestionario de Personalidad Situacional como en el de Estrategias de Afrontamiento. Se sitúan en torno al 0,70 lo cual significa que en ambas pruebas se refleja un nivel óptimo de consistencia interna.

En el caso de la muestra de mayores de 60 años constatamos que el índice de fiabilidad se sitúa en torno al 0,80, es decir, supera al nivel obtenido en la muestra total.

En consecuencia, afirmamos que el nivel de consistencia interna es óptimo en ambas pruebas. Estos nos posibilita seguir avanzando en los resultados y análisis relativos a la muestra diana, concretamente, los mayores de 60 años.

Atendiendo a las hipótesis contempladas en la primera fase de nuestro estudio, seleccionamos diversos rasgos, tendencias de comportamiento y estilos de afrontamiento:

En el caso del Cuestionario de Personalidad Situacional (CPS) seleccionamos, por un lado, los siguientes rasgos: Ansiedad, Eficacia, Control Cognitivo y Liderazgo; y, por otro lado, la siguiente tendencia de comportamiento: Deseabilidad Social.

En el caso del Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento (CSQ) seleccionamos los estilos de afrontamiento: adaptativo y desadaptativo.

Muestra - Síntomas

Dolor / Fatiga

No Dolor / Fatiga

Totales

< 60 años

51 / 143

109 / 17

160

> 60 años

63 / 74

24 / 13

87

Totales

114 / 217

133 / 30

247

Cuadro 2: Pacientes diagnosticados con el Síndrome de Fibromialgia que padecen o no
síntomas como dolor o/y fatiga atendiendo a la clasificación por edad (> y < 60 años).

En el caso de la muestra de menores de 60 años comprobamos que el síntoma fatiga afecta al 89,3 % y el síntoma dolor afecta al 41,8 %. En el caso de la muestra de mayores de 60 años comprobamos que el síntoma fatiga afecta al 85 % y el síntoma dolor afecta al 72,4 %.

Parece ser que en relación al síntoma fatiga no se constatan destacadas diferencias a lo largo del ciclo vital pero sí, en cambio, cuando nos referimos al síntoma dolor.

A continuación presentamos cuadros de datos derivados del Análisis Multivariante atendiendo a algunos de los rasgos del Cuestionario de Personalidad Situacional y estilos de afrontamiento relativos al Cuestionario de Estrategias de Afrontamiento. Los datos se refieren exclusivamente en la muestra de los mayores de 60 años atendiendo a la primera fase ya mencionada.

Muestra > 60 años

Suma de Cuadrados Tipo III

gl

F

Nivel

Significación

Ansiedad

Eficacia

Síntoma Dolor Control Cognitivo

Liderazgo

Deseabilidad Social

1,570

0,121

0,418

0,007

0,009

1

1

1

1

1

11,187

3,281

10,541

0,097

0,234

0,001

0,071

0,001

0,755

0,629

Ansiedad

Eficacia

Evolución 10 años Control Cognitivo

Liderazgo

Deseabilidad Social

1,592

0,960

1,296

0,232

0,266

1

1

1

1

1

7,875

3,917

6,399

5,719

1,113

0,005

0,048

0,012

0,017

0,292

Ansiedad

Síntoma Dolor Eficacia

& Control Cognitivo

Evolución 10 años Liderazgo

Deseabilidad Social

1,057

0,000

0,539

1,061

3,538

1

1

1

1

1

4,315

0,004

0,2,665

2,982

4,975

0,038

0,953

0,021

0,085

0,026

Cuadro 3.1: Análisis Multivariante aplicado a la muestra de > 60 años atendiendo a las variables
Dolor, Evolución de la patología y rasgos diversos del CPS.

Comprobamos que resulta significativo para el colectivo de mayores de 60 años el síntoma de dolor o/y evolución de 10 años para los rasgos de Ansiedad y Control Cognitivo. No así sucede con los rasgos de Eficacia y liderazgo que se presentan de manera significativa cuando exclusivamente atendemos a la variable evolución.

Muestra > 60 años

Suma de Cuadrados

Tipo III

gl

F

Nivel

significación

Ansiedad

Eficacia

Síntoma Fatiga Control Cognitivo

Liderazgo

Deseabilidad Social

1,505

0,879

0,189

0,102

0,156

1

1

1

1

1

1,225

3,691

5,132

0,547

3,923

0,296

0,055

0,024

0,460

0,048

Ansiedad

Eficacia

Evolución 10 años Control Cognitivo

Liderazgo

Deseabilidad Social

1,055

0,600

3,538

0,695

3,719

1

1

1

1

1

4,237

8,877

4,975

17,506

11,937

0,040

0,003

0,026

0,000

0,001

Ansiedad

Síntoma Fatiga Eficacia

& Control Cognitivo

Evolución 10 años Liderazgo

Deseabilidad Social

1,500

0,669

2,897

3,923

9,174

1

1

1

1

1

6,036

4,720

2,338

16,610

20,878

0,014

0,030

0,040

0,000

0,000

Cuadro 3.2: Análisis Multivariante aplicado a la muestra de > 60 años atendiendo a las variables
Fatiga, Evolución de la patología y rasgos diversos del CPS.

Por otro lado, y en el caso del cuadro 3.3, constatamos que el síntoma de Fatiga presenta mayor nivel de significatividad que el de Dolor (cuadro 3.2), sobre todo, cuando lo entrecruzamos con la variable Evolución. No obstante, el nivel de significatividad es igualmente óptimo cuando específicamente atendemos a la variable Evolución. Los rasgos de Eficacia y Liderazgo, de nuevo, al interaccionarlos con el síntoma Fatiga no presenta un nivel significativo para los mayores de 60 años.

Muestra > 60 años

Suma de Cuadrados

Tipo III

gl

F

Nivel

Significación

Afront. Adaptativo

Síntoma Dolor

Afront. Desadaptativo

0,251

0,705

1

1

0,408

1,845

0,523

0,175

Afront. Adaptativo

Evolución 10 años

Afront. Desadaptativo

1,862

1,428

1

1


2,618

5,954

0,106

0,015

Síntoma Dolor Afront. Adaptativo

&

Evolución 10 años Afront. Desadaptativo

2,024

2,061

1

1

4,183

4,831

0,041

0,028

Cuadro 4.1: Análisis Multivariante aplicado a la muestra de > 60 años atendiendo a las variables
Dolor, Evolución de la patología y rasgos diversos del CSQ.

En el cuadro 4.1. constatamos que, únicamente, cuando interrelacionamos ambos estilos de afrontamiento con las variables Dolor y Evolución resulta significativo; en cambio, no resulta así cuando se presentan de manera aislada. En el caso del Afrontamiento Desadaptativo sí presenta un nivel significativo con la Evolución de la patología.

Muestra > 60 años

Suma de Cuadrados

gl

F

Significación

Afront. Adaptativo

Síntoma Fatiga

Afront. Desadaptativo

1,428

1,707

1

1

5,954

4,812

0,015

0,029

Afront. Adaptativo

Evolución 10 años

Afront. Desadaptativo

2,638

2,907

1

1

8,200

4,082

0,004

0,044

Síntoma Fatiga Afront. Adaptativo

&

Evolución 10 años Afront. Desadaptativo

3,214

3,878

1

1

4,181

12,457

0,041

0,000

Cuadro 4.2: Análisis Multivariante aplicado a la muestra de > 60 años atendiendo a las variables
Fatiga, Evolución de la patología y rasgos diversos del CSQ.

Finalmente, los resultados obtenidos en el cuadro 4.2. nos muestran que tanto cuando se presenta la variable Fatiga y la variable Evolución de manera aislada como cuando se presentan conjuntamente presentan un nivel significativo en relación a ambos estilos de Afrontamiento. El síntoma Fatiga resulta, sin duda, más revelador que el de Dolor.

4. Conclusiones

Los resultados anteriormente presentados nos indican que especialmente la variable Evolución (10 años), entendiendo como tal aquella que hace referencia al tiempo transcurrido desde que se diagnostica la enfermedad en cuestión, resulta determinante para el estado del paciente y para su afrontamiento. Es decir, aquellos pacientes que presentan más de 10 años de evolución muestran mayor conocimiento de su enfermedad, de su sintomatología y ello puede derivarles hacia un mejor enfoque y, consiguientemente, un afrontamiento adaptativo (Rodríguez Franco et al., 2004).

En cambio, aquellos que su evolución está por debajo de los 10 años pueden presentar una mayor tendencia a desarrollar un afrontamiento desadaptativo y, en definitiva, poco ajustado a la dinámica y expresión de la propia enfermedad.

Parece ser que el síntoma Fatiga que, como quedo reflejado en los datos de identificación, afecta a un mayor número de pacientes y especialmente a aquellos que superan los 60 años, resulta una variable que discrimina significativamente en relación a los distintos rasgos presentados. Especialmente, en aquellos denominados como Ansiedad, Control Cognitivo y Deseabilidad Social.

Entendemos que dicho síntoma interacciona, en mayor medida, con el plano cognitivo del paciente destacándose una situación o estado de bloqueo o deterioro mental. Estos datos coinciden con lo expuesto en diversos estudios atendiendo a procesos cognitivos como la memoria, la atención, ... (Neerinckx et al., 2000; Creswell & Chalder, 2001; Kraaimaat & Evers, 2003).

En cada uno de los cinco rasgos seleccionados en el Cuestionario de Personalidad Situacional aparece un nivel significativo cuando interaccionan simultáneamente con el síntoma Fatiga y la Evolución de la Enfermedad. Es decir, el hecho de que un paciente presente habitualmente un cuadro sintomático basado en la Fatiga y con un evolución de al menos 10 años tenderá a asociarse con mayor facilidad con un alto nivel en Ansiedad y unos bajos niveles en Eficacia (sentido competencial), Control Cognitivo (procesos y habilidades), Liderazgo (organización y consecución de objetivos) y Deseabilidad Social. No así, en cambio, aparece en el caso de asociar a la Evolución el síntoma Dolor; en este caso, no aparece un nivel significativo en los rasgos de Eficacia y Liderazgo.

Parece quedar demostrado que, por tanto, el padecimiento habitual de un síntoma como la Fatiga frente al síntoma Dolor favorece la discriminación en cuanto a rasgos de personalidad y estilos de afrontamiento.

Y, por otro lado, el hecho de que un paciente con Síndrome de Fibromialgia presente una evolución mayor o menor de 10 años puede conllevar un mayor o menor conocimiento de su enfermedad y, en consecuencia, pueda posicionarse de manera más o menos proactiva y positiva de cara a su ajuste y adaptación a las condiciones y exigencias en su vida cotidiana.

En investigaciones de estas características se constata de forma consistente el efecto positivo que produce el afrontamiento basado en el ocio tanto para la salud física como psíquica. Ahora bien, hay que tener en cuenta que no todas las actividades de ocio tienen el mismo impacto en la salud, depende de las características de las personas y de la situación como ha quedado contemplado en este estudio.

La experiencia positiva de ocio contribuye a que el individuo desarrolle habilidades y competencias sociales, no se perciba sometido a presiones externas, posea sentimientos de control y dominio y esté dominado por el desafío

En consecuencia, podrá presentar una afrontamiento que contribuya o favorezca su calidad de vida (Aldrich, Eccleston & Crombez, 2000; Cano García y Rodríguez Franco, 2003; Kraaimaat & Evers, 2003).

Tenemos claro que no existen respuestas de afrontamiento en sí mismas eficaces o ineficaces para el paciente con Fibromialgia, más bien se trata de posicionarse en clave de adoptar estrategias supuestamente activas que conlleven un sentido de control, que se asocien con una mejor capacidad funcional y un mejor estado emocional.

Todo ello puede determinar, a su vez, el esfuerzo que llegará a realizar una persona para desempeñar una conducta (actividades de su vida cotidiana) que se ajuste a las demandas de su entorno.

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