Volver al sumario de La Salamandra 1 Discursos y prácticas profesionales de psicología social en salud mental (España 1970- 1995)
Juan Carlos Duro Martinez

Primera parte: CRISIS, CRÍTICA Y ALTERNATIVAS A LO INSTITUIDO.
El final del franquismo y la transición democrática (1970-1982)

Capítulo IV. PRÁCTICAS ALTERNATIVAS Y COMUNITARIAS

4.2. Experiencias de transformación psiquiátrica (1971-1981)

En la sanidad pública de Madrid, ya en los últimos años de la dictadura, psiquiatras ‘comprometidos’ y, en algunos casos con cierta formación psicoanalítica, que trabajan en hospitales psiquiátricos o en servicios y plantas de psiquiatría de hospitales generales intentan aplicar sus conocimientos a procesos de transformación de las instituciones psiquiátricas. Es el caso del intento de transformación de las Clínicas Psiquiátricas de la Ciudad Sanitaria Provincial en las que se incluye el Hospital de Día con nuevas experiencias de tratamiento grupal y en comunidad terapéutica. También del proceso de sectorización en el Hospital Psiquiátrico de Santa Isabel de Leganés con la apertura de ‘ambulatorios’, que dependían del propio Hospital, en Zarzaquemada y en el pueblo de Leganés.

4.2.1. El ‘manicomio’ de Leganés

Esta institución asilar, gobernada de hecho por las monjas, comenzó en 1971 un proceso de cambio poniendo en marcha medidas de movilización y ruptura del asilo. Por un lado, siguiendo el modelo de sectorización psiquiátrica francés, ya el 25 de mayo de 1975 comenzó a funcionar un ‘ambulatorio’, una consulta externa en un local cedido por el Ayuntamiento para atender a la población de Leganés-pueblo que cubriría: "la prevención, asistencia e higiene mental, dependiente del Hospital Psiquiátrico que desde hace más de cien años existe en la localidad (…) se abandona la simple recetación de fuertes fármacos para calmar los ataques de los enfermos y se comienza un sistema de participación (…) en él intervienen auxiliares, ATS, terapeutas ocupacionales, psicólogos, asistentes sociales y psiquiatras. Se organizan reuniones de equipos, se intercambian ideas, puntos de vista y se sigue una terapia de continuidad (…)" (Granda, 1979).

En 1976 se inaugura una segunda consulta en el polígono de Zarzaquemada, también con la colaboración del municipio y en los locales de un ambulatorio dejado por la Seguridad Social. En ambas experiencias de sectorización participan psicólogos. En 1977 se organiza un nuevo modelo de dirección del hospital de carácter autogestionario y durante dos años se organizan actividades internas en la línea de la comunidad terapéutica y externas siguiendo el modelo de psiquiatría comunitaria (Desviat, 1980). A comienzos de los años ochenta se pone en funcionamiento el hospital Sta Teresa para el ingreso de agudos de toda la zona sur. La decidida incorporación de estos hospitales a los procesos de reforma va estableciendo las bases para su protagonismo vanguardista en los sucesivos proyectos de reforma psiquiátrica de Madrid que se van fraguando desde la creación del INSAM hasta el Plan de 1986.

4.2.2. Las Clínicas de Ibiza

El comienzo de la transformación de las Clínicas Psiquiátricas de la Ciudad Sanitaria Provincial de Madrid (Clínicas de Ibiza) se puede cifrar en 1971 al hilo del movimiento de contestación psiquiátrica y sanitaria en general de esos años. Su desencadenante fue el intento de reducción de camas psiquiátricas y su ‘resolución’ incluyó el mantenimiento de las Clínicas en su situación previa, la readmisión de los médicos despedidos y la aceptación de que para cualquier cambio o reestructuración se contaría con la participación del personal técnico integrado en una comisión paritaria Diputación-Clínicas (Rivas, 1980).

Este intento de cambio conllevó un aumento de las contradicciones entre el personal técnico que se va posicionando en dos grandes subgrupos: unos –médicos, el psicólogo y algunas enfermeras– se adhirieron claramente hacia las posiciones conservadoras de la asistencia y otros, en grupos y espacios diferentes, mantuvieron sus iniciativas y esfuerzos en torno a la opción de cambio asistencial. En junio de 1973 se crea el Hospital de Día y en 1974 se recrudece el conflicto entre las autoridades, sobre todo el profesor-Jefe de servicio y el sector de técnicos progresistas, ahora de nuevo reagrupados. El cruce de acusaciones y denuncias termina por bloquear el funcionamiento de las Clínicas quedando reducidas a los enfermos ingresados y a consultas ambulatorias. En marzo de 1978 se crea la Sección de Psiquiatría, independiente del Servicio I, en la que queda incluido el Hospital de Día, con una voluntad de estructurarla como una Comunidad terapéutica y gestionar y poner en práctica la asistencia extrahospitalaria. En este proceso se constituyeron equipos técnicos constituidos por psiquiatras, un psicólogo, una enfermera, varios auxiliares psquiátricos y una asistente social compartida por varios equipos. Es relevante señalar que entre las tareas que realizan cada equipo se nombran, entre otras: "la organización de grupos operativos; de discusión y esclarecimiento que incluyen enfermos exclusivamente a cargo del equipo" (obra cit., pág. 483). En noviembre de 1978 se presenta un documento Experiencia de cambio hacia una psiquiatría comunitaria elaborado por todo el personal de la Sección y leído en un acto público ante las autoridades de la Ciudad Sanitaria Provincial con motivo de su décimo aniversario. En dicho documento se exponen las bases teórico-prácticas de un modelo asistencial de psiquiatría comunitaria en el que el eslabón fundamental eran los Centros de Salud Mental cuya creación para el área sanitaria que cubría la Ciudad Sanitaria Provincial se estaba propiciando por parte de la comisión médica de la Sección. La intención del personal técnico era que a estos centros fueran pasando los equipos antes nombrados y que el Hospital de Día fuera el último que pasara a uno de esos Centros de Salud Mental.

La propuesta planteada en este documento fue aceptada por los órganos de dirección de la ciudad Sanitaria Provincial, lo que unido a la hegemonía en la Diputación Provincial de los partidos de izquierda, gracias a su triunfo en las elecciones de marzo de 1979, hizo concebir esperanzas para "que se diera en los instrumentos psiquiátricos de la Ciudad Sanitaria Provincial el gran salto cualitativo que acabara con una forma de asistencia secular y reaccionaria, e implantara realmente otra, que significara un auténtica subversión institucional" (obra cit., pág. 487).

Vanas esperanzas ya que la Diputación paralizó dichas iniciativas argumentando el estudio de la planificación de la psiquiatría en toda la provincia a cargo de una comisión de expertos del PSOE, nombrados por el Presidente de la Diputación. Así la Sección de psiquiatría de la Ciudad Sanitaria Provincial, en el verano de 1980, se encontraba "en una situación de impasse organizativo y asistencial, en el que el proyecto inicial se ha hecho inviable, y la asistencia ha quedado reducida a la labor que cada miembro del personal técnico-auxiliar considera moral y profesionalmente inexcusable" (obra cit., pág. 501). Continúa sin embargo en funcionamiento el Hospital de Día.

4.2.3. El Hospital de Día

Alguna referencia especial, por su singularidad, merece esta estructura asistencial creada en el contexto de las Clínicas de Ibiza en 1973 como efecto de las primeras andanadas de este conflicto.

Desde sus inicios esta estructura terapéutica estuvo ligada al protagonismo del psiquiatra Enrique González Duro, quien con escasa participación de otros psiquiatras de las Clínicas, con algún personal auxiliar y con bastantes asistentes voluntarios (psiquiatras y psicólogos/as) organizó "su" alternativa antipsiquiátrica particular, lo que le acarreó no pocos conflictos no sólo externos (con las fuerzas conservadoras de la psiquiatría) sino, y sobre todo, internos con sus propios compañeros progresistas del Hospital. El Hospital de Día ‘de González Duro’ es definido por él mismo como "una estructura abierta, dinámica y autónoma que ofrece un enorme potencial terapéutico y la posibilidad real de un cambio radical en la concepción teórico-práctica de la asistencia pública, de acuerdo con las corrientes psiquiátricas (y antipsiquiátricas) más progresistas, críticas y auténticamente populares (…). Con planteamientos ideológicos diferentes a los tradicionales, potenciado en sus recursos y ampliado en sus funciones, el hospital de día puede significar un intento de alternativa al internamiento manicomial, aspirando a evitarlo en lo posible y con el objetivo final de hacerlo por completo innecesario. Lo que implica su disponibilidad para atender a todo tipo de pacientes, y en casi todas las fases probables de su evolución. Y su capacidad para una asistencia global, completa y continuada al paciente, en un régimen de libertad y con un sentido concienciador y liberador" (González Duro, 1980, pág. 229).

En junio de 1981 deja el Hospital de Día su fundador y pasa a coordinarlo Carmen Sáez Buenaventura. De nuevo surge el conflicto, esta vez protagonizado por los asistentes voluntarios que no sólo no ven colmadas sus pretensiones de contratación sino que más bien ven peligrar su continuidad por una nueva normativa de la Diputación Provincial de Madrid, ya con gobierno socialista (Galán, 1981). El Hospital de Día en su ‘versión González Duro’ acabó en agosto de 1981.

Con la creación del Instituto de Salud Mental de Madrid (INSAM) en 1981, siguiendo las directrices políticas de los expertos del PSOE, comenzará una nueva etapa en los proyectos de transformación de las instituciones psiquiátricas madrileñas.

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